Corea y Japón 2002
Una verdadera revolución asiática
El nuevo milenio abría sus puertas a un certamen que de manera inédita visitaba el continente asiático y en el que además 2 países diferentes se convertían por primera vez en sedes de un campeonato mundial. Ambas naciones orientales aportarían 20 magníficos escenarios, siendo el de Seúl el testigo de una majestuosa inauguración, mientras que el de Yokohama el afortunado en recibir nada más y nada menos que el honor del partido final.
Una revolución tecnológica…
Mascotas futuristas, escenarios deportivos más que modernos y miles de misiles tierra-aire, por aquello de la seguridad, invadieron uno de los certámenes futbolísticos más esperados en el inicio del siglo XXI.
Los “Atmos”, llamados así por venir del imaginario planeta “Atmozone”, eran tres fantásticos extraterrestres, Ato (color amarillo), Nik (azul) y Kaz (violeta), que jugaban en su planeta una rara versión del fútbol llamada “atmoball” y que por diferentes circunstancias llegarían a la tierra con la difícil tarea de crear una atmósfera especial para el Mundial. Se decía de ellos, en una famosa serie animada que protagonizarían, que Ato era el director de una academia de mascotas mientras que Mik y Kaz eran dos de sus alumnos que tenían entre sus sueños ganar por goleada desde el primer partido y meter un gol de cabeza en un encuentro de la fase final.
Pero si las mascotas eran signos de la fantasía, los 20 estadios (10 en cada país) que acogerían los partidos no se quedarían atrás. Tribunas móviles, techos retráctiles, cines, restaurantes, salas de conciertos y hasta una cancha deslizable eran algunas de las excentricidades que la imaginación de coreanos y japonenses enseñaban al mundo entero. Entre las perlas niponas y coreanas pueden resaltarse el Sapporo Dome, adecuado para unos 42 mil espectadores y con la magia de ser un estadio cubierto y cuya cancha ingresaba o salía de un recinto acojinado, además de estar acondicionada con aire o calefacción según las circunstancias climáticas. Todo un espectáculo.
Sorpresas futbolísticas…
El certamen, en el que participaron también 32 selecciones, tendría grandes sorpresas, pues elencos poco considerados en el ámbito futbolístico internacional, alcanzarían excelentes resultados al sumarse a instancias semifinales (Turquía y Corea del Sur) o al alcanzar puestos de honor como sería el caso de Senegal. Por el contrario, históricos mundialistas, realizarían desastrosas campañas al quedar eliminadas en la primera ronda como Argentina y Francia, éste último campeón reinante y que se despediría del torneo con un punto y sin marcar un solo gol.
Ya en instancias definitivas, Alemania llegaba otra vez a una final después de 12 años, mientras que Brasil accedía al honor por tercera vez consecutiva y terminaría consagrándose campeón por quinta vez, inédito y hasta ahora único, gracias a la genialidad anotadora de hombres como Ronaldo que además de la copa se llevaría la distinción como goleador con 8 tantos.
Un récord vigente…
En el partido por el tercer puesto entre turcos y coreanos, Hakan Sukur del seleccionado de Turquía, se convertiría en el jugador más precoz, al anotar el gol más rápido de los mundiales de fútbol cuando el reloj apenas marcaba 11 segundos del encuentro. Con esta hazaña, Sukur destronaba al checoslovaco Vaclav Masek, quien desde 40 años atrás (Chile 1962) ostentaba el récord mundial al haber anotado en el partido de primera ronda de su selección contra México, a los 15 segundos de iniciado el primer tiempo.
La manzana de la discordia…
El 18 de junio sería para los italianos un día de tristeza e ira por la eliminación de su selección en un partido atípico en el que claramente el protagonismo del árbitro ecuatoriano Byron Moreno, había perjudicado los intereses de Italia y favorecido al seleccionado de Corea del Sur. La situación llegó a tales extremos que el mismo parlamento italiano había preparado un posible debate nacional para protestar por la eliminación de su equipo y sugerir además el retiro de un organismo como la FIFA. Pero no todo terminó allí, pues Ahn Jung-Hwan, jugador coreano que anotaría el gol de oro con el que su selección eliminaría a los italianos, se convertiría en héroe nacional pero a su vez sería expulsado del Perugia italiano, equipo al que pertenecía desde el año 2000 y cuyos dirigentes habían decidido cancelar su contrato después de acusarlo de la eliminación de la “azzurra” del mundial.
Alemania 2006
Tetracampeonato a la vista…
Amparado en sus 3 campeonatos mundiales y tras esperar 32 años para volver a ostentar el galardón de anfitrión de un campeonato mundial, Alemania, ahora unificada, se convertía en el escenario de la edición número XVIII de un certamen que traía como mayor novedad la no participación directa del último campeón reinante, teniendo entonces Brasil que jugar la eliminatoria suramericana, que además de clasificarlo le convertiría en la primera selección de fútbol en haber participado en todos los mundiales desde 1930.
Una buena cantidad de novatos…
Excluyendo los campeonatos de Uruguay 1930, en el que debutaron las trece selecciones participantes, y el de Italia 1934, en que se estrenaron 10 elencos; Alemania 2006 sería uno de los certámenes en el que un gran número de selecciones (7 en total) participaría por primera vez en un campeonato mundial. Entre los novatos pueden contarse 4 escuadras africanas (Togo, Ghana, Costa de Marfil y Angola) 1 caribeña (Trinidad y Tobago) y 2 europeas (Ucrania y República Checa), estas últimas de reciente creación como naciones independientes, pues solo hasta 1991 Ucrania firmaría su separación definitiva de la URSS y para 1993 la antes llamada Checoslovaquia se separaría dando paso a la formación de dos estados (República Checa y Eslovaquia).
Un caso particular sería el de Serbia y Montenegro, que en 1998 había participado bajo el nombre de República federal de Yugoslavia y ahora con un nuevo nombre, adoptado en 2002, jugarían el certamen orbital sin mucha suerte, siendo eliminado en la primera ronda y teniendo que enfrentarse a un caos político nacional que llevaría a Montenegro a declarar su independencia de Serbia el 3 de junio de 2006, en pleno desarrollo del certamen orbital.
Un nuevo récord para Brasil…
No satisfecho con ser el único seleccionado en haber accedido a todos los campeonatos mundiales y ostentar 5 títulos, los Brasileños pasarían a la historia una vez más gracias a la magia de Ronaldo, quien tras haber sido suplente en la consecución del título de 1994, sería una pieza clave en los tres torneos siguientes, donde alcanzaría el título de 2002 a la par que el botín de oro con 8 anotaciones, que sumadas a las 4 conseguidas en Francia 1998 y a las tres de Alemania 2006, le darían el honor de convertirse en el jugador con más goles en torneos mundiales (15 goles) superando al alemán Gerd Müller, quien durante los mundiales de México 1970 y Alemania 1974 había marcado 14 goles. Sin embargo, en 2014 Miroslav Klose (Alemán) lo superaría al alcanzar la marca de 16 goles en toda la historia de los mundiales.
El camino hacia el tetracampeonato…
Tras un año marcado por las denuncias de corrupción en el Calcio Italiano, la selección de fútbol nacional partía para Alemania con poca confianza y más detractores que apologistas en cuanto a sus posibilidades en el certamen. No obstante, la buena campaña eliminatoria y un inobjetable primer lugar en el grupo que compartía en el mundial con Ghana, EE UU y Rep. Checa, pondrían a la «Scuadra Azzurra» como una de las favoritas para llevarse el trofeo mundial.
Ya en cuartos de final, las cosas parecían presentarse con mayor dificultad, pues 6 de las 8 selecciones clasificadas, a excepción de Ucrania y Portugal, contaban con una gran historia mundialista y se jugarían el todo por el todo con tal de alcanzar un cupo en las instancias finales.
Así entonces, tras unas rondas clasificatorias emocionantes, Franceses e Italianos llegaban al juego definitivo, el primero con ansias de bicampeonato y el segundo con el deseo de levantar su cuarta copa mundial tras haber eliminado en semifinales a la aguerrida y anfitriona selección Alemana, con goles de Grosso y Del Piero cuando el reloj marcaba los 4 y 6 minutos del segundo tiempo suplementario.
Finalmente, el partido definitivo dejaría para la historia, más allá de la polémica agresión de Zidane a Materatzzi, la consecución del tetracampeonato para los Italianos que, tras empatar 1 a 1 con el elenco francés en el tiempo reglamentario, debería definir su suerte en la ronda de penales, que además de proporcionarle el título, quedaría en la memoria como la segunda final del certamen orbital que, junto con la de USA 1994 en la que también participaría Italia, se habría de dirimir en los tiros desde el punto penal.
Final
Italia 1 (5) – Francia 1 (3)
Definida por penales
Espere la próxima semana Sudáfrica 2010…