Otra derrota para el gobernador: ¡la Universidad pública se defiende!

No hay que tener dos dedos de frente para saber que el gobernador Andrés Julián Rendón, quien viene sumando un fracaso tras otro -desde una “vaca” que nunca despegó a un referendo que hundieron sus compañeras del Centro Democrático en el Senado- es un enemigo declarado y acérrimo de la Universidad pública. En ello, suele recurrir a la estigmatización y a la agresión contra la autonomía universitaria.

Recuerdo que recién posesionado estigmatizó a los estudiantes de la Universidad de Antioquia que, por razones sobre todo económicas, han tardado más tiempo del que fija el calendario académico en concluir sus carreras. Al gobernador se le olvidó, como para variar, que muchos estudiantes de la Universidad pública deben trabajar, sacar adelante a sus familias o ser padres o madres; antes, tener tiempo para estudiar, es tanto un acto de resistencia como de valentía.

El gobernador Rendón, ajeno a esa realidad, solo estigmatizó a esos cientos de estudiantes, y de paso, emprendió una cruzada contra la Universidad de Antioquia que aún se mantiene. Hasta el punto de que llegó a afirmar en una entrevista para la revista Semana: “Le voy a respirar en la yugular a la UdeA”.

Con fortuna, el movimiento estudiantil ha sabido resistir, y en parte, fue debido a su presión y fuerte movilización, que se cayó, tras ser aprobado en un primer debate en la Asamblea Departamental, el apartado del regresivo proyecto de Ordenanza 52 -modernización del estatuto de rentas- que pretendía acabar con las estampillas que actualmente representan los recursos de financiación del Politécnico Jaime Isaza Cadavid, la IU Digital y el Tecnológico de Antioquia.

Con esa movida, Rendón intentó liquidar la autonomía de las universidades y de paso supeditar los recursos de libre destinación a su discrecionalidad, ya que, el proyecto de Ordenanza nunca fue claro y de forma paralela proponía una supuesta “política pública” que convertiría los recursos que actualmente reciben las universidades vía estampilla en una base presupuestal fija e incrementa. ¡Esa tal política pública solo era una excusa porque nunca existió!

Ahora, las universidades conservan la autonomía para disponer de recursos que no son menores, porque para 2024 el Politécnico recibió por lo menos $9.108 millones, la IU Digital $8.564 millones y el Tecnológico de Antioquia $2.389 millones. Si la estampilla hubiera sido derogaba tal como pretendía Rendón, el gobierno departamental hubiera tenido el camino despejado para avanzar en el control financiero total de las tres universidades. La siguiente estampilla que seguía en el orden del día era la de Universidad de Antioquia.

Esa derrota fue resultado de la presión, la movilización estudiantil y una ciudadanía que sabe resistir en defensa de la educación superior pública.

Defensa que si ha tenido eco en el Gobierno nacional, porque mientras Rendón busca asfixiar financieramente a las universidad públicas para así poder controlarlas, el ministro de Educación, Daniel Rojas, logró que la plenaria del Senado avanzará en la aprobación de un proyecto de reforma a la Ley 30 de 1992 que plantea aumentar los recursos que reciben las universidades e instituciones de educación superior pública. Al proyecto de reforma le restan dos debates en Cámara de Representantes para volverse realidad. Un legado del Gobierno del cambio.

Al gobernador le quedó clara una lección importante: ¡la Universidad pública se defiende!

 

Andrés Mesa

Ex Diputado de Antioquia
Abogado, especialista en derecho administrativo y magister en derecho.
Jefe Oficina Jurídica del INVIMA

Comentar

Clic aquí para comentar

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.