Consultado el año pasado en una entrevista en un portal de noticias sobre el por qué se ha ido derechizando el país, Carlos Gaviria con mucha certeza señala que “es mucho más fácil militar en la derecha y estar por el establecimiento, por el “statu quo”, que asumir posiciones más audaces […] los sectores de izquierda se dividen tanto porque justamente hay que reconocer que son los sectores más pensantes, y cuando hay pensamiento hay controversia”.
Y que haya controversia no tiene nada de malo, pero que por causa de esta se terminen fragmentando los partidos y movimientos que comparten una misma visión y que además son minoría, se traduce en algo así como un suicidio colectivo. Este no solo ha sido el caso del Polo y los Verdes en varias elecciones, sino recientemente lo que se vivió en la contienda electoral de Medellín (no propiamente tratándose con candidatos de izquierda pero sí de aquellos que le apuestan a la agenda social).
No conozco las razones por las cuáles Compromiso Ciudadano terminó escogiendo en un primer momento a los ‘Federicos’ como la dupla que seguiría su legado, ni tampoco lo que motivó la candidatura de Claudia Restrepo que luego derivaría en la de Alonso Salazar. Probablemente haya errores que señalar aquí y allá pero lo realmente importante es la temible situación en la que nos vimos envueltos quienes compartimos y queremos que la visión de ciudad que ha gobernado los últimos 12 años en Medellín y los últimos 4 en Antioquia, siga en el poder.
Hago parte de los que se emocionaron con la idea de #EquipoMedellín en campaña al ver la ventaja en encuestas que tomó Juan Carlos Vélez; idea que en ese momento pudo estar impulsada por intereses electorales pero que hoy es una idea sensata que vuelve a renacer de forma imperativa como un proyecto propositivo y crítico a largo plazo que garantice la ciudad innovadora, verde e inclusiva que queremos. Que no nos vuelva a pasar ese voto finish entre los del Team Voldemort y los del Team Potter.
Sergio Restrepo ya lanzó la invitación pública como “un movimiento de opinión y formación política”. Ojalá vaya más allá y no solo opine sino que proponga y actúe. Porque de eso se trata, de construir. Pero probablemente no sea un camino fácil y no tiene que serlo. Los bandos siguen divididos por las heridas naturales que se abren en campaña. Espero vaya tomando forma y que vayan llegando poco a poco los de Fico, los de Alonso, los de Compromiso, los de Eugenio y en general todo el que tengan ganas de construir.
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