Nuevo Código de Policía: ¿Y las sanciones a los criminales para cuándo?

Gran revuelo ha causado el que será el Nuevo Código de Policía en nuestro país, el cual entra en vigencia desde este lunes 30 de enero y que ha dejado más dudas que certezas dentro de la ciudadanía. Si bien este tipo de “manual de convivencia” es importante en nuestro país y en especial nuestra sociedad, una comunidad a la que le hace falta cultura y en donde en muchos casos desconocemos las mínimas normas de respeto, no solo con nuestra ciudad, sino con los demás; el Nuevo Código de Policía deja un sin sabor porque parece estar más empecinado en castigar y controlar a los ciudadanos de bien, que a los mismos criminales y delincuentes que actualmente son el cáncer de nuestra ciudad.

Es estupendo que castiguen nuestra falta de urbanidad, ya sea porque no recogemos los desechos de nuestras mascotas, porque decidimos perturbar la tranquilidad de nuestros vecinos poniendo música a todo volumen hasta altas horas de la noche o porque en vez de pedir un baño prestado y pagar 200 pesos para hacer uso de uno de estos, escojamos cualquier andén, muro o pastizal y hacer nuestras necesidades fisiológicas allí. Es genial que nos sancionen por discriminar a personas por su orientación sexual, que nos multen por dárnoslas de “aviones” revendiendo boletas de espectáculos públicos y que nos penen por tener animales en lugares que no son aptos para ellos, entre otras cosas, pero yo quiero hacer estas preguntas: ¿En dónde están las multas y sanciones económicas a los atracadores?, ¿Cuánto deberán pagar estos criminales cada vez que apuñalan a alguien?, ¿Cuáles son las sanciones para un bandido que porta un arma ilegalmente?, ¿Qué pasa con los que se aprovechan de forma descarada del trabajo honrado y digno de las personas de bien?

A mí que no me digan que la justicia se encarga de ellos, cuando en pleno 2017 reincidentes por asesinatos, violaciones, robos, entre otros vejámenes, son castigados en el peor de los casos con detención domiciliaria. Este Nuevo Código de Policía parece estar más del lado de la criminalidad y de fomentar la delincuencia, que de proteger y defender a los ciudadanos que a diario nos esforzamos honradamente por salir adelante. Qué presentación tiene, por ejemplo, que por usar un celular durante un vuelo; que por pegar anuncios en una calle sin permiso o que por no sacar la basura a tiempo, sea multado con cerca de 800 mil pesos y que alguien que atraca e intimide alguien con un arma blanca o de fuego, sea “capturado” y dejado en libertad en pocas horas, como si nada hubiese pasado. ¿De cuánto millones es la multa para eso?

Es ilógico que la Policía ya tenga facultades, para que sin ningún tipo de orden, puedan entrar a una casa para acabar una fiesta, pero necesite de una orden allanamiento para entrar a casas de criminales y recuperar lo que nos han robado. Desde todo punto de vista, es una payasada que por defenderme de un ladrón me multen con 787 mil pesos e incluso se me abra un proceso penal, pero a este por intentar robarme e incluso matarme, no se le imponga ningún tipo de sanción y ya tenga las garantías para pasar a ser el victimario. Con todo respeto de las autoridades policiales, ¡Eso es promover la delincuencia!

Si el problema de la justicia es que la criminalidad queda impune por culpa de la ciudadanía, por no presentar denuncias, en vez de castigar a una persona que por rabia e indignación agredió a un ladrón ¿Por qué este nuevo Código no promueve la cultura de denunciar a los criminales? ¿Por qué no dan un incentivo, así sea de 5 mil pesos, o se otorguen privilegios similares a los que dan por tener un certificado electoral cada vez que una persona hace una denuncia? Pero no, este Código de Policía sólo castigará las equivocaciones de los ciudadanos de bien.

Por eso la delincuencia nunca se acabará, porque la justicia y las autoridades, e incluso muchas personas, se preocupan más por dar garantías y proteger al delincuente que por castigarlos drásticamente, protegernos y evitar que esos criminales vulneren nuestros derechos. En Colombia hace muchísimos los delincuentes dejaron de robar por necesidad; o ¿Qué persona con hambre roba con zapatos y ropa de marca en motos de alto cilindraje? Acá se dedicaron a robar por deporte y porque les gusta la vida fácil, sin importar lo que haya que hacer, encontrando en las leyes y en Códigos como estos, el permiso ideal para ejercerlos.

 

 

Jhonatan Ortiz León

Comunicador Social / Periodista de la Universidad Luis Amigó. Con experiencia en diferentes medios de comunicación y con gusto por los temas políticos.