Más allá de la ceremonia

Durante esta época finiquitan no solamente los ciclos escolares sino procesos más arduos que agrupan el esfuerzo acumulado durante años, por tal motivo, se realizan los grados de transición, primaria, secundaria y universidad.

Anteriormente, el acceso a la educación superior en el país era limitado por cuanto existían barreras de entrada que, si bien hoy en día continúan existiendo, mediante diversas apuestas y alianzas entre los diferentes agentes de la sociedad, se han ido disminuyendo. Así, las diferentes políticas y programas tanto locales como nacionales para el fomento de la educación superior, han permitido que el acceso a la misma en sus diferentes niveles de formación se amplíe y pueda llegar a los grupos sociales más vulnerables.

Es por ello que, cuando se culmina el ciclo educativo, el ejercicio del grado no se reduce a una simple ceremonia sino a un proceso social, que evidencia un logro no solo por parte del graduando, sino de todo aquel sistema de apoyo que le acompañó en su camino, y es por ello que la presencia de padres, abuelos, hermanos, parejas, amigos y otros, vestidos con sus trajes más llamativos y una elegancia preservada solo para este momento, refleja el orgullo y la felicidad auténtica no solo por aquel que pasa al frente a recibir un diploma, sino por cuanto se consolida en un hito histórico para el núcleo familiar.

Lo anterior, porque somos los nietos de aquellos abuelos que no culminaron la primaria, incluso tal vez ni siquiera accedieron a ella. Y al mismo tiempo somos los hijos de los padres que culminaron con esfuerzo su bachillerato, pero que no pudieron acceder a una universidad porque los cupos eran insuficientes en las instituciones públicas y porque no había la cantidad de becas y oportunidades que existen hoy en día para acceder a las privadas.

Por eso, como en muchos casos somos la primera generación profesional de una familia, entendemos todo el trasfondo social intrínseco en la ceremonia de grado, porque es la materialización y el reflejo de la lucha generacional por lograr el sueño de la educación superior, evidenciando en ese núcleo social el enorme paso de ser el espectador de una historia a consolidarse como el protagonista.

Karym Melo

Economista de la Universidad de Medellín, con conocimiento en procesos de participación ciudadana, equidad y perspectiva de género, y evaluación de proyectos. Escritora de cuentos y novela. Actualmente es estudiante de derecho.

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