“Debemos ir en el camino de la felicidad ciudadana, de una construcción social, que represente este estado del alma llamada juventud, de la mano con la democracia participativa en pro de todo aquello que se hizo llamar, dignidad humana”
En el marco de la crisis social que vive el país en estos momentos, es de entender que la participación masiva de los jóvenes en las movilizaciones y protestas efectuadas desde los diferentes sectores sociales es a causa, de la desconfianza y poca credibilidad que se tiene a las instituciones públicas y malos gobernantes.
Así las cosas, es fundamental manifestar que ese clamor ciudadano en tiempos de protesta lo nutre fuertemente el sector joven, debido a la falta de oportunidades que nos han sido arrebatados desde el pasado y ahora en el presente queremos buscar una solución a estas inconformidades para tener un mejor futuro, pero cada vez es más claro que este malestar social se ha ido incrementando debido al mal arte de gobernar.
Entendido esto, hay que comentar que la juventud es el motor de la lucha social, pero también nos hace entender que estas manifestaciones no puede ser pasajera en las calles o de unos cuantos días, se avecinan las elecciones del 2022 (Congreso, Presidencia), es aquí donde podemos ejercer el derecho al voto, a sufragar, a vivir la democracia y entender que es aquí donde realmente damos la lucha para generar el cambio que nuestra sociedad necesita, siendo el poder del pueblo.
Según el DANE (Departamento Administrativo Nacional de Estadística) en el censo del 2018 expone que el 16% de los habitantes que tiene el país, está en edades entre los 18 y los 26 años.; dando a entender que hoy 2021 la población joven es aún mayor, esto demostrado a través del último censo poblacional realizado por el DANE, donde registra que hoy en nuestro país hay 12 millones de jóvenes entre los 18 y 24 años, esta cifra es de destacar debido a la gran relevancia y poder electoral que tenemos como jóvenes y ciudadanos; inconformes, descontentos, disgustados, insatisfechos por las pocas oportunidades que tenemos, tanto es así que el desempleo juvenil para el año 2021 supera el 20%.
En otras palabras, los Jóvenes unidos podemos iniciar nuestra gran protesta en las urnas y reivindicar nuestra confianza con el voto, y entendiendo que somos las nuevas ciudadanías llamadas a establecer el buen arte de gobernar y elegir.
Concluyo entonces; debemos ir en el camino de la felicidad ciudadana, de una construcción social, que represente este estado del alma llamada juventud, de la mano con la democracia participativa en pro de todo aquello que se hizo llamar, dignidad humana.
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