“Quien sufre de ira y envidia considera que todo el mundo está en su contra, se compara con la gente para desmeritar los logros de quienes considera no los merece”.
El fútbol como espectáculo deportivo debería servir para brindar alegrías a las personas, sacarlas de la rutina y que la gente pueda disfrutar del espectáculo; por supuesto que quienes tenemos preferencias por algún equipo queremos que este siempre gane y nos ponemos tristes cuando pierde. Ir a fútbol no puede generar sensación de miedo e inseguridad que es lo que se sentía hace más de dos décadas en Colombia con la violencia que se vivía en los estadios.
Estadios como el Atanasio Girardot en Medellín tenían el campo de juego completamente enmallado para aislar a los hinchas de los jugadores y evitar que estos fueran agredidos por hinchas llenos de rabia que lanzaban todo tipo de objetos con los cuales buscaban hacerle daño a los jugadores del equipo contrario.
Por fortuna eso ha ido cambiando, pero aún se ven casos aislados de violencia en los estadios. Esta semana en el partido de Copa Colombia entre Cúcuta y Nacional se vio como hinchas del equipo nortesantandereano lanzaban piedras al bus que transportaba a los jugadores de Nacional con la clara intención de hacer daño y herir a los jugadores. Varios vidrios del bus se quebraron haciendo que varias esquirlas se le incrustaran a un jugador de Nacional que menos mal no fueron profundas y tampoco le generaron lesiones mayores.
El partido estuvo a punto de suspenderse por esas condiciones difíciles de seguridad, pero se jugó y el ambiente en el estadio se puso hostil cuando Nacional empezó a ganar el partido. En cada tiro de esquina a favor de Nacional los hinchas cucuteños lanzaban latas de cerveza, buscando afectar la integridad de los jugadores.
¿Qué hace que seres humanos reaccionen de esa manera tan primaria y violenta? Creo que una de las razones es que hay personas que viven invadidas de malos sentimientos que los van destruyendo por dentro como la ira y la envidia y que encuentran en este tipo de eventos la forma de expresar esas sensaciones que al final son problemas individuales y que en este caso ni los hinchas contrarios ni los futbolistas tienen la culpa de que estas personas los sientan, pero los terminan sufriendo.
¿Por qué sufrimos de ira y envidia? Es claro que son sentimientos humanos, pero también es claro que nos hacen daño. No en vano, la Iglesia Católica incluyó a la ira y a la envidia dentro de los siete pecados capitales que se suman a la lujuria, pereza, gula, avaricia y soberbia para evidenciar estas tendencias humanas que son negativas y naturales. Es importante ser conscientes de estas sensaciones porque así las podemos superar y vencer.
Quien sufre de ira y envidia considera que todo el mundo está en su contra, se compara con la gente para desmeritar los logros de quienes considera no los merece, siempre está pendiente de los demás para criticarlos y tiene una tendencia a ver todo de manera negativa.
Los estoicos dicen que una persona virtuosa es la que siempre está en equilibrio. En lugar de dejarse llevar por la ira fortalece la paciencia; en lugar de envidia siente generosidad, a la vez concentra su energía en materializar sus sueños.
Que en una sociedad todavía veamos escenas que reflejan ira como las del partido Cúcuta vs. Nacional, evidencia la insatisfacción de muchas personas con el transcurrir de sus vidas y que no logran encontrar el rumbo, pero encontrarlo también depende de cada persona. Al final, es la vida que nos tocó a cada uno y de cada uno depende ponerle el sabor que queramos. Hay quienes teniendo las condiciones más adversas se gozan todo y hay otros que yendo para el cielo van llorando.
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