Luis Tejada Cano y el pensamiento constelado: cien años de ausencia (1924 – 2024)

Tejada nos demuestra que para el pensamiento no hay temas, sino ideas. Estas pueden manifestarse en la cotidianidad encubiertas en la mirada domesticada por la rutina


 

Luis Tejada es un escritor; un pensador. Las crónicas han sido el género que toma como pretexto para explayar las ideas que se dejan estimular por lo que aparenta ser irrelevante. En este sentido, Tejada nos demuestra que para el pensamiento no hay temas, sino ideas. Estas pueden manifestarse en la cotidianidad encubiertas en la mirada domesticada por la rutina.

La figura de Tejada es la de un narrador moderno que a principios del siglo pasado supo distanciarse del mundo permaneciendo en él. El origen antioqueño del autor se remonta a la transición secular entre el siglo XIX y el siglo XX. Este contexto le permite conocer la dinámica de la ruralidad que aspiraba a contribuir con lo que en ese momento se conocía como progreso. Se trataba de un reconocimiento de la posibilidad de desarrollo en las tierras que necesitaban seguir siendo labradas y las ideas que necesitaban ser revisadas. En estas últimas, Luis Tejada asume el reto de pensar el espacio que habita en relación con el estado del mundo. Reconoce en el origen de lo rural el germen de una sociedad a la que le urge transformarse con convicción. En “Ciudad”, una crónica de 1918, responde:

Amigo mío, en verdad, allá donde la naturaleza es fecunda y virgen y donde los maizales ululan al viento, como arpas, se vive bien. (…) En cambio, amigo mío, la ciudad tiene también hondos encantos y lazos sutiles con que aprisiona el corazón, siempre que sepáis vivir en ella sin someteros al estiramiento martirizante del frac y del cuello alto y al tedio superficial de los salones, sino pasando inadvertido, como una partícula perdida entre la

muchedumbre, pero con los ojos muy inquisidores y el alma abierta a grandes y pequeñas emociones. Porque la ciudad acendra una multiplicidad admirable de sensaciones que no encontraréis en la montaña: es profunda y ligera, cogitabunda y alegre, sentimental y dura, tiene sombras medrosas y luces fugitivas, es refinada e ingenua. (2019)

Luis tejada es un crítico de su tiempo, sobre todo del conservadurismo que aun cuando contribuye con la expansión comercial de Colombia, especialmente en Antioquia, mantiene nublada la posibilidad de nuevas ideas que aceleren esa expansión con más precisión. Para él la precisión estaba en la relación con el acontecer internacional, en desviar la mirada del ombligo para ampliar el horizonte cultural con ideas que estaban pensándose en otras latitudes para fortalecer las propuestas de crecimiento del suelo nacional. Luis Tejada Cano fue un pionero reconociendo la relevancia de una mirada global.

Es posible hablar de genio en Tejada tanto por su capacidad de análisis reflexivo como por el nacimiento precoz de sus ideas. Un hombre cuya experiencia no cruzaba los veinte años era capaz de ser un interlocutor de pensadores que estaban transformando el mundo con ideas que desafiaban la hegemonía de la tradición. El pensamiento del antioqueño dialoga desde lo fragmentario con las formas del pensamiento de Walter Benjamin, como descubriendo el mundo en su diversidad material y presentándolo como un almacén de posibilidades de la cultura.


Todas las columnas de la autora en este enlace:  Xenia Guerra

Xenia Guerra

Licenciada y magíster en Letras por la Universidad de Los Andes en Venezuela. Profesora universitaria de la misma casa de estudios. Investigadora en el ámbito literario con enfoque en filosofía política y el arte.

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