Los retos para Colombia en 2025

ALDUMAR FORERO ORJUELA

“Con el gobierno Petro, este 2025, se debe esperar lo peor para que estemos atentos y no dejemos de luchar por la democracia y la libertad. El comunismo disfrazado será derrotado en Colombia.”


Arranca un año con bastantes problemas en todos los ámbitos de la agenda nacional. Colombia transitará este 2025 un camino complicado, desesperanzador y, por lo que se ve, retador y difícil.

El gobierno de Gustavo Petro inaugura el 2025 con varias cosas negativas para los colombianos que tendrán que soportar sus consecuencias. En materia de salud, economía, seguridad y electoralmente el país estará concentrado y los debates girarán en torno, principalmente a estos temas.

La salud en Colombia entra, en 2025, a la Unidad de Cuidados Intensivos. El aumento de la UPC que fue de 5.36% pondrá en peligro la vida de miles, sino de millones, de colombianos. Un cálculo que hizo el gobierno de manera apresurada y con bastante dosis de ideología y perversidad.

Se ha encargado el presidente y, lo finalizará en 2025, de acabar la salud en Colombia. Que no es la mejor del mundo pero tampoco lo peor. Por simple ideología y odio, el gobierno condenará a muerte a los colombianos. Qué dolor, porque la salud de las personas no debería tomarse como plataforma política.

Hablan de que la salud está en manos de privados y que estos han “saqueado” el erario para enriquecerse y lo que en verdad ha pasado es que el gobierno ha intervenido varias EPS, las ha abandonado y ha puesto en peligro la vida de colombianos.

Se propuso una política para acabar con el sistema de salud en Colombia, el famoso “chu chu chu” que no es otra cosa que la manera en que el gobierno NO le gira recursos a EPS y hospitales para la atención de las personas. Entonces, el objetivo de Petro y sus esbirros es acabar con los colombianos acabando el sistema de salud.

Por otro lado, la economía del país está en un vaivén entre la incertidumbre y la desesperanza. Por un lado, los colombianos NO saben qué hacer, no saben si comprar vivienda, carro o quedarse quietos porque hoy la economía puede dar señales positivas pero mañana, por decisiones del gobierno, la economía puede volatilizarse.

Hablan de un bajo nivel de la inflación, lo cual es cierto, pero no por las acciones del gobierno, sino más bien, por los ajustes en los precios internacionales de los insumos. Nada ha hecho el gobierno por bajar la inflación. Creo que en unos años la inflación crecerá.

El gobierno tiene una visión keynesiana de la economía, keynesiana en el sentido más marxista posible. Le gusta el gasto público para, según la teoría, invertir y dinamizar la demanda agregada y que con eso la economía crece. Falso de toda falsedad, eso es lo que enseñan en las universidades y lo que se tiene como resultado es un país que marcha pero a pasos de tortuga y que retrocede con la velocidad de un leopardo.

Le gusta el gasto público para financiar salarios burocráticos (corbatas);  para crear más embajadas y así poder pagar los favores de campaña; para solventar los viajes al extranjero que, mientras critican el capitalismo, les gusta probar los más suculentos manjares y probar los más exquisitos vinos en grandes salones con sillas de oro.

También, les gusta el gasto público para comprar congresistas que le aprueben todas las reformas que acabarán con el país. El gasto público NO es para “ayudarle al pueblo”, sino para financiar toda clase de porquerías que hacen los políticos en detrimento de la calidad de vida de los colombianos.

Quizá los colombianos no se han dado cuenta y/o no lo entienden – además porque no deberían, todos estamos ocupados en nuestras actividades diarias – pero el gasto público no sale de un árbol o del cielo. Hay tres maneras con las que se financia el gasto público de un estado:

  1. A través de impuestos. Así que, si aumenta el gasto público, el gobierno tiene que AUMENTAR los impuestos y, esto como todos si lo saben, es más sufrimiento para cada individuo. En otras palabras, si un gobierno financia con impuestos el gasto público significa que, un buen porcentaje de los ingresos de un individuo se van para mantener a los políticos. Es decir, las personas trabajan para el estado sin recibir retribución porque, en su mayoría, se roban la plata.
  2. A través de deuda. Hay gobiernos que si quieren un gasto público robusto para sus porquerías pero sin cobrar tantos impuestos se ENDEUDAN. Claro, eso lo pueden hacer, la cuestión es que la deuda son IMPUESTOS FUTUROS. Así las cosas, lo que pagarán los festines de los actuales políticos serán las personas que todavía no han nacido. Esto es perverso.
  3. A través de emisión monetaria. Cuando ya o no les funcionan las anteriores fuentes de financiamiento o son muy descarados y criminales, utilizan al Banco Central para imprimir billetes y así seguir financiando todo el lujo que les da el poder. La emisión monetaria no es otra cosa que inflación y la inflación no es otra cosa que u IMPUESTO.

Luego el panorama económico de Colombia para el 2025, aparte de las decisiones políticas que afectan el mercado, es lamentablemente desalentador. Un gobierno que tiene como principal aliado teorías empobrecedoras no puede dar otra cosa que caos, pobreza y miseria y el gobierno de Gustavo Petro es pobreza, miseria y muerte.

En materia de seguridad, Colombia retrocedió grandemente. El país se convirtió en el parque de diversiones de los delincuentes, sobre todo, de los más grandes y poderosos, empezando por las guerrillas, los grupos y la delincuencia organizados. Es una total vergüenza, además de ser, injusto y peligroso que el gobierno le dé garantías al delincuente y desproteja al ciudadano ejemplar. Es increíble que los buenos tengan miedo y los malos caminen el territorio como si tuvieran permiso para hacer daño.

El 2024 fue profundamente violento. Un país encharcado con la sangre de cientos de colombianos que cayeron bajo las balas de los criminales, colombianos desprotegidos pero antes llenos de miedo porque no tenían garantías de seguridad. Qué tristeza, ¿para dónde va un país donde todos los días asesinan colombianos y, lo peor, es que al gobierno no le importa en lo absoluto?

Cómo sería de bueno que Colombia fuera un país donde la violencia no fuera titular en los medios todos los días. Escuchar, ver y/o leer noticias violentas es desastroso y triste. Uno de mis más íntimos deseos, aunque bastante utópico por lo que veo, es que Colombia sea el último país en violencia. Que los asesinatos, masacres, ataques terroristas fueran inexistentes y si lo hay que solo fuera uno al año. Colombia ha sufrido y sufre una oleada de violencia que es casi insoportable.

Lo peor, es que al gobierno y a los políticos en general son cosas que tienen que pasar y no les importa nada. Qué tristeza. No se dan cuenta del dolor de cada familia, de cada ser humano que pierde un ser querido. Es un dolor insoportable e incomparable.

Ahora, por último, uno de los grandes retos que tiene Colombia, es el campo electoral. El 2025 es un año “preelectoral”. Se definirán candidatos a la presidencia y al congreso, va a ser un año donde las peleas internas en los partidos estarán para alquilar balcón.

Todo mundo en Colombia quiere ser candidato, tanto a la presidencia como para el congreso. Es una pasarela de egos y de falta de humildad. Pareciera que la única forma de ayudar a los demás es desde la poltrona del poder, está mal siquiera considerarlo.

Los puestos de poder, que deben ser pocos, son para los que realmente quieren mejorar en algo la vida de las personas, no para enriquecerse a costas del trabajo de los individuos que es lo que pasa en Colombia. La presidencia NO debería ser la cereza del pastel, debería ser más bien, el último puesto que alguien quisiera ocupar.

La presidencia de la República es un cargo que debería tener el mayor cuidado de todos. Quien llegue a esa posición debe pensar que es el más desgraciado de todos. Si alguna vez en la historia de Colombia alguien pensara así, la presidencia seria del pueblo y no de corruptos y criminales.

Colombia debe estar atenta, porque entre tanto ego e idolatría al poder, se esconde algo más macabro: el fin de la democracia en Colombia.

Este gobierno, según ha salido en los medios, quiere intervenir en las instituciones encargadas de lo electoral y desde ahí se pueden ROBAR las elecciones del 2026 para instaurar, ahora sí como se debe, una dictadura comunista y/o socialista al estilo de Cuba o Venezuela.

Quiero recordar que hace unos días el presidente Gustavo Petro, a través de su cuenta en X, alabó y se hincó de rodillas, para celebrar un aniversario más de la revolución cubana que, dicho sea de paso, tiene hoy a los cubanos en la más extrema pobreza del mundo.

Aldumar Forero Orjuela

Joven oriundo de Bogotá D.C. Nacido en 1998, de familia conservadora, se ha adherido a las ideas del liberalismo que aboga por el respeto a la vida, la libertad y la propiedad como los valores más importantes de una sociedad.

Economista de la Universidad de La Salle. Con diplomados en cultura democrática y juventud constructora de paz.

Ha sido columnista en varios medios digitales de opinión y actualmente es columnista en Al Poniente.

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