Los datos estadísticos de las empresas, pueden ser los más parecidos, a las encuestas, en elecciones a las alcaldías de municipios de sexta categoría. Miremos, algunos datos, de un pasado que es presente, para el país fallido del cual hablan los que utilizaron los presupuestos nacionales, argumentando sus mentiras y sus desfalcos.
Ahogaron el Instituto Seguro Social, Telecom, por citar dos ejemplos, nunca le inyectaron al presupuesto con falacias y engaños, casi desvían un billete largo para Avianca en plena pandemia mundial, y se perdieron varios miles de millones en un internet que muchos denominaron: «Abudinearon». 27% del presupuesto en inversiones variadas según el senador del departamento cualquiera sea, 17% para carreteras del Chocó, 13% para el apoyo al campo con Agro Ingreso Seguro y no se supo más nada, solo que Andrés Felipe Arias Leyva sale de la cárcel a dar conferencias y cátedra de economía nacional.
La salud, las carreteras, la educación, el internet que nunca ha llegado a cubrir la totalidad del territorio, la venta de empresas del estado con el argumento de no ser rentables, los millones de billones que se le han inyectado a empresas fachadas como la inolvidable Reficar. Una que la historia departamental de Antioquia no quiere recordar: Ingenio Vegachi y la lista actualizada que muchos conocen y de las que ya no se hablan en las emisoras, ni en los periódicos que hacen especiales dominicales.
Los subsidios a empresas privadas, bancos con el cobro del 4×1000, instituciones educativas universitarias, ser pilo paga y pague si asiste por su cuenta, pague en la universidad privada de acuerdo a la carrera de su escogencia. Pague en la pública de acuerdo a la tabla declaración de renta y sea consecuente con los pagos del predial y la cuenta de servicios domiciliarios. Pague el uso de la tarjeta de crédito y pague por la energía según el estrato social.
A todo eso, hay que recordar las empresas inflando sus utilidades millonarias y nunca se sabía cómo tenían tanto mercado en departamentos donde se estaba en conflicto armado. Tamaña sorpresa, recibían subsidios y no propiamente con el bono de la guerra, que fue cobrado cual vaca para carreteras y apenas ahora se van sabiendo verdades a medias y de esos mercados protegidos ya casi nadie habla.
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