Esta columna es un espacio dedicado a la búsqueda del sentido de las palabras. Un ejercicio arqueológico, etimológico y, si se puede decir, biográfico. Cada entrega nos permitirá conocer la historia, el significado, el uso y el sentido de una palabra.
Mauricio Montoya y Fernando Montoya
“In nova fert animus mutatas dicere formas corpora”.
«Pretendo hablar de formas cambiadas en nuevos cuerpos”.
Ovidio – Las Metamorfosis
La primera asociación que realizamos al escuchar la palabra metamorfosis tiene que ver con el escritor Checo Franz Kafka. Su novela corta publicada en 1915, cuando Europa se sumía en la primera guerra mundial, es la historia de un hombre, Gregorio Samsa, que bien podría ser la autobiografía del propio Kafka, el cual vive atormentado por su trabajo (Samsa era viajero comercial y Kafka terminó la carrera de Derecho obligado por su padre) y un día cualquiera amanece convertido en un insecto.
En su acepción biológica, la metamorfosis es un proceso natural por el cual los seres vivos presentan cambios estructurales y fisiológicos. Un bebé que comienza a crecer, un adolescente que presenta cambios hormonales, un cadáver que se descompone, un renacuajo que se convierte en rana o una oruga que se transforma en mariposa, son algunas de las metamorfosis que nos brinda la naturaleza.
Desde la época clásica fue bastante común relacionar la metamorfosis con la magia y también con la alquimia (especulaciones esotéricas y experimentales que buscaban la transformación de algunos metales en oro). El escritor romano, Apuleyo, escribió una obra picaresca titulada “el asno de oro” que llegó hasta nosotros bajo el nombre de “Las metamorfosis”. En su texto, Apuleyo relata la vida de Lucio, un joven obsesionado con la magia que viaja hasta Tesalia (una de las cunas de la magia en el mundo antiguo) y tras introducirse en sus misterios termina, accidentalmente, convertido en un asno. Las aventuras de Lucio como asno transcurren alrededor de las miserias de los más explotados y desfavorecidos de su tiempo.
Sin embargo, a diferencia de Gregorio Samsa que termina su vida como un paria, Lucio, el protagonista de Apuleyo, recibe la misericordia de la diosa Isis para retornar a su forma humana y convertirse en un fiel devoto de su culto religioso. Algunos estudiosos creen que esta es una obra que recrea los últimos años de la vida de su autor, mientras que otros piensan que es una critica a las costumbres de su sociedad, en especial contra la religión.
En este contexto, metamorfosis es la palabra que traemos hoy. Proveniente del griego “metamórphōsis” está compuesta por los términos meta (más allá, después de), morph (forma, estructura) y osis (aplicado para indicar acciones o estados). Además de la biología, la literatura ha sido uno de los escenarios más protagónicos de las metamorfosis. Junto con los ya citados Apuleyo y Kafka, el poeta latino Ovidio la utilizó para darle nombre a su poema (Las metamorfosis) en el que se narra, con altas dosis de mitología y realidad, la historia del mundo desde sus orígenes hasta la metamorfosis del alma de Julio César en una estrella.
Pero los sinónimos de metamorfosis son múltiples. En el campo cristiano, por ejemplo, se nos cuenta sobre la transfiguración de Jesús y más específicamente, en el mundo católico, se nos habla de la transubstanciación, es decir, la transformación milagrosa del pan y el vino en el cuerpo y la sangre de Cristo durante cada eucaristía. En el siglo V a.C, en el sudeste asiático, Siddhartha Gautama anunciaba el estado de Budeidad al que todos debían aspirar; siglos más tarde, en el medio oriente, San Pablo predicaba a los Corintios sobre una resurrección en un cuerpo espiritual con características diferentes a las que tiene el que poseemos.
Un referente curioso en todo este recorrido es la relación que puede tejerse entre la metamorfosis y el mimetismo, esta última cualidad muy propia del camaleón (cuando cambia de color) o de animales que se camuflan para cazar o evitar ser cazados. Algo de todo esto podría casar muy bien en nuestros ámbitos sociopolíticos, repletos de camaleones que se venden o cambian de ideología sin ningún escrúpulo. Metamorfosis que coloquialmente son conocidas como “lagartería” o “voltiarepismo”.
Así las cosas, la conmemoración del centenario de la muerte de Kafka (3 de junio de 1924) nos invita, no solamente, a estudiar su vida y obra, sino también a repensar el sentido histórico y actual de las metamorfosis de la vida y la literatura. Tal vez nunca alcancemos una interpretación definitiva sobre las metamorfosis, pero podemos pensar en lo misteriosas que resultan, sobre todo si leemos y releemos el microrrelato del filósofo Chino Zhuangzi, titulado “Sueño de la mariposa”: “Chuang Tzu soñó que era una mariposa. Al despertar ignoraba si era Tzu que había soñado que era una mariposa o si era una mariposa y estaba soñando que era Tzu”.
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