¡Qué pereza Federico! … y muchos otros

Primera columna

En esa larga, larguísima lista de autoproclamados candidatos a la Alcaldía de Medellín, sobresalen varios por lo cansones, angustiantes y desgastados; personajes sin experiencia y muchas ganas de seguir la senda de amarguras de Quinterito. Personajes expertos en soltar lugares comunes, que se mueven en medio del bullicio y el desorden de la campaña, como marionetas que responden con torpeza a los dictados de sus agencias de “marketing”.

Y el campeonato, que apenas comienza, ya se va asemejando, con Federico como director del show, al ambiente de Coveñas a la una de la tarde: se nos caen las persianas de los párpados y nos abate el desgano. Perdónalo y perdónalos, Señor, ¡porque no saben lo que hacen!

¿Federico?! No puede ser ¡sí, Federico, el mismo personaje que nos llenó de vergüenza en la campaña presidencial a los que amamos esta tierra, por sus respuestas cantinflescas, con decir que hasta Rodolfo Hernández, otro personaje iletrado, levantó más votos. Ya esto dice mucho.

Gracias a Federico, tuvimos cuatro eternos años a Quinterito de “corre, ve y dile” de Vargas Lleras y Néstor Humberto Martínez, todos apuntando a subvertir el orden conseguido gracias a doscientos años de trabajo y disciplina, lo cual nos deparó una ciudad y área metropolitana más o menos bellas, que a diario luchaban por superar sus problemas. Una ciudad que nos convocaba al esfuerzo y no al desconcierto y la angustia; o a las ganas de cambiar de país.

El mandato de cuatro años de Federico nos trajo como resultado el levantamiento de la muchachada de comunas, colegios y universidades, que con sus votos dijeron: no más avivatos y culebreros, queremos cambiar y Quinterito oyó ese clamor; a quince días de elegido, cambió el libreto de campaña y como mastín tras el conejo, sin dar esperas nos enrostró la agenda que su patrones en Bogotá le habían ordenado, óigase bien: “sí quería ser presidente de Colombia”; aspiración tan remota como el Bing Bang. Será mejor que regrese a quitar el hambre con los palos de mango de la de la Universidad Nacional, los cuales no producen por estar en ambiente sombreado. Casi pone a llorar a Yamid Amat con tamaño invento. Que por su pobreza se desayunaba con mango biche de la carrera 65 camino a la Universidad.

¿Viviremos otros años de peleas de Federico contra Petro?, no puede ser, media Vicky y una pizca de Barbosa diarios son más que suficientes para desear la muerte. Cansan más que calzoncillos de cabuya. Sí votamos por Fico olvidémonos del Metro de la 80, del tren de cercanías, de la segunda pista del Aeropuerto y de las muy necesarias ayudas para mantener funcionando el Metro de Medellín. Y qué no decir de política social alguna, Y saber que todo esto puede ser una realidad, y todo para satisfacer otra vanidad, la de “de ser presidente de Colombia”, pues ténganlo por seguro apreciados medellinenses, que la verdadera aspiración de Fico es ser alcalde por un año y luego renunciar para postularse como candidato a suceder a Petro. Pónganle la firma.


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Norberto Vélez Escobar

Ingeniero Forestal de la Universidad Nacional, Economista Forestal de las Universidad de New York y Siracuse. Exdirector de Corantioquia y de Cormagdalena, autor y coautor de seis libros y varios artículos sobre diversos temas.

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