¿Por qué Fico no es el alcalde que necesita hoy Medellín?

Una de las herencias que nos deja Daniel Quintero con su pésima alcaldía es el regreso de Federico Gutiérrez al escenario político de Medellín. Lo digo porque en su intención de estigmatizar a la derecha uribista lo que hizo fue enfilarla y legitimarla como en una especie de llamado apocalíptico en el cual FICO aparece como el salvador de Medellín.

Permítanme, sin embargo, aguar la fiesta y poner a su consideración tres razones de por qué Federico Gutiérrez no es el líder que necesita Medellín en esta coyuntura de ciudad.

Primero, este exalcalde lleva cuatro años fuera de la órbita de Medellín. Como otros alcaldes cayó en la ilusión de pensar que por haber sido alcalde de Medellín podría ser presidente de Colombia. Y como vimos en la campaña presidencial a FICO le faltó mucho pelo para la moña, como dice un refrán paisa. Cabe añadir que el sin sabor, amargura, rabia y frustración del cuasi presidente de Colombia las quiere canalizar ahora con su candidatura a la alcaldía de Medellín, la cual a decir verdad fue la última de las opciones que tenía, porque al parecer le hicieron caer en cuenta que para el 2027 la presidencia la debatirán dos mujeres: Claudia López y María Fernanda Cabal y él no tendría chance alguno de ganar.

Segundo, se imaginan ustedes a este excandidato peleando y dividiendo más a Medellín y Antioquia contra el presidente Gustavo Petro. Generando así una ruptura institucional entre la presidencia y nuestra región. Ya hemos sufrido bastante las estigmatizaciones y divisiones que causó Daniel Quintero para que ahora venga otro mesías a encrespar más el ambiente, y de forma contradictoria lo que haga es polarizar más a la opinión pública produciendo de forma contradictoria una nueva legitimación de Quintero. Y no olvidemos que Medellín tiene unos electores jóvenes muy críticos de las derechas y podríamos tener muchas marchas juveniles en la ciudad haciendo todo el devenir de nuestra ciudad mucho más complejo.

Y finalmente, Federico no tiene proyecto de ciudad, solo ve en la ciudad la forma de autolegitimarse y redimirse de su pérdida electoral. Su estilo superfluo, sobrado, teatral y evasivo de las grandes cuestiones de la ciudad nos hacen pensar en una alcaldía de espectáculos mediáticos, pantalla, extravagancias, conflictos con los grupos y sectores que no son de su agrado o que no lo idolatran. Esta moda política colombiana de creer que existen mesías intocables nos hace menos democráticos y más autoritarios.

Medellín necesita otro liderazgo, diferente a esta cortina de humo de FICO, que nos saque del peligroso simplismo de que los buenos somos más que los malos. Un liderazgo más colectivo, que incluya o por lo menos respete las pluralidades de nuestra Medellín y que sepa convocar tanto al sector social como al sector privado e incluso a los diferentes matices políticos para sacar a Medellín adelante no sólo de una desastrosa alcaldía de Quintero, sino de las grandes violencias estructurales, culturales y directas que vive Medellín desde hace décadas.


Todas las columnas del autor en este enlace: Carlos Alberto Builes Tobón

Carlos Alberto Builes Tobón

Doctor en Letras, arte y lenguas de la Universidad de Rennes 2, Francia. Licenciado en Filosofía y Magíster en Estudios políticos y desarrollo de la UPB. Profesor de las clases Pensamiento Político I y Relaciones Internacionales II. Algunas de sus publicaciones están en la relación de la sociología, literatura, política y gobierno, territorio y seguridad.

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