“Aspiraciones políticas de Youtubers, opinadores en redes sociales, líderes y lideresas sociales, activistas de derechos humanos, politólogos, exdeportistas olímpicos y periodistas, harán de la próxima contienda electoral, una de las que más tendrá representación de muchos sectores de la sociedad, de las regiones y de la Colombia profunda.”
El 2022 es el año que más esperanza está generando en los votantes de Colombia. Después de décadas de oscuridad política, al fin se ve un pequeño brillo en el horizonte electoral de este país.
La aparición de muchos candidatos de fuerzas políticas alternativas, hace que la ciudadanía empiece a interesarse mucho más por las elecciones de Congreso y Presidencia de la República, corporaciones con alto abstencionismo de votantes.
Año tras año, han sido los mismos clanes políticos tradicionales, los que han ocupado estos puestos de elección popular; ya que tienen a su servicio las grandes maquinarias clientelistas, con las cuales se aprovechan del hambre y la necesidad de las comunidades para comprar a diestra y siniestra paquetes de votos, y con las que se han mantenido en el poder. Lo anterior, se evidencia con la forma de hacer campaña política de las casas Char, Name y Gerlein en el Atlántico, los Aguilar en Santander, los Cotes en el Magdalena, los Ramos en Antioquia o los Toro en el Valle del Cauca.
Por ejemplo, la casa Char se ha visto salpicada por escándalos de compra de votos, de igual forma, por financiación ilegal con los dineros de la multinacional Odebrecht, también por saltarse los topes de las campañas políticas e incluso, por parapolítica, específicamente el caso de David Char.
En cuanto a la poderosa casa santandereana, Richard Alfonso Aguilar, quien fue gobernador de Santander, es investigado por la Fiscalía General de la Nación (FGN) por supuestos actos de corrupción por más de $500 mil millones.
En 2019, los exgobernadores del Magdalena Rosa Cotes y Luis Miguel Cotes, fueron vinculados a una nueva investigación por la FGN, por presuntas irregularidades en la firma de contratos públicos, entre el 2012 y el 2019.
La casa política del Valle del Cauca, en cabeza de Dilian Francisco Toro, también está montada en este carrusel de la corrupción; ya que presuntamente, esta dirigente política, cuando fue gobernadora del departamento en mención, manejaba una nómina paralela; de igual forma, tiene investigaciones por irregularidades por el PAE y paquetes nutricionales para madres gestantes, en fin, cuenta con más de 10 procesos investigativos por probable corrupción.
La casa antioqueña de los Ramos, no se queda atrás en casos de corrupción, lo que se evidencia con la condena de 95 meses de prisión a Luis Alfredo Ramos, por parte de la Corte Suprema de Justicia, por haber recibido dineros de las AUC para sus campañas, y mantener presumiblemente, lazos con los hermanos Castaño.
Estos clanes, a pesar de estar vinculados en escándalos de corrupción, se están proponiendo a cara de las elecciones del 2022, mediante la coalición de la experiencia, integrada por David Barguil, Dilian Francisco Toro, Enrique Peñalosa, Federico Gutiérrez y Juan Carlos Echeverry, algunos de ellos con investigaciones por irregularidades en sus administraciones como alcaldes y gobernadores.
En un tuit expresado por el expresidente Álvaro Uribe Vélez, este hizo la siguiente advertencia a sus seguidores en la red social Twitter: Ojo con el 22. El exjefe de estado ya sabe que, para el próximo año se avecina una oleada de una política renovada que, sin duda alguna, les arrebatará el poder y disminuirá sus escaños en el congreso de la república, debido a los múltiples escándalos de corrupción y de parapolítica, en los que se han estado envueltos algunos senadores y representantes a la cámara de esta colectividad.
La población colombiana está cansada de una administración tan fatigante e ineficiente como la de Iván Duque y de un Congreso que solo ha velado por los intereses del partido de gobierno y de los grandes capitales; este descontento se evidencia en la baja popularidad con picos históricos, como lo muestran las encuestas de Invamer con caídas hasta del 75% de desaprobación para el presidente de la república y hasta un 87% de desfavorabilidad para el Congreso de la República. Es por esto, que los ciudadanos están apostando a una renovación política, a un nuevo aire electoral; en el que las maquinarias políticas sean desquebrajadas; y lleguen a puestos de poder verdaderos representantes del pueblo.
Aspiraciones políticas de Youtubers, opinadores en redes sociales, líderes y lideresas sociales, activistas de derechos humanos, politólogos, exdeportistas olímpicos y periodistas, harán de la próxima contienda electoral, una de las que más tendrá representación de muchos sectores de la sociedad, de las regiones y de la Colombia profunda.
Hay muchos personajes que van a enriquecer el panorama político en las próximas elecciones y uno de ellos es el politólogo y periodista Ariel Ávila, el cual se ha caracterizado por hacer y dar a conocer investigaciones sobre corrupción y parapolítica; él pretende obtener un puesto como senador de la república.
Otro ejemplo, son las candidaturas de los abogados Miguel Ángel del Río Malo y de Augusto Ocampo; el primero para la cámara de representantes por el Atlántico y el segundo por Cundinamarca, sin duda alguna, así como se han caracterizado por su eficiente trabajo como juristas, le darán un enfoque más profundo a las conversaciones y debates en la colectividad a la que aspiran.
Mujeres como la lideresa social y ambiental Francia Márquez y la lideresa indígena Arelis Uriana como precandidatas presidenciales o la constitucionalista Cielo Rusinque, la exdeportista olímpica Katherine Ibarguen, la socióloga Sara Tufano, la lideresa ambiental Isabel Zuleta, Luz Marina Bernal, una de las madres de Soacha, la médica Carolina Corcho, la presidenta de MAIS Martha Peralta y la directora musical de orquesta Susana Boreal llegan a oxigenar el panorama político de las próximas elecciones con su presencia, ideas, propuestas y trabajos previos que, fundamentan sus candidaturas y reclaman el importante puesto que debe ocupar la mujer en la machista politiquería colombiana.
Una figura muy importante que, generará debates interesantes en el Senado de la República es el doctor Gilberto Tobón, el cual se ha caracterizado por sus análisis contundentes sobre las acciones y los discursos de los principales personajes políticos del país y ahora quiere una curul en el Congreso para dar la lucha contra la corrupción y la ramplonería en esta colectividad.
José Alberto Tejada, el periodista del Canal 2 de Cali, quien cubrió las protestas en el Valle del Cauca, es otra cara fresca para las próximas elecciones legislativas, ya que, sin duda alguna será la voz de miles de jóvenes que respaldan su candidatura, los mismo a los que acompañó y protegió con el lente de su cámara ante los atropellos de la fuerza pública.
En cuanto a los candidatos a la Presidencia de la República, el rostro más notable y el que las encuestas han mostrado hasta con más del 20% de la intención de voto, es el senador Gustavo Petro, quien se ha caracterizado por liderar una nueva forma de hacer política en este país, libre de clientelismo; lo anterior, justifica su propuesta de consolidar un Pacto Histórico, una especie de acuerdo sobre lo fundamental, como lo propuso Álvaro Gómez Hurtado, en el que convergen muchas fuerzas políticas basadas en la paz, la justicia social y la democracia.
Además de las nuevas caras, las formas de hacer política, también son muy importantes en la construcción de las elecciones de la esperanza. Un ejercicio democrático muy interesante que se está proponiendo en el Pacto Histórico es el de las listas en cremallera, para garantizar la participación equitativa, tanto de hombres como de mujeres en las próximas elecciones legislativas. Además, que se está invitando a esta lista a líderes y lideresas sociales y ambientales de las regiones, que tradicionalmente no han tenido la oportunidad de ocupar curules en el Congreso de la República por las maquinarias clientelistas que dominan electoralmente estos territorios. Todo esto crea un panorama esperanzador, que, aunque podría ser mejor, es lo que tenemos por el momento y es el comienzo de una Colombia mejor para todos y todas.
De hecho, con las pasadas elecciones regionales en 2019, se evidenció cómo los clanes tradicionales perdieron sus fortines políticos, al ser ganados por candidatos alternativos, como fue el caso de Medellín con Daniel Quintero, Claudia López en Bogotá y Jorge Iván Ospina en Cali, lo cual es un presagio de lo que podría pasar también en las elecciones de 22.
La Colombia de la equidad social, pospuesta por la corrupción y los partidos políticos tradicionales, está acercándose paulatinamente, pero firme. Las ciudadanías libres, cada vez son más conscientes de la gran responsabilidad que tienen al ejercer su derecho al voto, la de elegir candidatos y candidatas que en realidad representen las necesidades de todas las poblaciones de este país, comenzando desde lo menos favorecidos social y económicamente, pasando por todos los estratos socioeconómicos, supliendo sus necesidades y requerimientos.
Es menester que, no perdamos la esperanza de una Colombia incluyente, la de un país en el que quepamos todos y todas, libre de corrupción, sin clientelismo, ni jugaditas o trampas; ya que todo esto ha sido el legado de la politiquería ramplona. Es por eso que, ahora más que nunca, debemos aprovechar esta oportunidad tan única, las elecciones de la esperanza del 2022, para cambiar el panorama político de nuestro país y finalmente, orientarlo en principios como la equidad, el respeto por los derechos, el trabajo por la conservación del medio ambiente, la libertad de expresión y la paz.
Comentar