Desde el mes de marzo, del año en curso, el país viene siguiendo en los diferentes medios de comunicación y las redes sociales el debate que se ha dado alrededor del Plan de Desarrollo 2018-2022, denominado Pacto Por Colombia, Pacto Por La Equidad, del Gobierno de Iván Duque. Plan que se ha caracterizado porque el gobierno al radicar el proyecto tenía 182 artículos y después de la discusión en las comisiones conjuntas de Senado y Cámara quedó con 309 articulo, pero para la discusión en plenaria de la Cámara de Representantes este ha quedado finalmente con 349 artículos.
Se supone que un Plan Nacional de Desarrollo – PND es la carta de navegación para que una administración, en este caso la del Gobierno Nacional, saque adelante todas las iniciativas con las que ganó la elección, las cuales estaban plasmadas en el programa de gobierno por el cual votaron los electores que les dieron favorablemente su voto y los llevó al primer cargo del país.
El PND debe contener los planes, programas y proyectos de obra pública, civil, social, económica, fiscal, seguridad social, cultura, deportes, telecomunicaciones y entre otros temas que deben estar debidamente identificados como problemáticas y que servirán para generar desarrollo y progreso a las comunidades, ciudadanos y los diferentes sectores que hace parte del Estado Colombiano, este a su vez debe definir las metas que se van a alcanzar y obviamente de donde se sacarán los recursos para poder implementar el plan.
La primer trampa es la diferencia entre las bases y el articulado, ya que se puede evidenciar un abismo entre los escrito en las bases del plan de desarrollo que contienen una serie de disposiciones bien intencionados con los que se pretende tener un mejor país, que efectivamente busca propender con la generación de acciones que permitan la equidad, pero que distan mucho de los redactado en el articulado ya que la prescripción de los mismos, terminan favoreciendo a los sectores poderosos del país que financiaron campañas políticas, esto en concordancia con la forma de actuar de este gobierno corporativo que piensa más en consolidar el Estado neoliberal empresarista, que el Estado social y democrático de derecho, Gobierno en el que el presidente pone la cara de niño bueno, pero los miembros de su partido salen con furia a hacer bulliyng, el ya mencionado acto del policía bueno y el policía malo.
La segunda trampa que contiene el plan nacional de desarrollo está en el contenido de algunos de sus títulos que han introducido unas mini reformas a la salud, las pensiones, la administración pública y el régimen tributario. Afortunadamente la Cámara de Representantes en este sentido votó negativo a la reforma que pretendían hacer en el sistema general de seguridad social pero el gobierno en una de sus maromas burocráticas, logró reabrir el debate sobre estos artículos en particular y se votaron de forma tal que la mini reforma pensional fue votada de forma que favorece a los intereses del gobierno y de los fondos privados de pensiones; distinta suerte corrió la reforma a la estructura administrativa del Estado al querer otorgar unas facultades excepcionales al presidente de la república y captar unos recursos que son propios de los municipios al transferirlos a la nación. Pero lo realmente lamentable es que después de que en campaña el señor Duque prometiera que no se iba a practicar el Fracking en Colombia, introdujera un artículo en el PND para permitir hacer exploraciones con esa práctica nefasta para el medio ambiente y que esto terminara siendo aprobado por el Congreso de la Republica, a lo cual se opuso toda la bancada verde.
Quedó en firme que las mini reformas que traía el texto, básicamente el contenido de los artículos, están redactados de forma tal que buscan como generar ingresos para la nación y no como destinar los recursoS que se otorgaron al gobierno nacional vía presupuesto general de la nación y en la última reforma tributaria o mal llamada ley de financiamiento.
La tercera trampa está en querer aprobar una serie de artículos que a la fecha se están tramitando en proyectos de ley que corren el riesgo de no ser aprobados en el Congreso, y para evitarse el Gobierno Nacional tener una derrota en esta materia, decidió incluirlos en el PND para ser aprobados por la puerta de atrás, esto sin dar el debate a las reformas legislativas que sobre estas leyes cursan en el Congreso.
Esta serie de artículos son los proyectos de ley que modifican la ley 1341 de 2009 sobre las TIC, la ley 142 de 1994 de servicios públicos, la ley 1369 de 2009 sobre servicios postales y el proyecto de ley sobre el estatuto del consumidor de los servicios aéreos. Artículos de vital importancia que necesitaban ser debatidos en el escenario natural de las plenarias y las comisiones, pero que son llevados a PND para que sean aprobados en bloque con los artículos del gobierno y puedan sufrir modificación alguna mediante proposiciones ya que no tienen el aval del ejecutivo.
Vemos pues como se ha desnaturalizado la figura del Plan Nacional del Desarrollo, pues si bien esta es una supranorma debe tener unas calidades específicas, pero que en el actual proyecto del plan y no muy lejana ley del Plan Nacional de Desarrollo del Gobierno de Ivan Duque, le apunta más a ser una norma general donde caben todos los temas propios del trámite legislativo, pero que poco conducen a la generación de progreso; pero que más se puede esperar de un Gobierno que en 9 meses solo se ha dedicado a tocar la guitarra y desconocer los problemática en las que está sumido el país y por ende es un pacto que poco o nada genera equidad.