Si usted estuvo en Medellín el fin de semana pasado tuvo que escuchar sí o sí sobre Medayoung, la semana de la juventud que la Alcaldía desarrolló principalmente en el Parque Norte.
En un llamativo juego de palabras Medayoung hace énfasis en algo que a veces se olvida, se pasa de largo, o se obvia, y es precisamente la cantidad de jóvenes que tiene la ciudad de la eterna primavera, que según datos oficiales para el año anterior eran más de 624.000.
En las zonas contiguas a la Universidad de Antioquia cientos de jóvenes hicieron fila para ingresar al parque Norte. En un ambiente de festividad desfilaron trajes, cabellos, tatuajes, disfraces y toda una variedad de gustos que recordaba a los espectadores que Medellín está hecha no de una sola juventud, sino de muchas juventudes.
Los creativos looks, se acompañaban de diversos deseos, de sueños, preocupaciones, aspiraciones, o expectativas que muchos de estos jóvenes compartieron con sus acompañantes.
En la fila de espera, a través de las conversaciones que se dieron debajo de los árboles, en medio de las luces, mientras se encendía un cigarro, se contemplaba el lago a la luz de la luna o se daban pasos por el lugar, se narraron las vivencias de algunos de los asistentes.
Un par de muchachos, preocupados en la fila, y bastante cercanos al parecer por el combinado de sus camisas negras, pantalones oscuros y motilado, conversaban preocupados sobre las oportunidades laborales que tienen a su disposición en una ciudad que ahora se vende al mundo entero.
No hay que olvidar que a la capital de Antioquia llegan personas entre los 14 y los 28 años de todas las subregiones e incluso de otros departamentos o países en busca de nuevos proyectos de vida, trabajos o condiciones de vida más dignas.
A propósito de esto, de acuerdo a los resultados recientes de Antioquia Cómo Vamos, en el departamento para 2021 aproximadamente el 28,5% de la población en edad de trabajar eran jóvenes entre los 15 y los 28 años.
Un dato que a los ojos del equipo realizador del estudio significa que: “el desarrollo de capacidades y habilidades en este grupo poblacional, el acceso a oportunidades de formación y su inclusión al mercado laboral, es un elemento clave para el desarrollo económico de la región”.
Sin embargo, se hace mención de que según el DANE, para 2022 el 23,5% de los jóvenes antioqueños pertenecientes a dicho rango de edad no estaba trabajando ni estudiando.
Mientras la fila de ingreso avanzaba, en medio del concierto alguien hablaba con una amiga y le decía que la dificultad de trabajar y estudiar era tal que se vio forzado a dejar de estudiar ingeniería en la “Antioquia” y la “Nacho” por la imposibilidad de unir trabajo y estudios.
“Es que lo difícil no es pasar el examen de admisión, sino mantenerse”, mencionaba mientras miraba al frente y aseguraba que ya para él buscaba nuevos rumbos y que la vida va poniendo las personas en el lugar que le corresponde.
Recordando una vez más, con una historia que puede ser la de cualquier joven conocido, la alta deserción que existe en la educación superior, y peor aún esa decepción adoptada por las jóvenes y los jóvenes de la ciudad que ya no creen en el poder de la educación para el ascenso social.
Acerca del tema, Antioquia Cómo Vamos, asegura en su informe que solo el 38% de los jóvenes antioqueños terminan el colegio y acceden inmediatamente a educación superior, ubicándose por debajo del promedio nacional del 40%.
Al interior del parque Norte la música en las tarimas aturdía, pero cambiaba tanto de una tarima a otra que mostraba una vez más ese llamativo tan grande que tiene Medellín, esa diversidad evocadora, esa rebeldía a flor de piel, esos deseos de ser como se es, de luchar por lo que se sueña, como es usual que lo sientan los jóvenes en cada generación.
Aunque, no todo lo vivido en la semana de la Juventud fue bueno, pues como es común los excesos en consumo de drogas y alcohol, los robos o hechos de inseguridad suelen permear este tipo de eventos, perolo que no tiene duda es que la asistencia masiva de jóvenes al evento recuerda de nuevo que en Medellín cumplirles a estos no debe ser una opción, sino un compromiso.
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