“Medellín merece más que meras disputas y desencuentros. Merece una gestión política basada en el respeto, la empatía y el cuidado por lo público y por cada uno de sus habitantes.”
La responsabilidad de elegir a líderes comprometidos con el bienestar de nuestra amada ciudad surge con la proximidad de las elecciones locales. Sin embargo, lo que debería ser un ejercicio reflexivo y maduro se ha convertido en un espectáculo indignante de insultos y discusiones poco inteligentes. Desafortunadamente, hemos presenciado discusiones polarizadas, llenas de acusaciones de corrupción y falta de respeto entre sí, lo que ha llevado a que nuestra democracia sea un simple juego de respaldo o rechazo en función de la lealtad partidista.
Un resumen de las estadísticas oficiales muestra una situación desfavorable. De acuerdo con la Encuesta de Calidad de Vida de Medellín, un preocupante 59.27% de los hogares experimentan inseguridad alimentaria, mientras que un preocupante 9.8% de los menores de cinco años padecen desnutrición crónica. Las estadísticas desafortunadas son una señal clara de la crisis que atraviesa nuestra ciudad, en la que proyectos importantes como la Ciudadela Universitaria del Norte y Parques del Río Norte se encuentran en un estado de inactividad o mala planificación.
En este contexto, es esencial que esta campaña electoral se centre en el bienestar y el cuidado de cada ciudadano. Desafortunadamente, muchos candidatos han optado por estrategias de confrontación y división en lugar de priorizar los intereses colectivos, ignorando la esencia misma de la función pública y la responsabilidad hacia la comunidad.
Nuestro objetivo es romper con este paradigma. Hemos optado por un enfoque de encuentro ciudadano, nutrido de diálogos fructíferos y empatía, compartiendo con nuestros conciudadanos un café que simboliza nuestra disposición a trabajar por el bien común, siguiendo el sabio consejo de nuestras abuelas de que «desde el desayuno se sabe lo que va a ser el almuerzo».
Nuestras diferencias con otras campañas no se deben a discrepancias ideológicas, sino a una ética profunda. Creemos firmemente en el valor de lo público y en la gestión responsable de los recursos, y rechazamos firmemente el mal uso de los fondos públicos para fines personales o partidistas. Asegurando la alimentación de nuestros niños, nuestro enfoque se centra en trabajar incansablemente por el desarrollo integral de la ciudad.
En esta fase crucial de la campaña, reafirmamos nuestra convicción de que la política es el arte de servir a la comunidad y de proteger el bienestar de todos. Medellín merece más que meras disputas y desencuentros. Merece una gestión política basada en el respeto, la empatía y el cuidado por lo público y por cada uno de sus habitantes. Un enfoque que no solo caracteriza nuestra campaña, sino que también será la base de nuestro trabajo incansable en el Concejo Municipal.
Los invito a marcar el número 9 por la Alianza Social Independiente (ASI) este próximo 29 de octubre y a acompañarme en la misión de construir una Medellín donde la integridad y el respeto hacia lo público sean los pilares fundamentales de nuestra labor. Juntos, haremos de nuestra ciudad un lugar donde la dignidad cívica florezca y la prosperidad sea una realidad para todos.
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