Me senté a escribir esta mi columna semanal para el portal Al Poniente en la hemeroteca de la Universidad Nacional de Colombia en la ciudad de Bogotá, donde varios profesores comentaban los resultados del último informe del Scimago Institutions Rankings que certifica que la Universidad Nacional es la mejor universidad de nuestra nación.
En la presente columna quiero hacer una reseña del profesor Ignacio Mantilla Prada, líder del proyecto UN enfocado fundamentalmente a la calidad académica.
Conocí al profesor Ignacio Mantilla en el año 2012 cuando participé, con una serie de profesores universitarios, en el proceso de elección de rector de la Universidad Nacional de Colombia. En aquel entonces me llamó la atención su estilo concreto y preciso, fruto de su formación matemática, acompañado de un compromiso con el proyecto de la Universidad Nacional como el alma máter de los colombianos.
El profesor Mantilla estudió matemáticas en la Universidad Nacional en las modalidades de pregrado y maestría, y cursó el doctorado en matemáticas en la Universidad de Mainz en Alemania.
Mi experiencia como consultor empresarial en el campo de la estrategia organizacional me ha permitido acercarme a muchos dirigentes corporativos, tanto en el sector público como en el privado, y creo tener alguna sensibilidad para identificar sus personalidades y estilos gerenciales.
Así mismo he tenido la oportunidad de trabajar al lado del profesor Mantilla durante los últimos tres años y el día a día me ha permitido conocer su carácter y su estilo de trabajo.
Todo lo anterior me posibilita hacer un pequeño perfil del rector Ignacio Mantilla, que está aspirando a continuar como rector de la Universidad Nacional de Colombia durante los próximos tres años, en un nuevo período que le permita consolidar su proyecto institucional.
Lo primero que quiero destacar es que el profesor Mantilla es un gran gestor, cualidad que debe ponderarse en la administración de un ente tan complejo como la Nacional:
– Siendo decano se le midió al proyecto de modernizar el estatuto estudiantil, el cual fue aprobado por el Consejo Superior universitario y avalado por toda la comunidad académica.
– Cuando llegó a la rectoría hizo un lobby ante el Congreso de la República y logró la aprobación, por unanimidad, de una estampilla que le posibilitará a la Universidad modernizar su estructura física, obsoleta y arcaica, desde la ingeniería moderna. Seguramente la historia llamará a ésta con el nombre de “Estampilla Mantilla”.
– Desde su campaña a la rectoría proyectó un hospital moderno como se lo merece la Universidad, propósito que puso a marchar, superando las consecuentes dificultades, y que llevará a que la Facultad de Medicina ratifique su nombre como la mejor escuela de medicina de la nación.
– En su gestión rectoral el profesor Mantilla enfrentó la crisis de Unisalud, que según analistas universitarios sólo era viable hasta el 2015. Hoy puede presentar a esta sensible institución para la vida universitaria con unos estados financieros saneados y con un futuro claro y esperanzador.
– Validando su experiencia con el estatuto estudiantil, el profesor Mantilla lideró desde la rectoría la modernización del estatuto profesoral, unificando tres estatutos diferentes y discordes en uno sólo. La satisfacción del cuerpo profesoral con este estatuto es evidente, y con él la Nacional está a la altura de las principales universidades del mundo.
– Respondiendo a las expectativas de la comunidad universitaria, el rector Mantilla entregó a la Universidad un nuevo estatuto de contratación el cual posibilitará que los profesores tengan mayor eficiencia en sus tareas de investigación y extensión.
– El profesor Mantilla promovió la creación del Centro del Pensamiento y Seguimiento a los Diálogos de Paz, ratificando el compromiso de la Universidad Nacional de Colombia con los grandes problemas nacionales.
– El profesor Mantilla consideró que el tema académico tenía la mayor prioridad institucional, y en ese orden de ideas reforzó los programas de maestría y doctorado sin descuidar los pregrados. Por eso la calificación Scimago como la mejor universidad colombiana una de sus grandes cartas de presentación.
En segundo lugar quiero resaltar que el profesor Ignacio Mantilla pone los intereses institucionales por encima de las veleidades personales. Sabe delegar e invitó a su equipo de trabajo a cuatro excandidatos a la rectoría, con una mirada abierta hacia el futuro de la Universidad.
En tercer lugar debo comentar una gran cualidad del profesor Mantilla: es leal a la palabra, receptivo a las ideas y tiene la suficiente terquedad para sacar adelante los grandes proyectos a los cuales se compromete.
En cuarto lugar deseo compartir con mis lectores que el profesor Mantilla consulta sus decisiones antes de actuar, tiene la capacidad de escuchar opiniones contrarias y es capaz de transformar sus ideas bajo argumentos que busquen preservar la democracia y el espíritu universitario.
En quinto lugar tengo que contar que el profesor Ignacio Mantilla es una persona ajena al protagonismo mediático a título individual, situación que supera cuando debe buscar el protagonismo institucional.
En sexto lugar me es imperativo comentar que el profesor Mantilla es fiel a sus amigos y cree firmemente en ellos.
Desde mi subjetividad yo creo que la imagen del comportamiento social de una persona es el reflejo de la forma como se comporta en familia. Después de conocer el entorno familiar del profesor Mantilla, me queda el convencimiento de que es un ser cálido y que su familia es el centro de sus aspiraciones más sentidas.
A mis lectores de Al Poniente les cuento que yo espero que Ignacio Mantilla Prada sea reelegido como Rector de la Universidad Nacional de Colombia para el período 2015-2017. Por lo tanto los invito respetuosamente a apoyar su candidatura en la consulta electrónica para profesores, estudiantes y egresados, el próximo miércoles 18 de marzo de 2015.
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