No exageramos

Hablar de feminismo, derechos de las mujeres, roles de género, y cuestionar lo establecido con relación a lo que debe ser un individuo de acuerdo a su sexo en espacios cotidianos genera incomodidad sí o sí, aún son muchos los hombres que tienen la creencia – errada por decir poco- de que el feminismo es una exageración.

En realidad, queramos o no, ya nos hemos acostumbrado a vivir y convivir de forma normalizada con las diversas expresiones de violencia machista, por lo cual hablar de temas como los que mencioné en el párrafo anterior genera molestias.

Sofia, Valentina, Rosa, Isabella, Isabel, Deisy, Sara, son algunas de las víctimas que ha dejado la violencia contra las mujeres en Colombia en lo que va del año: sólo en 2023 el Observatorio Colombiano de Feminicidios registró 525 casos, y hasta el mes de junio del presente año el boletín Nacional del Observatorio Colombiano de Feminicidios reportó 417 entre el mes de enero y junio.

Unas cifras aterradoras que muestran una vez más que las vidas de las niñas, adolescentes y mujeres se ubican en un nivel de importancia inferior, y es que cómo olvidar el sufrimiento de una madre, que fue espectacularizada en televisión, al encontrar a su hija de tan sólo 12 años asesinada después de haber estado 19 días desaparecida.

Por supuesto que hablo de Sofía Delgado, una niña que salió de su casa a la tienda para comprar un shampoo para su mascota y nunca regresó en el municipio de Candelaria, Valle del Cauca.

Brayan Ocampo, el asesino de Sofía, confesó haber asesinado y secuestrado a la niña. La Fiscalía le imputó los delitos de feminicidio, secuestro y ocultamiento de pruebas, pero como suele predominar en este tipo de casos, la justicia tardó mucho en llegar, puesto que se determinó que Ocampo era reincidente: en 2018 fue acusado de violación y de haber intentado secuestrar a otra niña del sector en el pasado mes de septiembre.

De acuerdo a datos brindados por el Instituto Nacional de Medicina Legal, en el último año se han registrado más de 19 mil casos de abusos sexual contra menores de edad en Colombia, lo que equivale a más de 50 hechos de esta naturaleza por día. El grupo etario más afectado es el que va de 12 a 17 años donde hay un registro de 10.713 casos, equivalente al 55,8%, seguido de los menores que tienen entre 6 y 11 años con 6.113 casos que representan el 31,8% del total.

En el mismo sentido, según cifras de esta fuente, con corte al 10 de abril del presente año ya se habían registrado más de 19.192 casos de abuso sexual contra menores. Un dato estremecedor sobre los victimarios es que la mayoría de veces pertenecen al mismo entorno de los menores, algo que hace que Colombia se considere un país peligroso para la niñez.

El feminicidio de Sofía conmocionó el país hace apenas 10 días y hoy, 27 de octubre, se conoció la noticia del presunto feminicidio de Valentina Babilonia Castro en Bolívar, una joven de apenas 18 años que salió de su casa y fue reportada como desaparecida el pasado 24 de octubre.

El feminicidio de Valentina, tal y como el de Sofía, deja un sinfín de preguntas sin respuestas, así como la idea reforzada de que las mujeres en Colombia no estamos del todo seguras en ningún lugar.

Aunque, las noticias de feminicidios se ubican en la agenda noticiosa una y otra vez, suele pasar que la sociedad adormecida pierde la capacidad de sorprenderse a la hora de leer casos como los dos expuestos, pero siempre hay que recordar el dolor de las víctimas directas e indirectas.

Un último dato sobre la violencia desbordada contra las mujeres en Colombia, y todo el mundo, es que de acuerdo a Unicef más de 370 millones de niñas y mujeres en todo el mundo se ven sometidas a violaciones y abusos sexuales en la infancia.

Lamentablemente, nuestros cuerpos siguen siendo objeto de deshumanización por los hombres, los detalles macabros de los feminicidios, y demás violencias basadas en género, continúan siendo una cachetada sin previo aviso que se va olvidando cuando los hechos dejan de ser mediáticos sumergiéndose en la impunidad.

Se evidencia la falta de compromiso ético y político de las instituciones e individualidades que nos agreden, es por esto que las mujeres y disidencias NO EXAGERAN cuando hablan de feminismos y de sus derechos, lo único exagerado aquí son las vidas que se està llevando el machismo y las tasas de impunidad.

Sara Marín

Soy periodista de la Universidad de Antioquia. He trabajado en medios como el Colombiano y RCN Radio. Me gustan los temas políticos, internacionales, sociales e históricos y amo profundamente el oficio.

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