Más allá del titular: educación y carácter frente a la polarización

La formación del carácter no es un lujo filosófico, sino una necesidad cívica: solo ciudadanos capaces de pensar por sí mismos y actuar con virtud podrán reconstruir la confianza y fortalecer la democracia en Colombia.”.


En mi anterior columna abordé el tema de la dificultad que resulta de intentar darle contexto a las noticias mas allá del mero hecho de estar informado. Esta semana me encontré con un titular que llamó mucho mi atención en el periódico el Colombiano, advirtiendo que este no es de mis lecturas favoritas, el titular decía: “El duro reclamo del juez que imputó a alias El Costeño al Gobierno” y hacía referencia a la intervención del juez José Hofman durante la audiencia de imputación de cargos a Elder José Arteaga Hernández, alias “El Costeño”, señalado como principal responsable del atentado contra el senador Miguel Uribe. Más allá de la formalidad judicial, el juez aprovechó el espacio para lanzar un fuerte llamado de atención al Gobierno y a las autoridades estatales.

El pronunciamiento del juez se da en medio de un clima político marcado por la desconfianza, la polarización y la violencia. Su intervención no solo señala deficiencias institucionales, sino que también invita a una reflexión sobre la responsabilidad ética de los funcionarios públicos y la necesidad de reconstruir el tejido social colombiano.

En tiempos de fragmentación política y crisis de liderazgo, la educación ciudadana y la formación del carácter emergen como necesidades fundamentales para el futuro de Colombia. Inspirados por la lectura de Pierre Hadot sobre la filosofía antigua, podemos repensar el papel de la educación más allá de la mera transmisión de conocimientos, para entenderla como un verdadero ejercicio de transformación personal y social.

“La filosofía antigua no es solo un conjunto de ideas abstractas, sino un modo de vida, un conjunto de prácticas y ejercicios espirituales destinados a transformar al individuo… una formación integral de la personalidad, no solo del intelecto”.

Más allá de la instrucción: la educación como modo de vida

Hadot nos recuerda que en la Antigüedad, el aprendizaje filosófico era inseparable de la vida cotidiana. La educación no se limitaba a la adquisición de datos o habilidades técnicas, sino que implicaba la formación del carácter, la deliberación razonada y el compromiso con el bien común. En palabras del propio texto:

“En Platón… la virtud es un saber que implica la totalidad del alma: pensamiento, voluntad y deseo… la ciencia o el saber jamás son para Platón un conocimiento puramente teórico y abstracto, que se podría ‘poner ya hecho’ en el alma. La virtud es ciencia, la ciencia es ella misma virtud”.

Este enfoque cobra especial relevancia en el contexto colombiano, donde la polarización y la desconfianza han debilitado el tejido social. Recuperar la dimensión formativa de la educación es, por tanto, una apuesta por la reconstrucción de la ciudadanía y la democracia. Vemos como los Principales puntos del reclamo del juez Hofman en especial la Falta de unidad nacional. En especial, criticó que el Gobierno y las autoridades no han sido capaces de generar unidad nacional, contribuyendo en cambio a un ambiente de polarización y estigmatización política. Por otro lado, el profesional abogó por un Llamado a la ecuanimidad invitando a las autoridades públicas actúen con ecuanimidad e imparcialidad, representando la unidad de la nación y no alimentando la confrontación.

El carácter como fundamento de la vida pública

Este episodio judicial resalta la importancia de fortalecer la educación ciudadana y la formación del carácter, temas abordados en el análisis filosófico inspirado en Pierre Hadot. La crítica del juez evidencia cómo la ausencia de valores como la ecuanimidad, el respeto y la responsabilidad ética en la vida pública puede agravar la crisis institucional y democrática del país.

La formación del carácter no es un lujo filosófico, sino una necesidad cívica. Como señala Hadot, “la filosofía antigua se practicaba en comunidades. Los filósofos se reunían para discutir, debatir y aprender unos de otros”1. Así, la educación ciudadana debe fomentar espacios de diálogo, autoconocimiento y ejercicio de la virtud, donde los jóvenes aprendan a deliberar, a escuchar y a comprometerse con el bienestar colectivo.

En este sentido, la educación ética y cívica en escuelas y universidades debe ir más allá de la memorización de normas. Debe ser un proceso de aprendizaje vivencial, donde el estudiante se forme como sujeto autónomo, crítico y solidario.

Ejercicios para la vida democrática

Hadot subraya la importancia de los “ejercicios espirituales” como prácticas concretas de transformación. En el ámbito educativo, esto puede traducirse en:

  • Espacios de debate y diálogo socrático.
  • Proyectos de servicio comunitario.
  • Reflexión sobre dilemas éticos reales.
  • Promoción del pensamiento crítico y la autocrítica.

“La filosofía como terapia: la filosofía antigua era una forma de terapia para el alma. Ayudaba a las personas a lidiar con el sufrimiento, a encontrar significado en la vida y a vivir una vida más plena”.

Este episodio judicial resalta la importancia de fortalecer la educación ciudadana y la formación del carácter, temas abordados en el análisis filosófico inspirado en Pierre Hadot. La crítica del juez Hofman evidencia cómo la ausencia de valores como la ecuanimidad, el respeto y la responsabilidad ética en la vida pública puede agravar la crisis institucional y democrática del país.

Colombia necesita ciudadanos capaces de pensar por sí mismos, de comprometerse con la verdad y de actuar con virtud. La educación, entendida como formación del carácter, es el camino para reconstruir la confianza, fortalecer la democracia y abrir horizontes de esperanza.

Como nos enseña Hadot, la verdadera educación es aquella que transforma, que forma personas capaces de vivir y convivir mejor. Hoy más que nunca, esa es la tarea pendiente de nuestro país.

BIBLIOGRAFÍA

Hadot, P. (1995). ¿Qué es la filosofía antigua? (A. Bernabé, Trad.). Fondo de Cultura Económica.

El Colombiano. (2024, julio 4). El duro reclamo del juez que imputó a alias El Costeño al Gobierno. El Colombiano. https://www.elcolombiano.com/colombia/atentado-miguel-uribe-juez-imputa-al-costeno-critica-gobierno-polarizacion-hostigamiento-OK28009160

Carlos Andrés Gómez García

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