Matrimonio católico de una mujer trans: La controvertida boda que perturbó a Colombia en 1959

En el  libro de kaperuzza Orozco, ¿No se Me nota?, se recopila el escándalo de 1959 en Colombia, del que pocos registros quedan pero que el querido Jaime Orozco lo evoca en su memorable redacción donde cuenta su fortuna  al conocer a este personaje  quien protagonizó dicho escándalo:

Conocí a María Raquel Olarte en 1963, es decir al señor Manuel Olarte. Se trataba de la transformista más icónica de su época, de la más hermosa, la que mejor sabía pasar desapercibida con naturalidad entre las gentes.

Nos hicimos cómplices por siempre. Sus historias me revelaron el mundo aún más insospechado, costumbres que parecían traídas de sueños o películas.

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María Raquel Olarte, una figura conocida por su osadía, en presunta premeditación logró casarse con bombos y platillos en un recinto católico y con la bendición de un párroco; esta acción  pronto sería catalogado como un acto de “inmorales” en la prensa local. Este evento, que desató una ola de  especulación de la cual ya  pocos hablan y poco se registra en la internet.

El compromiso entre María Raquel Olarte y el español, identificado como Dr. Luis Felipe Barajas, fue anunciado de manera audaz en los medios de comunicación. Utilizando un lenguaje camuflado y referencias cómicas como “Hacienda Polvoviejo”, “Hernán González Verghass” y “Alcídez Arreita Puttatek”.

Estos términos, cargados de connotaciones sexuales y dobles sentidos, dieron lugar a una ola de reacciones en una sociedad colombiana que valoraba la falsa moralidad y la falsa decencia pública.

El Doctor Luis Felipe Barajas:

En uno de los medios en su sección Hogar y Sociedad se describe a el doctor Barajas como un caballero español graduado en medicina e ingeniería, residente en Colombia. Hijo del profesor Jaime Barajas del Castillo y Figueroa y de doña Patrocinia Mantúfar de Barajas.

La boda se celebró en una ceremonia católica en la que María Raquel se presentó impecable y en su mejor forma. Sin embargo, el evento tomó un giro inesperado durante la fiesta de celebración. La novia, acorralada por la imposibilidad de consumar el matrimonio debido a su identidad y situación personal, decidió huir despavorida de la celebración. Este acto inesperado dejó al esposo, Dr. Luis Felipe Barajas, en un estado de alarma y confusión.

El español, preocupado y desconcertado por la desaparición  de su esposa, no tardó en denunciar el incidente ante las autoridades. La búsqueda para encontrar a María Raquel Olarte fue rápida, y pronto se descubrió el motivo detrás de su huida. Con la verdad expuesta, el esposo decidió emprender acciones legales contra ella, lo que resultó en su encarcelamiento.

La noticia del encarcelamiento de María Raquel Olarte sorprendió a muchos, pero para ella, no fue una tragedia definitiva. Su principal objetivo de casarse por la iglesia se había cumplido, a pesar del escándalo y las repercusiones legales. La situación reveló una audaz estrategia por parte de Olarte, una que pocos en el ámbito transformista se atreverían a replicar, demostrando una valentía y audacia inusuales en su tiempo.

Más de seis décadas después  el evento no solo puso a María Raquel en el centro de la atención mediática, sino que también desafiaba las normas sociales y las expectativas de la época. Su osadía para disputar las convenciones y el estatus la convirtió en un personaje polémico y fascinante, que aún hoy sigue siendo recordado por su audaz enfrentamiento a las normas de una sociedad tradicional, subrayando la complejidad y las tensiones inherentes en la lucha por la identidad y la aceptación.

En el recorte de prensa publicado en el libro ¿No se Me nota?, se ve un atractivo Manuel Olarte de 25 años en su presentación masculina y  femenina. El titular amarillista y su contenido refleja la falta de derechos en la población LGBTIQ + en aquella época.

La República emitió otra nota en la que anunciaba que el  SIC (Servicio de Inteligencia Colombiano) había descubierto que María Raquel Olarte, viuda de Espronceda, era en realidad Manuel Roberto Olarte:

Con la captura de Manuel Roberto Olarte o Luis Felipe Barajas Monasterio o María Raquel Olarte v. de Espronceda, el Servicio de Inteligencia Colombiano, descubrió una peligrosa sociedad de pervertidos  que se venía moviendo en círculos sociales, del arte y de la educación, aprovechando las posiciones que han venido ocupando sus integrantes, varios de los cuales fueron desenmascarados por los agentes del SIC.

Para estos fue una verdadera sorpresa, descubrir los diversos trucos a que apelaban los sujetos, para dar rienda suelta a sus instintos depravados, inclusive el de utilizar la publicidad para informarse entre sí de sus actividades, y solicitándola en las páginas de los periódicos ante las damas que no tienen por qué conocer términos de un léxico de arrabal, hábilmente presentados, mediante el juego de palabras y el calambour.

Matrimonios sabatinos

Estos antisociales desarrollan actividades sociales entre sí y según pudo saberse, suelen realizar “tenidas sabatinas” en sitios donde se congrega su mundo amoral, formando parejas con los que se visten de mujeres gracias a los servicios de maquillaje de uno de los sujetos con posición en la Televisora Nacional. Las intimidades de tales fiestas, son motivo de la investigación del SIC en los actuales momentos.

Los descubiertos

Uno de los integrantes de la sociedad responde al nombre de Manuel Roberto Olarte Olarte, de 25 años de edad, profesor de varios colegios de varones, y su captura  se produjo en la mañana de ayer , en uno de los establecimientos educativos.

Otros dos sujetos que suelen concurrir en las «reuniones» son Guillermo Mendigaña. Ex- empleado de una Compañía de Seguros que los despidió, y Joaquín Phertitt, maquillador de la Televisora Nacional, este último de nacionalidad española, y vinculados ambos al teatro experimental.

Una broma

Manuel Roberto Olarte Olarte ante un cúmulo de pruebas en su contra, se declaró responsable de una publicación con el sentido de «broma según él, pero es que todos los indicios buscaba informar a sus contertulios. Su cacería por el SIC en la mañana de ayer estuvo rodeada de detalles pintorescos entre ellos su propio comentario:

Si quiera me cogieron de día porque si me cogen de noche, me muero, me muero, me muero…

Según pudo confirmarse los colegios donde dictaba cátedra de inglés, prescindirá  de sus servicios.

Una revisión necesaria

En cuanto a la Televisora Nacional y a la Escuela de Artes Dramático, se tiene la certeza de que se hará una revisión de  personal, ya que estas instituciones son de predilección de los sujetos  denunciados.

Uno de los cuales se habría acercado a todos los periódicos para demandar servicios publicitarios. (La República, 1 de octubre de 1959)

El reconocido Jaime Orozco, complementa sus vivencias con María Raquel Olarte quien por su influencia sembró un estilo diferente en su vida y entender ese novísimo arte del transformismo.

También da un abrebocas de una historia de un presunto robo que ejecutó Olarte con su amiga Cleo, vestidas de monjas, en la iglesia de San Ignacio, de valiosos cuadros de arte que colonial de Arce y Ceballos, más historias como estas adornan el libro que nuestra querida Kaperuzza escribió con el alma y del cual se espera con ansias una segunda aparte.

Carito Ochoa

Editora de la Sección de Cultura en alponiente.com. Activista por la equidad, publicista, productora multimedia, técnica en turismo y medio ambiente.

En mi experiencia reposa la producción radial del programa Radiorama de MasMusica.Fm, conferencista sobre equidad, columnista y periodista para diferentes medios digitales e impresos con más de 800 artículos publicados.

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