¡País sin memoria! El Petro de ayer, de hoy y de siempre

Cuán diferente sería la historia, si los colombianos al momento de votar por Petro, hubieran dejado de lado la emoción y hubieran dedicado unos minutos a investigar su paso como Alcalde en Bogotá.

La frase famosa atribuida a Jorge Agustín Nicolás Ruiz de Santayana “el que no conoce su historia está condenado a repetirla”, se ha vuelto una sentencia para Colombia, de hecho es habitual que diferentes líderes de opinión e intelectuales la usen para referirse a que no somos capaces de estudiar nuestra propia historia política y por eso repetimos los mismos errores de siempre.

Esta frase ha recobrado fuerza una vez más, sobre todo en estos días de turbulencia en el gobierno de Gustavo Petro, quien hizo una barrida ministerial y ha decidido romper la coalición con los partidos conservador, liberal y de la U, lo cual puede ser normal en cualquier gobierno, sin embargo, con Gustavo Petro no lo es, porque está reviviendo el mismo comportamiento de cuando fue alcalde de Bogotá.

Recordemos que administrativamente fue un caos, durante sus 4 años cambio alrededor de 64 secretarios y directores de entidades, tuvo un enfrentamiento con los medios de comunicación a quienes a diario tildaba de mafio periodistas, su familia se vio involucrada en diferentes escándalos, de hecho en el 2014 pidió a la Fiscalía investigar a su hijo Nicolás porque existían rumores  sobre su interferencia en la contratación del Distrito, y no olvidemos que sus cuñados tuvieron varios escándalos por millonarios negocios.

No olvidemos sus promesas incumplidas como: los 1000 jardines, el metro subterráneo, el hospital San Juan de Dios , entre muchas otras, capítulo aparte su uso del Twitter sobre el cual recibió críticas donde se le cuestionaba que pasaba mucho tiempo en la red, también es recordada su terquedad y obstinación para llevar a cabo iniciativas incluso en contra de la ley, el triste caso del contrato de recolección de basuras por el cual fue investigado y sancionado, da cuenta de esto.

La lista es todavía larga: ¿Cómo dejar por fuera los balconazos?, o su conocida fama de incumplido donde dejo a muchos bogotanos plantados, o su estilo maniqueísta de dividir a Bogotá entre buenos y malos. Todas estas actuaciones se dieron entre el 2011 y el 2015.

Han pasado 8 años desde que entregó la Alcaldía de Bogotá, los cuales sirvieron para sepultar en las arenas del tiempo su pésimo actuar, también ayudo a este propósito su candidatura presidencial del 2018 que le entregó una curul en el Senado, que le permitió convertirse en líder de la oposición y fue el trampolín para ganar las elecciones presidenciales, haciendo uso de una acida critica al gobierno de Duque y un hábil discurso que emocionó a muchos colombianos.

¡Emoción que hoy ya no existe! Las altas cifras de desaprobación de su gobierno evidencian que su gestión está siendo de nuevo errática, muchos colombianos se sienten decepcionados y hasta estafados porque votaron por el cambio, pero todo sigue igual, incluso varias cosas están mucho peor (seguridad, precio del dólar, inflación, etc.). Cuan diferente sería la historia, si los colombianos al momento de votar por Petro, hubieran dejado de lado la emoción y hubieran dedicado unos minutos a investigar su paso por Bogotá.

A pesar de esto, Petro no tiene para nada la culpa, él es el mismo de ayer, hoy y siempre.  ¡La verdadera culpa es de este país sin memoria!, al cual la frase de Jorge Agustín Nicolás Ruiz de Santayana le vuelve a pasar factura. ¡Ojalá aprendamos!


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Luigi Parra Forero

Esposo. Papá. Economista. Maestría en Economía
@UNALOficial. Docente Universitario. Escritor. Menos Estado. Menos Impuestos. (#LOML)

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