“Unámonos por Medellín, aquí y ahora lo importante es concentrarnos en lo fundamental, asumir posiciones propositivas, construir a partir de las diferencias y retomar ese rumbo que nos ha hecho grandes”
Hoy nos vemos enfrentados como ciudad ante una de las peores crisis económicas de Medellín y como si eso no fuera suficiente, se siente en el aire el riesgo de una hecatombe social como resultado de una terrible polarización dónde pareciera debemos tomar un bando y asumir acciones que propendan por la destrucción del otro, incluso llevándonos por delante algo que amamos con el alma: a MEDELLÍN. Y es que en el fondo de todo esto quien más pierde es la ciudad; los insultos, las calumnias, los señalamientos mal intencionados, los “choques de trenes” en redes sociales y demás situaciones que hemos venido evidenciando, sólo consiguen alejarnos de lo importante, las discusiones hoy no se centran en lo fundamental y están consiguiendo dividirnos como sociedad.
Históricamente Medellín se ha caracterizado por su resiliencia, pujanza y desarrollo, y porque el sentido de pertenencia y el amor de sus habitantes hacia ella son una de sus notas más significativas, no en vano somos hoy una ciudad referente a nivel mundial. Me pregunto entonces ¿por qué cambiar eso ahora?, ¿por qué apostar a la división y la polarización, si es la unión la mayor herramienta que hemos tenido para alcanzar tal desarrollo?. En esta ciudad como en cualquier otra, es imposible señalar la ausencia plena de diferencias, al contrario estas son las que han impulsado grandes consensos sobre lo fundamental. Para ello, ha sido necesario el coraje para aceptarlas y trabajar a partir de las mismas, reconociendo la fortaleza de los argumentos de nuestra contraparte y su valor, pero sobre todo ha sido clave poner por encima de cualquier diferencia, posición o nombre, el AMOR POR MEDELLÍN.
Pensar hoy en el Metro de la 80, un proyecto que beneficiará a cientos de familias y casi un millón de habitantes, es pensar en como la unión nos lleva a alcanzar grandes cosas, fueron años dedicados a idear, a construir, a sumar, varias administraciones, decenas de nombres, todos pensando en Medellín y en su progreso, y vimos como terminando el mes de septiembre el Concejo de Medellín le dijo mayoritariamente SÍ al Metro de la 80, como también le dijo SÍ el gobierno nacional. Esa es la Medellín que nos enorgullece, esa es la ciudad por la que sacamos pecho, además porque la amamos a más no poder. Unámonos por Medellín, no es un asunto de tomar partido en la división, aquí y ahora lo importante es concentrarnos en lo fundamental, asumir posiciones propositivas, construir a partir de las diferencias y retomar ese rumbo que nos ha hecho grandes.
Usted y yo apreciado lector tenemos algo en común, algo que nos une por encima de cualquier diferencia, algo que llevamos en el corazón, a usted y a mi #MedellínNosUne y es momento de promover una discusión de ciudad alrededor precisamente de lo que nos une, generando consensos respecto a la situación actual de esta ciudad, que nos permitan llegar a un pacto entre la sociedad, la academia, la empresa, los dirigentes políticos y la administración. Unidos hemos superado cada reto y sólo unidos podremos seguirlo haciendo.
No es momento de cambiar lo que no ha hecho grandes.
Muy buen texto. Si nos unimos dejando atrás el odio, la indiferencia y el fanatismo, y retomamos el respeto, el diálogo y la empatía podemos hacer de Medellín un lugar de vida, paz y equidad.