“No tienen cédula
Y sin embargo existen
La dignidad no es intrínseca
Se conquista llegando al patio del conquistador
Al techo Sin arreglar
Y al baño Sin asear”
Maldición cósmica
poder crear,
ser conciencia del suelo y
sobrevivir al miedo y la desidia.
La posibilidad de negar la constante natura
y hacer ley la mediocridad de lo gigantesco frente a lo pequeño.
Hacer del sufrimiento,
una realidad sin fronteras.
La ciencia,
el cine,
la poesía
y el arte;
Más que maneras son formas de vivir,
de estar en el mundo.
Todo se paga con sangre, pantano O agua salada.
Pero el júbilo del (No) malestar,
Del (No) estar
Del estar allá y (No) acá
cura todo tipo de heridas,
¿Las oculta?
La justicia no son reglas
Romperlas por no ceder ni un ápice de espíritu tal vez lo sea.
II
«Primero los adultos y después los niños»
Dice una voz desde una lancha de línea
«Salen 4 y llegan 2»
«Luis Contreras 7 puestos»
«Primero los adultos y después los niños»
«Primero los adultos y después…»
Salen 4 y llegan…
¿Cuántos llegan?
¿Cuántos aún en la selva?
No tienen cédula
Y sin embargo existen
La dignidad no es intrínseca
Se conquista llegando al patio del conquistador
Al techo Sin arreglar
Y al baño Sin asear.
El lenguaje de este poema
Necesariamente prosaico
Por el poder de los sentimientos
Que borbotones brotan de la playa
De los ojos que observan
Y los que se apagan entre barcas y Palmeras.
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