Mientras se verificaban nuestras credenciales de acceso, veíamos las inolvidables muñecos danzando en nuestra pantalla.
Apenas se alzaba el telón del nuevo milenio y el Internet llegaba a los hogares a través de una línea telefónica y un módem que con sus 56 kbps, era 73 veces más lento que una conexión de banda ancha promedio actual (4 Mb).
Todavía en la memoria de muchos está fresco recuerdo del sonido del módem de sus computadores “dialogando” con los servidores de sus empresas proveedoras de Internet; ISP, por aquello de Internet Service Provider, que eran esos sonidos que escuchábamos al descolgar el teléfono mientras estábamos en línea.
Era una época marcada por elementos tan memorables como: las salas de chat, páginas web creadas por usuarios; Clipo, el clip de ojos saltones, que nos asistía mientras usábamos Microsoft Office; pero sobre todo, por el que podría considerarse el predecesor de Whatsapp y junto con éste,uno de los programas de mensajería instantánea más exitosos: MSN Messenger. Fueron los tiempos dorados para Microsoft, pues su sistema operativo, paquete de oficina y sistema de mensajería dominaban el mercado.
En aquellos años, comunicarse por un sistema de mensajería instantánea no era tan sencillo como hoy; e implicaba un verdadero ritual que vale la pena describir:
- La conectada: vivíamos en un mundo sin wifi y sin plan de datos ¿parece increíble? ¡pero es cierto! para acceder a Internet la línea telefónica debía estar libre y tras encender el pc; entrar a la red, haciendo clic en el ícono de nuestra conexión y tras un minuto de “transacciones” entre el módem de nuestro pc y la empresa que nos prestaba el servicio de internet ¡Voila! estábamos en línea.
Como si fuera poco en los planes de Internet se vendía tiempo de conexión y no una velocidad mínima como en los planes de banda ancha actuales.
- La cita para chatear: teniendo en cuenta que no contábamos con una conexión constante, era común terminar una conversación con frases cómo: ¿nos conectamos a las ocho? y estar allí con mucha puntualidad.
- No conectado: Antes de acceder al Messenger podías elegir si aparecías conectado, ocupado, ausente o no conectado; este último de gran utilidad cuando queríamos concentrarnos en una sola ventana de conversación o descubrir algo sin ser vistos.
- Conectarte varias veces: ¿Acaso te habías conectado y habían ignorado tu presencia? Nada más útil que cambiar tu estado de no conectado a conectado varias veces, así esa persona vería la ventana emergente notificándole tu llegada.
- Los muñequitos: Tras estar en Internet, y hacer doble clic en el ícono de MSN messenger, se iniciaba el programa y mientras se verificaban nuestras credenciales de acceso, veíamos las inolvidables siluetas danzando en nuestra pantalla, tras lo cual emergían ventanas informándonos la cantidad de mensajes en nuestro correo electrónico y las últimas personas en conectarse.
- Los Estados: Ese campo en que ponías una frase célebre o dedicatoria, y aparecía abajo de tu nombre en la ventana de messenger y las de conversación. Otros decidieron activar la opción “mostrar lo que estoy escuchando” y mostrar al mundo sus excelsos gustos musicales.
- Las videollamadas: teniendo en cuenta las limitaciones de las cámaras y conexiones de la época, una videollamada era un verdadero acto de fe, por la calidad de la imagen, y su fluidez, aún así en las horas de menor congestión de la red se podía conocer un poco mejor a esa persona que estaba “al otro lado del teclado”.
- Los zumbidos: la mejor forma de llamar la atención, hacer clic en el emoji con las líneas curvas y poner a temblar la ventana de conversación de tu interlocutor acompañándolo de un particular sonido.
- Los stickers: si los emojis no eran suficientes para transmitir tus sentimientos, enviar un beso que ocupaba toda la ventana de conversación, un chico que lanzaba un globo con agua o un hombrecito de palitos podía mejorar tu comunicación.
- El messenger plus: y si todo lo anterior no fue suficiente, podías acceder a estados con animación, textos con efectos psicodélicos, respuestas automáticas y muchas más características instalando uno de los plugin más populares de la época: el messenger plus.
¿Todo tiempo pasado fue mejor? ¿Era mejor el MSN messenger que el hoy popular Whatsapp? No lo sabemos, pero sí es un hecho que Microsoft abandonó un mercado que dominaba ampliamente, el de la mensajería instantánea, al convertir el Messenger, en Skype.