“Nos quedan ustedes, nuestros maestros, nuestros héroes de primera línea en esta batalla en favor de la educación, lo hemos ido perdiendo todo, pero no a ustedes y con ustedes a nuestro lado tampoco podrán arrebatarnos la esperanza”
Querido maestro,
Después de un año de haber empezado como país a enfrentar esta pandemia y todo lo que con ella llegó, celebramos con profundo agradecimiento y admiración la labor que como maestros han venido desarrollando, no solo durante este tiempo sino a lo largo de la historia de nuestra ciudad, país y en general a nivel global.
Hoy nos duele ver como esta pandemia no has ido quitando todo, hoy vemos las aulas vacías, los tableros en blanco, los corredores de nuestras instituciones pareciesen lugares abandonados por el tiempo, donde el silencio es su común denominador, la alegría de los niños, niñas y adolescentes que otrora iluminaban cada espacio hoy se traslada a una pantalla, dónde la interacción es diferente, dónde incluso las condiciones son precarias y peor aún una pantalla dónde, por las realidades de nuestros territorios, vemos desaparecer algunas caras conocidas, pequeños que no disponen de un equipo de cómputo, un dispositivo móvil o simplemente no cuentan con conectividad, imagino la frustración que como maestro debe causar el ver como esas caras ya no están y pensar en el riesgo que pueden estar corriendo por fuera del sistema educativo. Nos quedan ustedes, nuestros maestros, nuestros héroes de primera línea en esta batalla en favor de la educación, lo hemos ido perdiendo todo, pero no a ustedes y con ustedes a nuestro lado tampoco podrán arrebatarnos la esperanza.
Precisamente ahora, cuando hablamos de la necesidad de una transformación educativa, se hace urgente reconocer que son ustedes el corazón de esta, yo en lo particular creo firmemente en el papel que juegan ustedes en la sociedad y soy un convencido que para lograr una transformación real como país, debemos antes empezar a transformar nuestros colegios, nuestras universidades, nuestros modelos educativos, y los principales actores en esa batalla son precisamente ustedes, nuestros guerreros, nuestros héroes, ustedes maestros que han demostrado cada segundo estar a la altura del reto y dispuestos a seguir transformando el país a través del mejor medio posible: LA EDUCACIÓN, a pesar incluso de las enormes adversidades para afrontar este reto, basta mencionar la sobrepoblación en las aulas de clase, la falta de herramientas incluso tecnológicas para el desarrollo de su labor, una infraestructura deficiente que puede hasta poner en riesgo la seguridad de ustedes y sus estudiantes, aun así siguen firmes en su apuesta por formar a los ciudadanos y ciudadanas que el país necesita.
Nosotros desde cada espacio, hemos venido luchado y seguiremos luchando por ustedes en medio de todo esto que nos hemos visto obligados a enfrentar, nuestra apuesta de transformación educativa desde el Colegio del Futuro propende entre otros elementos por resignificar el rol del maestro, reconociendo en ustedes a ese diseñador de experiencias de aprendizaje, mejorando las condiciones educativas, garantizando las condiciones óptimas de salud, incluido nuestro llamado al gobierno nacional y municipal de dar celeridad al proceso de vacunación de docentes y personal administrativo y de apoyo en nuestras instituciones educativas, para que puedan seguir transformando vidas desde el aula de clase. Hoy quiero reafirmarles mi afecto, agradecimiento y sobretodo admiración por la grandeza de su labor y la humanidad y amor con que la llevan a cabo; sigan transformando vidas, continúen siendo esos grandes héroes que, sin necesidad de capas ni espadas, están engrandeciendo esta ciudad y este país. ¡FELIZ DÍA MAESTROS!
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