“Hoy como sociedad debemos cerrar filas frente al cuidado y la defensa de nuestros niños, hay que enmendar la deuda histórica en materia de protección de los derechos que tiene esta población, desde la etapa de la gestión a los niños se les debe asegurar el acceso a servicios de educación, salud y alimentación óptimos, así como a espacios culturales, deportivos y sociales que les permita desarrollar su crecimiento y el desarrollo de capacidades, físicas, cognitivas y sociales”
La niñez es la etapa de la vida donde el ser humano comienza a desarrollar su identidad, sus rasgos psicológicos, sus capacidades cognitivas y físicas. Así mismo se inician los procesos de relacionamiento social y afectivo; es importante brindarles a los niños una infancia en la cual puedan desarrollarse de manera libre y sana. En Colombia el artículo 44 de la constitución política establece que los derechos fundamentales de los niños y niñas son, la vida, la integridad física, la salud, la educación, la recreación, la libre expresión, el cuidado y el amor, es decir que nos compete a los demás ciudadanos garantizarles a estos seres que son el eje central de nuestra sociedad que todos se cumplan; pero en el país nos ha quedado grande cumplir con esta responsabilidad.
Según cifras publicadas en el año 2018 por la organización Save The Children, Colombia para ese año ocupaba el penoso tercer lugar en materia de homicidio infantil entre 157 países, según el ICBF al menos 7 niños y niñas son violentados diariamente en el país, y Según UNICEF durante el año 2020, 209 niños murieron por causas asociadas a la desnutrición y antes de la crisis ocasionada por el COVID-19, uno de cada diez niños no recibía educación, durante la pandemia según el ministerio de educación alrededor de 102.000 niños desertaron de las instituciones educativas, siendo más aguda esta problemática en las zonas rurales del país debido a la falta de elementos idóneos para el desarrollo de las actividades educativas, dentro de estos uno fundamental que es la conectividad a internet, la escasez de recursos económicos también fuerza a los niños a la deserción escolar, lo que los lleva a ingresar al mercado laboral informal en el cual son explotados o en casos mas graves son engañados por estructuras criminales para que ingresen a engrosas sus filas.
Vemos que las instituciones del país emiten decisiones que buscan todo lo contrario a la protección de la niños y niñas generando desazón, ejemplo de ello, es el pronunciamiento de la corte constitucional al aprobar la unión marital de hecho o unión libre para menores de 18 años en un país donde según cifras oficiales alrededor de 1.500 niños y niñas son obligados a practicar actividades de prostitución y anualmente cerca de 82 niñas y jóvenes mueren por causas asociadas a la gestación, una decisión de este calibre no puede causar otro sentimiento.
Hoy como sociedad debemos cerrar filas frente al cuidado y la defensa de nuestros niños, hay que enmendar la deuda histórica en materia de protección de los derechos que tiene esta población, desde la etapa de la gestión a los niños se les debe asegurar el acceso a servicios de educación, salud y alimentación óptimos, así como a espacios culturales, deportivos y sociales que les permita desarrollar su crecimiento y el desarrollo de capacidades, físicas, cognitivas y sociales.
Desde las instituciones se debe evitar a toda costa que los menores caigan en manos de la delincuencia, así como la ocurrencia de cualquier tipo de abuso y maltrato en contra de ellos, y en caso de que ocurra alguna de estas situaciones se debe castigar con la pena más alta tanto a quien los incite a cometer ilícitos como a quien se atreva a abusar de ellos o a maltratarlos. Como ciudadano, pero también como padre de familia exhorto a las instituciones y a los ciudadanos para que generemos entornos protectores e idóneos para nuestros niños y niñas permitiéndoles que crezcan en condiciones integrales para su bienestar, no podemos permitir que de nuestros niños sigan abusando o maltratándolos, no se nos puede volver a morir un niño a causa de desnutrición. También aprobar leyes y destinar recursos suficientes para garantizar los derechos al 100% de la población infantil.
Proteger nuestros niños es proteger nuestro futuro.
¡Vamos A Recuperar Y Fortalecer El Liderazgo De Antioquia!
Horacio Gallón Arango
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