Con la epidemia mundial pareciera comenzar un nuevo ciclo de vida cotidiana. El tapabocas será reemplazado por la corbata y la chaqueta solo será usada para eventos especiales. El bluyín tendrá el uso frecuente y la camisa con el logo de la empresa tendrá un significado de identidad con marca. Las reuniones no tendrán alargue en tiempo, la frecuencia, puede ser de acuerdo a la señal según la plataforma utilizada. Las palabras, tendrán un uso destinado al tema que convoca la necesidad de reinventarse nuevas maneras de comunicación escrita y oral.
Hemos pasado, largos, siete meses, de aislamiento social. Inolvidable ese 20 de marzo, todos los medios de comunicación, haciendo eco de las directrices desde el palacio de Nariño. La policía haciendo gala de su código ciudadano multaban a diestra y siniestra, las noticias del contagio, aumentaba la expectativa y nos confinaron en las casas con el imaginario del covid-19, ciencia o ficción. Epidemiólogos daban sus argumentos y más miedo creaban, algo parecido, en la edad media con la peste negra.
Se vivieron momentos de un aislamiento social, que seguramente casi nadie quisiera volver a experimentar, algunos alcaldes decretaron cierres donde no había contagios y dieron órdenes de evacuar veredas donde los habitantes no pasaban de ser los mismos de las tres o cuatro casas de siempre, otros, en cambio, en ciudades grandes, tuvieron que seguir su vida, por esa razón, tan poderosa de muchos al expresar: «nos mata el virus o nos dejan morir de hambre» testimonio de uno de los vendedores de mazamorra en la calle.
Ahora, estamos volviendo a salir sin las medidas de pico y cédula, de pico y género, no hay pico y placa, no hay estudiantes en el transporte público, la alternancia en las instituciones educativas no se ha podido implantar, como se requiere y los profesores siguen desde sus casas con la intensidad de sus horarios de clases. Las telenovelas no se han podido grabar y nos tienen viendo a Pedro el Escamoso. Los indicadores del DANE hacen ver el país muy distinto al que percibimos en la calle y las noticias que llegan de Europa, nos hace alertar que otro confinamiento se puede dar y la gente va con tapabocas a la calle tratando de ir acoplando las nuevas maneras de sobrevivir, la pandemia con fábula, en la televisión de las seis de la tarde, de lunes a viernes, en el canal nacional.
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