Los llamados a una “Antioquia Federal”, invocan a la creación de otro país. Y no podemos permitir que a Antioquia la desmembren; pero tampoco podemos desmembrar a Colombia. Los Antioqueños somos regionalistas, amamos esta tierra; pero somos orgullosamente Colombianos. Nuestra propuesta, que venimos socializando hace más de un año en el contexto regional y nacional, es de Autonomía Fiscal para las Regiones, con el fin impulsar una verdadera descentralización.
La Constitución de 1991, dentro de sus estrategias para reducir el centralismo dirigido desde La Capital, permitió a los municipios colombianos generar ingresos propios, asignándoles los recursos recaudados al gravar la propiedad. Sin embargo, los departamentos se quedaron con rentas limitadas y obsoletas que no les permiten a estos niveles intermedios de gobierno incidir en la transformación de los territorios y la vida de su gente. ¿Cómo podemos solucionar esto? Cedamos a los departamentos el control de impuestos directos-renta y patrimonio- para que puedan enfrentar la pobreza y promover el bienestar de sus habitantes. ¡Es hora de impulsar una verdadera descentralización!
Actualmente, la Nación recibe algo más de $100 billones por impuestos directos y solo le devuelve $56 billones a las regiones en transferencias (Sistema General de Participaciones). Nuestra propuesta implica que esos recursos se redistribuyan en los departamentos para impactar la inversión social y generar equidad sin depender de las decisiones del Gobierno Nacional.
Con la materialización de esta iniciativa, Antioquia, por ejemplo, aumentaría sus ingresos de $5,5 billones a $13-$15 billones anuales. Esto permitiría sacar de la pobreza a 2 millones de personas; pavimentar 26 mil km de vías; universalizar el acceso a los servicios públicos básicos y a la conectividad digital, entre otras inversiones estratégicas.
La Autonomía Fiscal Para Las Regiones es una estrategia de reforma constitucional, a partir de un referendo ciudadano, con el cual transformaremos el centralismo asfixiante que agobia a las regiones de nuestro país, territorios donde se produce el 75% del PIB nacional pero que no se ven respaldados con la libertad suficiente para tomar decisiones autónomas. Debemos avanzar con la recolección de firmas para que esta iniciativa pueda tomar lugar. La labor será ardua, pero tenemos que propender que las regiones tengan la posibilidad de decidir e invertir en cambiar positivamente la vida de sus ciudadanos.
Es momento de unirnos y luchar por una Colombia más descentralizada, equitativa y próspera para todos.
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