Con la entrada en operación del Túnel Guillermo Gaviria Echeverri, se avizora una revolución económica en la región. Luis Roberto Durán, gerente de la Empresa de Vivienda de Antioquia, VIVA, destaca que este hito no solo potenciará la conectividad, sino que también catalizará la diversificación de las actividades económicas en Urabá.
El Túnel GGE se erige como un impulsor clave para la expansión del comercio exterior y el turismo en la zona. Según Durán, la infraestructura no solo dinamizará la movilidad, sino que también abrirá nuevas oportunidades comerciales y de inversión. Con la proyección de un crecimiento económico sostenido, la región se posiciona como un epicentro para la innovación y el desarrollo.
Esta nueva fase con el Túnel GGE no solo transformará la movilidad, sino que también generará un impacto directo en las vocaciones de los municipios circundantes. La apertura de nuevas rutas y la mejora en la accesibilidad pueden impulsar sectores específicos, como el turismo en las playas de Turbo, Necoclí, San Juan de Urabá y Arboletes, así como el desarrollo del comercio, la hotelería de paso en Cañasgordas, y la promoción del sector agrícola, especialmente el café, en Giraldo.
Durán, destaca una transformación significativa en la dinámica económica de Urabá. En el periodo comprendido entre 2021 y 2023, VIVA ha invertido $10.327 millones en viviendas, abarcando 9 municipios de la región. Este desembolso, según Durán, es solo un indicio de la expansión proyectada, respaldada por el acelerado desarrollo que la zona experimenta.
El gerente de VIVA anticipa un futuro donde los puertos no solo potenciarán el comercio exterior, sino que también estimularán el turismo, especialmente hacia las playas de Turbo, Necoclí, San Juan de Urabá y Arboletes. Durán señala un cambio notable en las vocaciones municipales; por ejemplo, Cañasgordas, próximo a Urabá, se perfila como un centro de servicios en crecimiento, con un floreciente comercio y hotelería de paso.
Giraldo, por otro lado, encuentra su vocación en la producción de café y otros productos agrícolas. Esta especialización, según Durán, no solo podría atraer migración hacia la zona, sino también impulsar el sector inmobiliario.
En definitiva, la entrada en operación del Túnel GGE no solo es un logro en infraestructura, sino un catalizador de cambios profundos que prometen una era de prosperidad económica y diversificación en la región de Urabá.
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