Sin duda alguna el abogado Fernando Arévalo Carrascal es una de las personas con mayor liderazgo y perfil apto desde los conocimientos y experiencias jurídicas, además de la trayectoria política no solamente honesta sino disruptiva y rebelde -característica principal reivindicada por el actual Gobierno Nacional en muchos de sus nombramientos de directivos, ministros y cargos del Servicio Consular y Diplomático-, es clave para las grandes transformaciones que han consolidado la arquitectura institucional y democrática de nuestro país, que con sus luces y sombras, ha sido construido sin duda por hombres y mujeres, con liderazgos y carácteres diversos, como lo es la geografía y sociedad colombianas. Sin duda alguna, y además, sin el ánimo de demeritar a los demás juristas que fueron habilitados por parte del Departamento Administrativo de la Presidencia de la República-DAPRE para que sean ternados por el Jefe de Estado para que junto a los candidatos de la Rama Judicial -Consejo de Estado y Corte Suprema de Justicia- sea escogida la persona que ejercerá el cargo de Procurador General de la Nación para defender los derechos fundamentales y el debido proceso para todos los colombianos.
¿POR QUÉ FERNANDO ARÉVALO ES LA MEJOR OPCIÓN PARA REPRESENTAR EL CAMBIO EN LA PROCURADURÍA?
Las grandes hojas de vida generalmente colocan los logros dentro de la profesión o se limitan al proceso para llegar a los puntos tutelares de una carrera profesional o ascenso en el ámbito de dicha profesión -valga la redundancia-. Pero pocas personas reconocen y reivindican los aprendizajes que generan los primeros pasos de búsqueda de conocimiento, creativos o laborales. Con Fernando Arévalo pasa todo lo contrario. Una persona con una gran formación profesional jurídica, de ciencias políticas e internacionalismo, que ha generado una carrera pulcra en el servicio público, ya sea por el voto popular, o por la confianza que los tomadores de decisiones tienen en un criterio sólido para grandes responsabilidades.
Tengo un sesgo personal a apoyar a la localidad de Chapinero y al norte de Bogotá en general debido a mi crianza, origen y escenario de vida social, académica y política. Alguien que representa esa política raizal, sana, de sentido de pertenencia por las comunidades, liderazgo de ideas y empatía de no entender el Derecho como letra muerta o letanías, sino como las claves para mejorar la vida de las personas dentro de la civilización. Cuando como presidente de la Junta Administradora Local de Chapinero en la primera mitad de la década del noventa al organizar una gran convención para capacitar líderes y dignatarios de toda la ciudad en participación ciudadana y en los avances que trajo la entonces nueva Constitución de 1991, regañó públicamente al alcalde de turno, el doctor Jaime Castro y otros altos funcionarios por simplemente no asistir a un evento de tanta importancia.
Esa pasión por la academia, el medio ambiente y el periodismo no son una dispersión ni diletancia: son herramientas que ha utilizado con maestría como pocos juristas en la función pública para generar sinergias que hagan posibles las políticas públicas articuladas entre instituciones sin celos, sesgos ni prejuicios. Eso fue su liderazgo en ASOCARES, el gremio que reúne a las corporaciones autónomas regionales, que son las autoridades ambientales más antiguas y robustas legales y financieramente en los territorios del país para proteger los ecosistemas. Su paso por el gremio en la primera década de los años 2000 hizo un antes y un después, dejando para la posteridad un gremio empoderado, pensante, intelectual y funcional a la sociedad reflejado en un evento trascendental de gran valor hasta hoy: la Feria Internacional del Medio Ambiente-FIMA que se realiza en Corferias de Bogotá cada dos años.
Conocedor de los procedimientos legales en el control y preservación de los recursos públicos; también en devolver a la sociedad los bienes obtenidos por organizaciones criminales a partir de actividades ilícitas desde la Fiscalía; pero todo esto sumado al grado de conocimiento administrativo en el sector privado, que es necesario para complementar y conocer ambos lados de la gerencia, que en últimas debe servir para a través de sus servicios generar mejor calidad de vida a las comunidades y dar funcionalidad al Estado.
Fernando Arévalo Carrascal es un persona probada con hechos que tiene sensibilidad social, creatividad, conocimiento jurídico, liderazgo y autoridad moral además de credibilidad administrativa para ser Procurador. Y además, porque representa la naturaleza pluralista del Gobierno del Cambio, de la construcción sin sectarismo, del rescate de los valores nacionales y del mejoramiento de un Estado donde la justicia sea una realidad que baje más allá de las consideraciones teóricas y las discusiones entre juristas.
El señor Presidente Gustavo Petro Urrego y sus asesores jurídicos sabrán escoger los mejores perfiles, pero no sobra expresar a través del siguiente enlace
https://forms.office.com/r/RcJz4SuGWi nuestro apoyo a Fernando Arévalo para que en representación del Ejecutivo del Cambio sea el nuevo Procurador General de la Nación, al servicio de las comunidades, los territorios, la gerencia pública transparente y la verdadera libertad de expresión con altura y calidad humana.
Las buenas personas a veces hay oportunidad de elegirlas una sola vez en la vida: ¿perderemos el momento de Chapinero, de Bogotá y las regiones?
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