Hay que empezar diciendo que el gran acierto de este proyecto es la conjugación del verbo dinamizar. Los procesos hoy en territorio ya sea con parque abierto o en construcción, permiten un proceso de apoderamiento tan fuerte que parece libreteado.
Otra parte interesante estuvo en que los municipios se tuvieron que sentar a pensarse una estrategia educativa con lo que tenían y a lo que querían llegar ganándose el concurso. Esto llevó a que los mismos servidores públicos y agentes de cambio de cada territorio pusieran su cuota en la transformación que se anhelaba. Sin embargo, el desacierto tal vez estuvo en el proceso de un nuevo edificio y no en el reforzamiento de las instituciones educativas.
Hablaba Inés Sanguinetti la semana pasada en la Cátedra Mova llevada a cabo en UPB, sobre la importancia del trabajo mancomunado entre Estado y entes culturales, y expresaba que la escuela ya murió hace rato y que lo malo es pensar que los profesores que entraron a trabajar con ese difunto encima, también murieron, cuando son ellos los que hoy en día pueden darle vida a los pasillos y salones.
Esta mujer que es experta en temas creativos y en desarrollar y enfocar la escuela nueva hacia lo cultural, daba a entender que los entes culturales o esos nuevos artistas no se tenían que buscar necesariamente en las academias e institutos que cobran mensualidades por tocar instrumentos por niveles, sino que por el contrario, la escuela para lograr tener nuevos aires, para poder dinamizarse, debían priorizar a los estudiantes que acudían a diario a ver unas cuantas horas de matemáticas y lenguaje.
Incluso, como la estrategia de gobierno de Antioquia la más educada, se centra en la evaluación y en la promoción de los maestros y maestras del departamento, Sanguinetti decía que lo más importante es crear y agregó que «la evaluación debería ser el último proceso en la escuela y con los docentes. Evaluar reprime y eso es lo que falta entender, que la evaluación es el medio y no el fin, pues después de un análisis de algo es que surgen las ideas».
Por otro lado, todas aquellas propuestas que presentaron los concursantes debieron tomar en cuenta a las I.E pero la mayoría de municipios se dedicaron a soñar (que no está mal hacerlo), y al día de tener el edificio abierto a la comunidad, habían vacíos en la programación y un desconocimiento sobre el uso del espacio.
«El trabajo mancomunado es lo que hace que las escuelas junto con sus estudiantes no mueran. Hay que explorar las habilidades» decía la argentina frente a lo que se debe hacer en las instituciones educativas. El modelo de escuela nueva no se basa en la vagancia, que es lo que muchos ven, pero lo que hay detrás de esto, es la modificación de una estrategia que ha sido usada y usada y se tiene que repensar. «Se buscan profesores que estén muy cualificados y se siguen recibiendo estudiantes pasivos».
¿Necesitaba Antioquia de los 80 parques educativos? Tal vez no. El propósito de Antioquia la más educada debió ser en las mismas instituciones, dinamizar lo que ya estaba constituido pero mientras se pensaba en arquitectos y en esos nuevos edificios en los municipios, los planteles estaban siendo remodelados para estudiantes que como la escuela, en el departamento siguen muertos y siendo receptores pasivos.
Por:
Cristian Camilo Jiménez Mejía
@Pantajao
Comentar