Medios independientes serios, Administración Pública nueva y una verdadera derecha política: esperanza para Colombia en 2024

La desesperanza y el miedo producen nuevas predicciones de preocupación innecesarias a través de las fuentes habituales que son los medios masivos de comunicación, que siguen teniendo audiencia mayoritaria en nuestro país. Y ni se diga del daño de los sectores que llevaron a la debacle al país, ahora se creen con la autoridad de decir cómo formar y mejorar el país a través de la educación y agendas hippies que promueven solamente en público, pero que en privado desprecian. Petrismo y duquismo son iguales, al ser las dos caras de la misma moneda: la perversidad y decadencia social de la Colombia Promedio.

“Entonces respondiendo Jesús, les dijo: Los hijos de este siglo se casan, y se dan en casamiento; mas los que fueren tenidos por dignos de alcanzar aquel siglo y la resurrección de entre los muertos, ni se casan, ni se dan en casamiento. Porque no pueden ya más morir, pues son iguales a los ángeles, y son hijos de Dios, al ser hijos de la resurrección”.

San Lucas, 20: 34-36 (traducción protestante Reina Valera 1960)


“La cultura no llenará jamás el ocio del trabajador, porque solo es el trabajo del ocioso” 

Nicolás Gómez Dávila, filósofo y políglota colombiano. Cofundador de la Universidad de los Andes (1913-1994)


“Ciertamente, cunde en la actualidad esa visión utilitarista de la educación, también la universitaria, difundida especialmente desde ámbitos extrauniversitarios. Sin embargo, vosotros que habéis vivido como yo la Universidad, y que la vivís ahora como docentes, sentís sin duda el anhelo de algo más elevado que corresponda a todas las dimensiones que constituyen al hombre. Sabemos que cuando la sola utilidad y el pragmatismo inmediato se erigen como criterio principal, las pérdidas pueden ser dramáticas: desde los abusos de una ciencia sin límites, más allá de ella misma, hasta el totalitarismo político que se aviva fácilmente cuando se elimina toda referencia superior al mero cálculo de poder. En cambio, la genuina idea de Universidad es precisamente lo que nos preserva de esa visión reduccionista y sesgada de lo humano”.

Joseph Ratzinger, S.S. Benedicto XVI (1927-2022)


2023: EL AÑO DEL COLETAZO POSDUQUISTA

Mi vida de manera individual y generacional se basa en presenciar colapsos de todo tipo: personales y sociales. Era niño cuando a través de la televisión vi los estragos de la crisis de 1999-2000 causada por el UPAC, la quiebra de los bancos Andino y Pacífico -los coletazos de la quiebra de las cooperativas y el Banco Cooperativo de 1995, que curiosamente quieren revivir en este Gobierno para alinear a medios comunitarios e independientes, restando poder a las asociaciones y gremios de periodistas y medios- y la incertidumbre por el cambio de milenio. Crisis de 2008-2009, controlada con medidas eficientes del Estado, bajo el ministerio de Óscar Iván Zuluaga, quien ojalá pueda pronto demostrar su inocencia y vivir sin esconderte. Posteriormente entre 2014 y 2016 los efectos de la crisis del petróleo -y de la alcaldía de Petro- en Bogotá, que puso en riesgo el mercado inmobiliario local que de milagro no explotó en una burbuja inmobiliaria, llevando la inversión de infraestructura a ciudades intermedias y otras capitales del país que tuvieron el segundo crecimiento no solamente en construcción de vivienda, sino en colegios, universidades, centros comerciales, hospitales, escenarios deportivos y de conciertos, restauraciones de patrimonio, etc.

Llegó 2018…digo 2020. Lo que todos ya sabemos que pasó. Simplemente, el mayor experimento de control social, paranoia colectiva, afán de lucro en favor de los monopolios mediáticos, farmaceúticos y de mercantilismo rentista-. ¿Qué le quedó a Colombia? Tres intentos de Golpe de Estado teledirigidos, una crisis de 63 días de ruina para la Nación gracias al intento de 2021 ahora llamado “Estallido Social” -y después los extremistas dicen que decirle a lo que ellos llaman “fracking” Yacimientos Petroleros No Convencionales-YNC es un “eufemismo”-.

¿Resultado? Ganó el “gobierno” del “cambio”. Y Colombia pasa por un primer año lleno de dudas, incertidumbre y percepción de inseguridad económica en casi cualquier sector de la economía -acompañada por un éxodo masivo desde 2021 creciente de nacionales fuera del país, en algunos casos para siempre-. No hay comerciante formal o informal, empresario o empleado con más o menos estabilidad que no tenga preocupación por las bajísimas ventas, por la soledad de las calles en cercanías a las Novenas y Navidad.

Si bien, el mercado se autorregula hasta cierto punto, las políticas públicas influyen a largo plazo y de inmediato dentro de los comportamientos de productos, precios, servicios y de las acciones.

ECONOMÍA “NARANJA”: EL PECADO DE DESNATURALIZAR EL EMPRENDIMIENTO

Más allá de la moda hedonista desaparecida de la Función Pública de la Economía “naranja”, la caída del país en el socialismo y el peor gobierno en cuarenta años -sí, superó los errores cometidos en los gobiernos de López Michelsen (1974-1978) y Ernesto Samper (1994-1998)-, ahora el ex jefe de Estado quiere reciclarse con un falso filantropismo a través de una Fundación típica de las élites para lavar su imagen (la plata es difícil comprobarlo) y reacentuando causas de clase y de sus privilegios de grupo, mas no procurando un bien para el país. Lo que no hicieron como gobernantes, ahora lo quieren hacer como buscavidas….

Ese personaje, y concretamente su primer director antiuribista, globalista y perteneciente al mass media globalista de la falsa derecha representada en los grupos hegemónicos de medios, Director Nacional de la ESAP, Pedro Medellín (2018-2021). Se dejó meter un paro contra su persona en 2019 con la primera intentona de Golpe de noviembre 21, del que salió la desastrosa, corrupta e ineficiente representación estudiantil actual, que afortunadamente gracias a las elecciones atípicas del 5 de diciembre se barrió la mitad. Fuera de eso, incumplió a la institución al no implementar de verdad el emprendimiento -mandato de Ley- en la Escuela. Se cre el program InnovaLab, dependiente directamente de la Dirección Nacional, con programas y metas altas, pero todavía sin cumplirse a cabalidad en casi tres años y medio, y fuera de eso, sin llegar a las sedes territoriales….bueno, es que cómo vas a pensar en incubadoras de empresas cuando ni sede propia tienes….

Estamos en el país de los descarados con poder político, académico y mediático.

LA ESAP: EL GRAN LEGADO DE LA PAZ POLÍTICA EN COLOMBIA A PUNTO DE IR AL ABISMO

Durante algunas columnas que generosamente me cedió este prestigioso portal que quiero y soy leal de por vida, a narrar desde una perspectiva diferente al sectarismo y la corta visión de miras de algunos, no todos los conductores del proceso que, inevitablemente se volvió la explosión de un clamor institucional dentro de la Escuela que educa a los futuros servidores de la Administración Pública, nevio del Estado colombiano -tanto de sus problemas como de sus soluciones-. Vemos como la actual Dirección Nacional que tiene grandes aciertos en medio de un panorama de politización, presunta corrupción, desconexión entre las regiones y la centralidad, pérdida de norte académico y misional de las carreras de pregrado -y en eso me atrevo a decir que influye la falta de aplicación de la Ley de Emprendimiento o 2069 de 2020, que creara una dependencia institucional de apoyo normativo, jurídico, tributario y económico a emprendimientos e innovaciones de estudiantes y egresados, que nefastamente coincide con inquinas ideológicas en contra del sector privado y la libertad de empresa, basada en verdades a medias-.

Apoyé y apoyo al Movimiento Estudiantil y la Asamblea Nacional que propiciaron un poder real del estudiantado frente a las directivas, ha logrado ejecutorias loables y ha permitido que haya renovación generacional de liderazgos y sobre todo, que no se pierda la esencia pluralista, institucional y diversa de una institución con presencia en un país con esa misma diversidad. Lo que jamás apoyaré será el manoseo que ha querido -y afortunadamente han fracasado electoralmente dentro y fuera de la ESAP y ante la comunidad esapista- sectores radicales afines al Gobierno Nacional para convertir la institución en un parapeto más de la descomposición social propiciada para que el totalitarismo socialista, tarde o temprano se consolide con su verdadera cara totalitaria, criminal y corrupta.

Tal vez el duquismo, con o sin culpa, propició todo para que esto sucediera. La verdad está saliendo a la luz e irán cayendo quienes usaron el poder para su propio beneficio y llevaron al país a la debacle actual. Doble culpa.

Del desastre del debate de los peligros de la ESAP, sigue la columna de segunda parte antes de la Navidad.

¿QUÉ HACER EN 2024? 

No queda más remedio que trabajar. Las vías de hecho, la violencia -aunque a veces den ganas de ejercerla cuando uno ve la impunidad institucionalizada como en Colombia-. Al igual que la conclusión del exilio cubano tuvo que aprender que no tenía más remedio que hacer una lucha pacífica contra el régimen de La Habana, aquí no cabe más que ganar la batalla política desde la cultura, principalmente desde allí. Y son los medios comunitarios, alternativos, los nuevos contenidos de cine incluyente a través de los teléfonos inteligentes y tabletas, el formato sonoro del podcast desde donde se puede realizar contenidos realmente importantes, en lenguaje juvenil, popular y cotidiano pero con conceptos elevados. Luchar por la conquista de las bases políticas de los medios públicos -ojo, las bases, no los gobiernos, es fundamental-. Debe ser implementado mediante una Ley Orgánica el artículo 13 de la Ley 1909 de 2018 o Estatuto de Oposición para tal fin.

Esperen la segunda parte, antes de la feliz Navidad.


Todas las columnas del autor en este enlace: Jhon Jairo Armesto Tren

Jhon Jairo Armesto Tren

Con estudios en Administración ambiental de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas-Bogotá. Veedor ciudadano en presupuesto electoral de la Universidad desde 2011 hasta hoy registrado ante la Personería de Bogotá. Columnista de opinión en varios medios de comunicación digitales desde 2013. Actualmente director publicitario de El Nodo Colombia y columnista habitual, además en El Quindiano (Armenia) y Diario La Piragua (Montería, Córdoba)

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