¿Orgullo gay? ¿Orgullo de qué?

“Hoy es un día para estar orgullosos, para sentir y celebrar la vida. Para construir una sociedad plural, respetuosa y libre. Que las nuevas generaciones puedan vivir felices en Colombia”


Ya pasó la medianoche. Es un mes cualquiera, un fin de semana cualquiera, pero no estoy en cualquier parte. Estoy en las urgencias de un hospital de alta complejidad en Medellín. Soy un estudiante de medicina, escribo la historia clínica de un paciente que acabo de ver, hace frío, llueve en la calle.

A lo lejos, quienes estamos de turno alcanzamos a escuchar una sirena. Nadie alcanza a imaginarse la ansiedad que esto nos causa, la incertidumbre, el miedo a lo que se viene. ¿Qué habrá pasado?, nos preguntamos.

Mi profesor me manda a ponerme unos guantes, que me prepare. El café queda a medias. A los pocos minutos hay gritería, empujan la puerta, entra una mujer trans, apenas un poco mayor que yo, tendida en una camilla, llena de sangre.

En el centro de Medellín, alguien lleno de odio —y esto lo relata una de sus amigas— le ha clavado un “chupa chupa” (arma cortopunzante) en el pecho; le han roto literalmente el corazón. Un policía apretuja su mano contra la herida, queriendo evitar lo inevitable. No alcanzo siquiera a tocarla, entra directo a cirugía, no hay tiempo de protocolos.

Pasa una hora eterna, el profesor sale de cirugía y aprendo a diligenciar un certificado de defunción. Causa de muerte: el odio. Pero no puedo poner eso. El café ya está frío. La sala queda en silencio toda la noche.

El Día del Orgullo Gay, celebrado cada 28 de junio, nace conmemorando los disturbios de Stonewall en 1969, cuando personas LGBTIQ+ se enfrentaron a la policía en un bar gay de Nueva York, marcando un punto de inflexión en la lucha por los derechos.

Muchos han muerto físicamente en esta lucha; otros han muerto en vida. Se les ha quitado el derecho a ser, a existir, el derecho a ser libres y a expresarse, el derecho a amar y ser amados, el derecho a crear una familia, a la salud. ¡Hasta el derecho a creer en Dios!

El orgullo gay no es más que la expresión de dignidad y alegría por sobrevivir, ser y existir en la diversidad, en un país marcado por la violencia, la discriminación, la exclusión y el miedo.

Las marchas del orgullo gay en todo el mundo son gritos de libertad, signos de rebeldía y de inconformidad con esquemas sociales excluyentes. En esta sociedad debe haber lugar para todos, sin discriminación alguna. Colombia debe y puede tener un lugar para todos, sin condiciones.
Solo nos falta un poco de respeto, tolerancia, empatía y escucha.

Cuidado, movimiento LGBTIQ+, cuidado con caer en lo mismo que criticamos: el fanatismo, la exclusión, la imposición de ideas o la violencia.

Hoy es un día para estar orgullosos, para sentir y celebrar la vida. Para construir una sociedad plural, respetuosa y libre. Que las nuevas generaciones puedan vivir felices en Colombia.

Juan Pablo Sánchez Garcés

Médico y cirujano / Universidad de Antioquia, especialista en Gerencia de la Salud / Fundación Universitaria de Ciencias de la Salud, residente de la especialización en Medicina Interna / Universidad Libre de Colombia. Me gusta el debate respetuoso de ideas, la política, la salud y la educación. Aguadas, mi tierra.

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