“Nada es tan grande como para no intentarlo”.
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Maickel Melamed, un venezolano que demostró que todo con determinación se puede. Su historia, de apenas 40 años recién cumplidos ayer 27 de abril, es sin duda luz e inspiración para el mundo, un claro ejemplo de desarrollo humano en la adversidad desde la niñez, la prueba fehaciente del poder de la mente sobre el cuerpo y la fuerza del corazón empujando más allá de los propios límites.
El pasado fin de semana se corrió en Caracas la cuarta edición del maratón de la CAF, mis amigos y conocidos participantes confesaron haber estado contagiados y motivados por el logro de Melamed en Boston, su quinto y último maratón, como anunció. Por ello, hoy quise traer un poco de su vida y energía a este espacio.
Quienes están involucrados en el ambiente deportivo saben que la preparación para la competencia es larga, llena de perseverancia, voluntad, pequeños y grandes desafíos y sobretodo, preparación mental, tan vital como la preparación física. Si se logra condicionar los pensamientos se tiene la mitad de la competencia ganada; la vida del maratonista venezolano es una prueba de ello.
Maickel Melamed fue diagnosticado al nacer con “retraso motor” por asfixiamiento de cordón umbilical, un daño severo en su organismo que le dejaba poca probabilidad de movimiento. Casi nadie pensó que tendría futuro, pues las expectativas de vida eran nulas; sin embargo, su familia decidió creer que su llegada era una buena noticia y no un problema; este es el comienzo de su inspiradora historia.
Ellos exploraron todas las alternativas existentes para que viviera en un ambiente de exigencia y optimismo, le impregnaron confianza y tanta energía que le hicieron mover. Creció, y al igual que sus hermanos, asistió a la Universidad Católica Andrés Bello, a la facultad de Economía, donde se destacó no solo como estudiante, también como líder estudiantil. Una vez graduado afrontó la experiencia de vivir solo en Londres. A su vuelta, prefirió dedicarse a la educación y trabajar con organizaciones juveniles en Venezuela y Latinoamérica, ejerciendo como profesor de ética y valores. Estudió psicoterapia de la Gestalt y se aficionó al teatro y a los deportes extremos.
Sin duda, su mejor decisión fue evitar la sobreprotección de sus padres, 36 años después, el mundo lo vio correr el Maratón de Nueva York, no sin antes haberse ganado la admiración de mucho por haber subido el Pico Bolívar, el más alto de nuestro país, y participar en carreras de 7 y 10 kilómetros.
Aprender a transformar lo negativo en positivo es parte vital de la estrategia que aplica Maickel.
Para él, tener actitud, sueños, amor por lo que hace, disciplina, constancia, perder el miedo a equivocarse, es la clave para triunfar. Así, bajo el lema “Si lo sueñas, haz que pase“, y a pesar de sus grandes dificultades para caminar, el venezolano enfrentó y culminó el maratón de Boston: 20 horas de travesía por los 42 kilómetros que culminaron este 21 de abril a las 4am. Estuvo acompañado por su equipo de apoyo.
“¡LLEGAMOS! Lo logramos juntos. Gracias. Venezuela, este logro te lo dedicamos a ti, te amamos y mereces siempre lo mejor“, escribió Melamed en su cuenta de Twitter (@maickelmelamed) tras cruzar la meta de la prueba. “Hoy conquistamos un imposible, hoy más que nunca #SomosPosible. Gracias a todos“, agregó en un segundo tuit.
Sus maratones anteriores fueron: Nueva York, Chicago, Berlín y Tokio.
Ahora está listo para entregarse a nuevos proyectos motivacionales dirigidos a los jóvenes del país.
¡¡¡Este chico inspira, ¿no?!!!
Quiero finalizar la nota con su voz, algunas frases, su mejor consejo y por último con un video.
Espero sirva de luz.
Consejo: No sigas consejos, sigue a tu corazón
Frases:
“Tanto en el deporte como en la vida los triunfos se van construyendo. Paso a Paso”.
“Un paso es un paso, valóralo y valórate…”
“La verdadera cumbre es volver a casa feliz y trascendiendo, recordando siempre, que la mejor manera de afrontar el miedo es con decisiones”. Columna Inspirulina – “Miedo a caer”
“Tenemos dos opciones: o pensar en lo que estamos construyendo o construirlo”
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