Hace un tiempo atrás hemos visto y hasta presenciado de las diferentes manifestaciones de los maestros que salen de sus aulas a luchar por lo que les ha incumplido y además se merecen.
Esta ha sido de las más importantes manifestaciones que no deberían estar sucediendo y que hace mucho tiempo debieron de ser escuchadas. Los maestros, que dejan de enseñar en sus aulas para dictar una nueva lección: la lucha y la perseverancia ante un gobierno de promesas incumplidas.
Sin embargo en medio de todo esto surge el interrogante: ¿Qué sucede con los alumnos?
Los alumnos, quienes dejan de ir a sus clases porque sus profesores salen a luchar por la dignidad de la vocación, quienes dejan de ir al colegio en donde si bien encontraban un refugio con sus maestros y compañeros, los cuales quedan a la espera de una repuesta y solo les quedan pocas alternativas: acompañar las manifestaciones, estudiar por sus cuenta o simplemente atenerse a las consecuencias de la indiferencia del gobierno.
Lo más sorprendente es que, según Fecode, el gobierno a pesar de presentar propuestas que si bien se han tornado mediocres, no han tenido la suficiente voluntad para iniciar una negociación que moderadamente se ajuste a los intereses de los maestros.
Podemos recordar que dentro de la consigna que tanto ha caracterizado al presidente Juan Manuel Santos durante su periodo ha sido: Paz, equidad, educación; en un país donde el desarrollo educativo ha quedado a medias y donde no solo los profesores son quienes reciben todo el peso, sino también los niños y jóvenes y del modo más injusto.
Entonces ¿dónde está parado el gobierno si no puede hacer “honor” a su eslogan? Un gobierno al cual realmente le pesara permitir dejar a millones de estudiantes sin el derecho a educarse ya hubiese agotado los suficientes recursos para llegar a un acuerdo consistente y con garantías de cumplimiento.
Es primordial dignificar la labor del docente y su papel en la sociedad colombiana y así quizás el gobierno pueda entender que los maestros son fundamentales para el crecimiento cultural y el desarrollo del país, así como también es de principal interés que cada uno se concientice y no deje solos a los maestros que dejaron de enseñar por su dignidad.