¿Por qué nos debería importar lo que está pasando en Arauca?

“Si no vive para servir, no sirve para vivir”

Para comprender a fondo este conflicto tendríamos que dejar nuestros privilegios a un lado, recordemos que si bien muchos de los que leerán el siguiente artículo, estarán cómodos y a gusto en su casa, en regiones apartadas de la violencia, en grandes ciudades o municipios a los que únicamente la violencia llega por medios de comunicación, pues, déjeme decirle estimado lector que esto no lo hace ajeno a el conflicto latente que se vive en Colombia y se ha vivido por muchos años por eso la invitación es a que no vea esto desde el privilegio sino más bien desde la objetividad de que todos somos colombianos.

Las masacres en Colombia no son algo nuevo, masacres año por año han existido, independientemente los motivos y/o causas no dejan de ser masacres y son alarmantes al igual que los desplazamientos forzados que estos se viven a diario no solo en Arauca también en otros “puntos calientes” del país, pero se está tan acostumbrado a escuchar esas y otras palabras que hacen apología a la violencia que no nos impide seguir con nuestra vida, que ni siquiera una alarma nos genera. ¡Claro! No es a nosotros a los que nos toca vivir esos hechos, desde que a nosotros no nos pase, todo está bien, así ha sido el pensar de la mayoría de colombianos en este país. Pero, esto ya no da para más, vivir masacre tras masacre, violencia y más violencia corta las alas y nubla la esperanza. Cuán grande será el dolor de las familias desplazadas, de las familias víctimas de un conflicto sin razón, un conflicto prolongando para el bien de los criminales, para el beneficio de los gobiernos.

Y es que lo que está pasando en Arauca es lo mismo que ha pasado por muchos años, pero un grado más alto y bélico, pues, Arauca es una de las zonas con más alta concentración de dos grupos guerrilleros, por más de tres décadas el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) este último grupo guerrillero pasó de ser uno de los más grandes a contener únicamente en sus filas disidentes del proceso de paz del 2016 pero el conflicto no disminuyó, sino más bien se concentró en esta zona, ya que la disputa por el territorio, extorsión a la industria petrolera y actividad de contrabando viene ya desde muchos años, pues en el periodo de 2004 y 2006 con el proceso de desmovilización de paramilitares los dos grupos guerrilleros iniciaron un camino de disputas por lo ya anteriormente mencionado, pues en este departamento del país la falta de institucionalidad y el poder de la fuerza pública nunca ha sido suficiente para contener a estos dos grupos que gozaron de capacidad militar y distribución territorial por largos años.

Al iniciar el año 2022, mientras que el sueño de muchos era posiblemente caminar en el sendero de la paz, esto, con tan solo 3 días del nuevo año se borró totalmente, ya que desde el 3 de enero del 2022 el ELN masacró a más de 20 personas en Arauca, desatando así la crisis humanitaria que al día de hoy deja más de 33 homicidios y han generado el desplazamiento forzado de más de 673 personas, ya que la situación de conflicto entre “La segunda Marquetalia” frente disidente de las FARC y el ELN se hace ya incontrolable, a esta crisis se le suma el amedrentamiento y las extorsiones que causan el desplazamiento, robos, incineraciones a buses intermunicipales y muy posiblemente el reclutamiento de menores de edad.

Expuesto todo lo que se tiene alrededor del conflicto, es menester que todos aportemos nuestro granito de arena, que nos interesemos en aportar soluciones al conflicto, en brindar por canales de ayuda ropa, alimentos no perecederos y de aseo personal pues el conflicto puede instaurarse en el departamento por mucho tiempo, día por día son más familias las cuales necesitan un apoyo, el hecho de vivir en partes del país por las cuales estamos “seguros” de que no nos pasara esto, no significa que no podamos hacer algo, por eso ese pantalón que no usa, esa camiseta, ese buzo que no le gusta por el color a las personas que si lo necesitan les vendrá de mucha ayuda, difunda, haga activismo de sofá, INDÍGNESE, LLORE, GRITE PERO HAGA ALGO ¡NO PODEMOS VIVIR MÁS EN CONFLICTO!

Respondiendo a la pregunta del título, pues, siendo sincero… Importarnos es lo mínimo que deberíamos hacer como COLOMBIANOS.