Meses atrás, gracias a información de uno de los miembros de la Fundación Jóvenes Actuando, se tuvo noticia de un posible manejo irregular de recursos por parte del Asilo Sagrado Corazón de Jesús del municipio de Ciénaga, en el departamento del Magdalena.
Todo comenzó en 2017 cuando la directora, la religiosa Piedad Henríquez Melo solicitó mediante distintos medios de comunicación locales ayudas para el ancianato.
Sin dudarlo, los integrantes de la Fundación se pusieron manos a la obra e iniciaron la recolección de diferentes colaboraciones para aportar en esta noble causa. Al llegar al recinto, se percataron de lo evidente: el hogar se encontraba en condiciones que violan en gran medida la dignidad de estas personas, y ponían en riesgo su vida y su integridad. Si bien la actividad finiquitó de manera exitosa, los comentarios continuaron.
Sin embargo, la entrevista continuó, y cuando fue cuestionada respecto de aportes oficiales de la Gobernación, Henríquez aseveró:
«Están siempre por debajo de los dos millones de pesos mensuales cuando son girados, claro está, porque hay meses que no son girados, aunque ayudan en gran parte para los gastos de manutención de los ancianos y de funcionamiento«.
A partir de este punto, las afirmaciones tomaron otro tinte, porque se involucraron recursos públicos del erario. En esa medida, después de una ardua investigación, se realizaron gestiones ante la Gobernación de Magdalena, quienes se pronunciaron sobre el particular. El Secretario Seccional de Salud, Manuel Navarro Rada, en contestación de un derecho de petición afirmó que efectivamente existe un convenio con el asilo. Sin perjuicio de lo anterior, el mismo recibe más de 90 millones de pesos para su mantenimiento, y funcionamiento correcto. Informaciones extraoficiales conocidas por esta columna también dan aviso de que, en la gobernación ya existían irregularidades manifiestas pero que, hasta diciembre de 2017, no se habían investigado correctamente.
Ver respuesta de la Gobernación
Este caso ya se encuentra en curso en la Contraloría General de la República, la cual asumirá la investigación y sancionará a los responsables del presunto manejo irregular de lo recursos, si así se encuentra probado. Y, en eventual caso de encontrar el desarrollo de una conducta punible, compulsará copias a la Fiscalía General de la Nación.
Hechos, hechos jurídicamente relevantes y pretensiones
Pueden consultar el proceso en la página de la Contraloría General de la República con el código: 1rybXxDC1m
Es menester decir que Colombia es uno de los países más corruptos del mundo. En este momento, de hecho, se encuentra en el nefasto puesto 125 de 138 países evaluados por el Banco Mundial en su índice de ética. Y si bien cada día se reporta un nuevo caso, hoy no es la excepción. Sin embargo, esto no implica que todos debamos conformarnos. Por el contrario, debemos tomar esto como un llamado atención por estas preocupantes manifestaciones. Más de cincuenta billones de pesos se pierden anualmente por personas que llegan a la administración con el vomitivo propósito de hacerse millonarios. Algunos, lástimosamente, llegan en virtud de un concurso de méritos. Empero una gran cantidad llegan electos popularmente. Hoy, de hecho, se encuentra en curso la investigación contra la religiosa, quien presuntamente ha desviado recursos para los ancianos. Si esto llegase a confirmarse por parte de las autoridades nacionales, estaríamos frente a un nefasto caso en donde personas desprotegidas y vulnerables no pueden comer por el capricho de alguien que pretende anteponer su propio interés.
Esto es grave, porque cada día esta crisis se vuelve más agria. Cada día se manifiesta y se hace evidente la putrefacción de la moral social la cual no respeta ni barreras ni límites, y que, en donde ve la oportunidad, la toma para sí.
Puede que usted también sea de los que piense que «Los vivos viven del bobo». El problema es que «el bobo», en este particular caso, son personas vulnerables. Personas en estado de abandono. Personas que sufren la soledad a diario, y que, a poco de perecer, tienen que sufrir un infierno en vida. ¿Es esto justo? ¿Los abuelos de Ciénaga merecen realmente esta situación?
Es necesario repensar el modelo de sociedad, porque a diario se puede ver cómo los padres siguen comulgando con estas nefastas técnicas sociales. Los niños que aprenden a dañar a los otros por perseguir su propio interés, sin lugar a dudas serán los corruptos del futuro. Y creo que a ningún padre le gustaría ver a su vástago convertido en un forajido.
Hoy damos a conocer lo que parece ser un nuevo hecho de corrupción contra poblaciones vulnerables, y que presuntamente fue consumado por una representante de la Iglesia. Yo pregunto: ¿acaso la doctrina católica no predica que «robar es malo» y que «siempre se debe ayudar al prójimo»? ¿Dónde están estos valores? ¿Cómo procedería la Iglesia Católica en donde se comprobará la responsabilidad de Henriquez Melo en este nefasto hecho de corrupción?
Para terminar, solamente queda guardar fe en las instituciones nacionales para que conozcan y definan este caso. Sin dudarlo, que los responsables respondan por estas nefastas actividades. Pero siempre, la pretensión máxima debe ser la de proteger a nuestros abuelos que se están muriendo en la bella costa caribe. Estos indicios graves que existen a partir de las pruebas nos llevan a pensar: ¿está pensando alguien realmente en los abuelos de Ciénaga, en Magdalena?