No puede existir otro calificativo para definir la gestión de Gustavo Petro que la de DESASTROZA; sus constantes descaches lo han convertido en una burla de sí mismo, entre ellos: el wifi instalado por las jales, la reforma a la salud (y la negativa de su propio gabinete), las constantes llamadas de atención de su ministro de Hacienda y el proyecto de “paz total” que el fiscal Francisco Barbosa desarmó con argumentos y la Ley de por medio.
Pareciera que la meta del presidente de la República es convertirse en el chiste semanal, a lo Nicolás Maduro (¿será parte de los lineamientos de comunicación de los socialistas?) y reforzar la idea de que vivimos en una Banana Republic.
Lo peligroso del tema es que muy a pesar nuestro, es el jefe de Estado, y lleva sus locuras a proyectos de Ley, Decretos y declaraciones ante medios de comunicación que tienen su efectos negativos en la los mercados e incidencia directa en el bolsillo de cada uno de los colombianos (excepto en la vice, la nadia que usa uber-helicóptero para llegar al trabajo).
Y mientras hacen y deshacen a sus anchas con el visto bueno de las mayorías en el Congreso, los mandatarios locales repiten las hazañas de estupidez que profesa el líder del circo, ejemplo de ello es el bufón Quintero Calle, que con sus ínfulas de emperadorcito, está llevando a Medellín a la desintitucionalización y a los conciertos de RBD mientras la ciudad es asediada por violentos, basuras y el inconformismo social que se respira en la calle.
La última del bufón ha sido la de autoproclamarse “el alcalde que se ha enfrentado contra la corrupción” cuando ha sido el único sinvergüenza con la moral tan retorcida capaz de robarle el presupuesto a los niños de Medellín… pero bueno, las hijueputas cámaras están prendidas… menos mal.
Pero más allá del inmerecido autopantallazo que se está dando Quintero Calle, es sumamente alarmante la petición que le está haciendo al presidente de que congele las tarifas de servicios públicos en varios departamentos justo en año electoral… obviamente el aspirante a dictador está alistando motores para su campaña presidencial a costillas de las finanzas de EPM, la destrucción de Medellín, así como los símbolos que han representado a la cultura y tradición paisa.
Quintero hará campaña rajando de Antioquia y Medellín, mientras saquea la ciudad que malgobierna… Obviamente sigue con inspiración los pasos de Petro en Bogotá y suma puntos para ser el próximo emperadorcillo que dirija el destino de los colombianos.
¡Qué Dios nos agarre confesados!
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