Y sí. Cuando esto pase, tenemos que pensar en el después; en los problemas que se podrían generar a raíz de esta pandemia: más pobreza, más desempleo, más hambre, más inseguridad y una economía colapsada. Es lamentable que en esta situación veamos cómo en los medios de comunicación nos informan de diversos casos de corrupción de algunos “politiqueros” que han jugado con la necesidad de la ciudadanía más vulnerable.
¿Incertidumbre? Sí, y mucha. En definitiva, la vida nos dio un giro drástico desde la llegada de esta pandemia. Lamentablemente las cifras de muertos y contagiados sigue creciendo y esto repercute en un efecto catastrófico en la economía mundial. Ya expertos afirman que el desempleo en Colombia podrá oscilar entre el 22 al 26% y que económicamente estamos al borde una recesión que no se veía desde la Segunda Guerra Mundial.
Ciertamente navegamos por aguas desconocidas, ningún gobernante se imaginaba una crisis de esta magnitud. Ninguno tiene una ruta clara establecida, ninguno sabía cómo actuar frente a un enemigo microscópico
Lo que sí es cierto e innegable es que viviremos en un mundo menos próspero. La combinación de un virus mortal -que algunos siguen viendo como una simple gripe-, junto a algunos liderazgos incompetentes, en definitiva nos ponen en una situación preocupante.
En estos tiempos de alta complejidad para la ciudadanía, es doloroso ver cómo los medios nos informan sobre algunos “políticos” que, con pocos meses nombrados en sus cargos, han defraudado a la ciudadanía más desprotegida.
Ahora bien, la Contraloría, la Fiscalía y la Procuraduría establecieron un frente común para salvaguardar los recursos que deben ir dirigidos a mitigar un poco los efectos de esta pandemia. Según declaraciones del Contralor General de la Nación, Carlos Felipe Córdoba -quien aseguró recientemente que se están examinando 7.756 contratos celebrados bajo la figura de urgencia-, se alerta y se previene sobre presuntos sobrecostos en productos que componen los kits de alimentación dirigidos a la población que está atravesando más complejidades y, a su vez, se estudian los contratos para la adquisición de equipos y material hospitalario.
Por su parte, Francisco Barbosa, Fiscal General de la Nación, imputó cargos a 10 alcaldes del país, y están citados varios gobernadores por la Unidad de Fiscales Delegados de la Corte Suprema de Justicia por celebración indebida de contrato y peculado.
En otro orden de ideas, si tocamos el tema económico, aplaudo las medidas tomadas por el Ejecutivo Nacional de anticipar la devolución del IVA, aumentar pagos monetarios que van directo a las familias más desprotegidas como Familias y Jóvenes en Acción, y de los Adultos Mayores, el aporte de Ingreso Solidario y el apoyo que se le ha brindado por medio de créditos a las Pymes. Lamentablemente, gran parte de la población no ha percibido parte de estas ayudas.
En síntesis, estamos en una época de endeudamiento y el gran reto del Gobierno será habilitar el empleo y reactivar la economía de manera ordenada; seguir trabajando coordinadamente con el sector privado en el diseño y protocolos de salud e higiene para proteger a los trabajadores y minimizar el contagio, como bien lo comentó la vicepresidenta Marta Lucía Ramírez la semana pasada: “a menor riesgo, mayor impacto en la generación de empleo, mayor impacto en el PIB y mayor apertura”.
Hoy retomo las palabras del dr. Juan Camilo Restrepo, ex ministro de Hacienda, quien señaló que “esta crisis es monumental y no se veía en nuestro país desde 1.930”.
Lo cierto es que esta crisis no es sólo sanitaria, es social y económica. Esta crisis ha marcado más la inequidad en Colombia, pues todos hoy somos un poco más pobres, y es triste reconocer que ni la “politiquería”, ni el clientelismo, ni la corrupción se fueron de cuarentena.
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