“Este gobierno carece de liderazgo y ejecución en sus proyectos; aunque sus propuestas eran interesantes, no han sabido llevarlas a cabo ni han beneficiado al pueblo.”
Las últimas semanas han sido políticamente movidas, especialmente debido a las dinámicas controversiales del gobierno nacional, que posiblemente están relacionadas con el acercamiento de las elecciones de 2026. Lo que debemos tener claro es que debemos estar atentos a cada movimiento estratégico que haga la izquierda, ya que intentará provocar controversia para lograr recuperar el poder en las elecciones presidenciales.
Me refiero a estos movimientos como sospechosos porque, primero, se evidenció un en vivo del consejo de ministros que, sin lugar a dudas, fue un desastre. El mensaje que el presidente quería transmitir a los colombianos no se comunicó de manera clara. En ese momento, vimos cómo la falta de liderazgo y de trabajo en equipo está afectando las decisiones más importantes que impactan al país. Si analizamos la transmisión en detalle, también podemos notar que algunos ministros ni siquiera parecen interesados los temas que abordaban, mostrando desinterés, como cuando están en el celular, o incluso el propio presidente, quien no presta atención a lo que le decía el ministro de Educación por ejemplo.
Así, vemos una desconexión por ambos lados, sin un interés real por el pueblo. Aunque el presidente se hace llamar como un “presidente progresista”, y dice que su gobierno no lo es. Me parece irresponsable esa afirmación, ya que él es el responsable de elegir a su gabinete y delegar las funciones adecuadas para cumplir con su plan de gobierno, el cual, hasta ahora, solo ha sido ejecutado en un 15%. Luego de esto, culpa a su gabinete sin reconocer que su error no solo fue la mala ejecución de sus proyectos, sino también la selección inadecuada de su equipo de trabajo. Por lo tanto, la responsabilidad no solo recae sobre el gabinete por su falta de ejecución y liderazgo, sino también sobre el presidente, quien ha sido irresponsable al informar y no cumplir con los sueños que muchos colombianos depositamos en su gobierno.
Además, esta semana se anunciaron unas renuncias protocolarias de varios miembros de su gabinete, lo cual resulta algo sospechoso. Algunos de estos ministros habían hecho un trabajo relativamente decente en sus funciones, pero debido al fracaso de la transmisión, se vieron obligados a hacer estas renuncias. Aquí es donde debemos cuestionarnos: ¿todo este circo es parte de una estrategia política para las próximas elecciones presidenciales o simplemente está cambiando a su equipo porque se dio cuenta de que no tiene un grupo competente? Por ahora, podemos concluir que este gobierno carece de liderazgo y ejecución en todos sus proyectos. Aunque sus propuestas eran interesantes, no ha sabido llevarlas a cabo ni han beneficiado al pueblo.
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