“Creonte: (…) el soberano Febo nos ordenó claramente arrojar de la región
una mancha que existe en esta tierra
y no mantenerla y así evitar peores males irremediables”.
(Sófocles, Edipo Rey)
Edipo: (…) yo que he resultado nacido de los que no debía, teniendo relaciones con los que no podía y habiendo dado muerte a quienes no tenía que hacerlo…”
(Sófocles, Edipo Rey)
Esta cuarta entrega la dedico a realizar un resumen de los argumentos expuestos en los tres artículos anteriores y presentar lo que a mi juico es el peor legado de Petro: haber contribuido a formar una iglesia y no un partido político. A pesar de lo anunciado, no escribiré más sobre este gobierno pues no quiero hacer un catálogo de sus iniciativas, en su mayor parte fracasadas o a mi juicio, inanes.
- Para vencer las resistencias políticas y personales, llegué a la conclusión que este gobierno, como cualquier otro, podía y debía ser objeto de crítica y en mi caso, de autocrítica, porqué ayudé a elegirlo. Qué a tal efecto, uno era el despelotado, confuso y bocazas Presidente Petro y otro Petrosky, el valiente luchador y aguerrido político que con sus denuncias logró meter a la cárcel casi la mitad del viejo establecimiento.
- Sostuve y me afirmo en ello, que ni el Presidente ni su Gobierno son de izquierda. Que no se es de izquierda por no provenir de los partidos tradicionales o criticar permanentemente a Uribe. Qué tardíamente Petro ha confirmado que no es de izquierda y qué además, así lo señala su origen: el M-19 nació por un fraude electoral que realizó el Frente Nacional y desde su nacimiento, el “M” se propuso relevarlo en el Gobierno y desde allí hacer algunas reformas
- El cuento de que el de Petro es el primer Gobierno de izquierda del país, machacado por los medios del viejo establecimiento y dado por cierto por mucha gente, es una falsedad que busca desprestigiar las opciones de verdadero cambio que históricamente ha reclamado la izquierda, retoma los prejuicios inculcados por la predica antiliberal de la iglesia católica y hace eco al mensaje del peligro comunista agenciado por los gringos.
- Que en la actual coyuntura se presenta una agria disputa por el Gobierno entre el Viejo y reaccionario Establecimiento y el Establecimiento de Relevo que encabezan Petro y sus “cuchachos” del “M”. Que ese pulso lo ganará quien obtenga el mayor apoyo de los políticos tradicionales, los corruptos y los bandidos Que valido de esa mentira, el Viejo establecimiento se ha inventado los llamados Centro político y Centro democrático, que no son más que su fachada táctica y la apuesta estratégica de lo que ha sido el expolio y la corrupción de los partidos tradicionales.
Ahora si, al grano. Digo que quien quiera apostarle al Establecimiento de Relevo debe entender que lo progresista del cambio consiste en sacar del Gobierno al Frente Nacional representado por los partidos Liberal y Conservador y sus máscaras tácticas y estratégicas. Que siendo así, no veremos cambios significativos, pues estaremos en presencia de gobiernos de transición. Esto es, no se combatirá de manera decidida la corrupción, no se descentralizará el Estado, no habrá reforma al paquidérmico y corrupto poder judicial a y no veremos jamás una salida autóctona al problema del narcotráfico.
Para mantenerse en el poder Petro ha seguido una estrategia comunicacional que no contribuye a la formación de una cultura política que coloque el pensamiento al servicio del Cambio, ni ha ayudado a difundir una pedagogía de tolerancia y respeto por la crítica y la abierta diferencia. Petro ha fomentado en el pueblo Colombiano, en algunas capas intelectuales y en su seguidores, un culto a la personalidad y el prurito del no se peude hacer que ha pegado con las babas de un discurso altisonante, unas disculpas tontas y unas redes sociales atiborradas de fieles.
El designio de los oráculos se está cumpliendo: Petro acaba con el Frente Nacional que lo parió y en una alianza incestuosa con sus restos, llega al torno. La tragedia de Edipo Rey, escrita por Sófocles hace 2.450 años, nos invita hoy a repetirla como comedia.
“¡Ay, destino! ¿En dónde te precipitaste?”
*Abogado de la Universidad de Antioquia
Medellín, diciembre 20 del 2025
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