El Partido Popular ganó la histórica repetición de las elecciones generales españolas el domingo con 137 escaños tras haberse completado el 99,96% del escrutinio, aunque sin los representantes necesarios para gobernar en solitario y desbloquear la parálisis política generada por la ausencia de mayorías en los comicios de diciembre.
Según los datos oficiales ofrecidos por el Ministerio del Interior, el PP obtendría 137 escaños, el 33% de los votos, lejos de los 176 necesarios para la mayoría absoluta en el Parlamento de 350 diputados. Hace seis meses, la formación conservadora obtuvo 14 escaños menos, 123, y el 28,7% de los votos, más de medio millón de apoyos menos que los recibidos el domingo.
«La sociedad española nos ha dado un apoyo mayoritario y tenemos que estar orgullosos porque creímos en lo que hicimos y hemos dado la batalla por España y sin ponernos a las órdenes de nadie», proclamó el presidente interino del país, Mariano Rajoy, desde el balcón de la sede del Partido Popular.
«Han sido cuatro años difíciles, pero estamos caminando en la buena dirección y España asoma la cabeza. De lo que se trata ahora es de ser útil al cien por cien del pueblo español, de los que nos han votado y los que no. A partir de mañana tendremos que empezar a hablar con todo el mundo, y lo haremos», agregó el líder conservador en un discurso interrumpido en numerosas ocasiones por los cánticos de los seguidores concentrados en la calle.
El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) suma 85 representantes y el 22,6% de los votos, cinco diputados menos que hace seis meses, cuando obtuvo su peor resultado histórico. La coalición Unidos Podemos – la unión del partido de extrema izquierda Podemos, y sus confluencias regionales, con Izquierda Unida y Equo, creada para esta votación – lograría 71 escaños, los mismos que los obtenidos por Podemos y comunistas por separado en diciembre. Ciudadanos se mantiene como cuarta fuerza más votada con 32 representantes, un notable descenso frente a los 40 de hace seis meses.
El candidato socialista, Pedro Sánchez, reconoció la derrota en una comparecencia ante reporteros y militantes en la sede del partido: «El PP ha sido el partido más votado. He llamado a Mariano Rajoy y le he felicitado».
«No estoy satisfecho. Queríamos ganar estas elecciones (…) A pesar de las dificultades y los augurios que anunciaban una pérdida de relevancia del PSOE, ha vuelto a confirmar la condición de partido hegemónico de la izquierda», agregó Sánchez.
La reedición de los comicios generales, una convocatoria electoral inédita en la historia de España, no arroja una mayoría clara de gobierno y abre la puerta a posibles pactos. La alternativa al bloqueo político en que vive el país desde hace seis meses podría ser un poder ejecutivo de mayoría de derechas, según apunta el catedrático de ciencias políticas de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), Ramón Cotarelo.
«La repetición de estas elecciones ha hundido a la izquierda porque prácticamente está garantizado un gobierno de mayoría absoluta de la derecha», manifestó Cotarelo, tras sumar los escaños obtenidos por PP, Ciudadanos, Partido Nacionalista Vasco (PNV) y Coalición Canaria (CC). «En cambio, la izquierda no suma ni siquiera con los independentistas catalanes», agregó en referencia a Esquerra Republicana de Catalunya (ERC).
El Partido Popular gobierna desde diciembre de forma interina. El PSOE, que logró entonces un acuerdo provisional con Ciudadanos, una formación que se sitúa en el centro del arco parlamentario y está cerca del sector empresarial, no logró los apoyos suficientes en el Parlamento para su investidura.
«Los resultados no son satisfactorios. Teníamos expectativas diferentes», dijo el candidato de la coalición Unidos Podemos, Pablo Iglesias. «Nos preocupa también la perdida de apoyos del bloque progresista. Es verdad que nos consolidamos (…) y que lo que hemos conseguido es histórico. Pero nos preocupa que el PP y el bloque conservador hayan aumentado sus apoyos. Es el momento de reflexionar y fomentar el dialogo entre las fuerzas políticas progresistas».
En su comparecencia, el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, dijo: «Vamos a dialogar para llegar a acuerdos y fomentar el cambio. Quiero decirles al PP y al PSOE que si mañana están dispuestos a sentarse para intentar formar gobierno, Ciudadanos estará en esa mesa. Pero con una sola condición: no podemos poner los sillones por delante de los españoles».
El resto de escaños se repartieron entre partidos más pequeños: ERC lograría 9 escaños, los mismos que hace seis meses; Convergencia Democrática de Cataluña (CDC), el partido que gobierna en la región noroccidental, ocho; PNV baja uno y se queda con cinco representantes; los nacionalistas vascos de EH-Bildu, mantienen sus dos representantes y CC conserva su diputado.
El fuerte descontento popular con el gobierno por el alto desempleo, los recortes de servicios como la salud y la educación y los incesantes escándalos de corrupción han sido el centro del debate electoral en estas últimas dos semanas.
De los más de 34,5 millones de españoles llamados a las urnas, el 69,8% ejercieron su derecho al voto, unas décimas más que en la anterior cita pese a las oscilaciones en el dato a media jornada, debido en parte al buen tiempo y al elevado porcentaje de voto por correo. De los 24,1 millones de votos depositados, el 0,93% fueron votos nulos y el 0,75% estaban en blanco.
Según la Constitución, el gobierno electo debe obtener un voto de confianza con más del 50% de los 350 sufragios antes de asumir. Si no lo consigue, una segunda votación 48 horas después debe darle el 50% de los votos emitidos y en este caso algunos partidos pueden abstenerse y dejar que otro asuma el poder a cambio de concesiones.
En las elecciones del domingo se eligieron también a los 208 senadores que ocupan la cámara alta, con menos poder legislativo. Con casi el 95% del voto contado, el Partido Popular se encaminaba a un triunfo aplastante con 130 senadores, seis más que diciembre. El PSOE sería segundo con 43 representantes y ERC tercera con 10.
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Fuente: AFP
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