X-Art. Colores pasteles. Tonos fríos. Sábanas blancas. Planos seductores y contemplativos. Atracción. Juego previo. Música suave.
Esa es la clase de porno que nos gusta ver, donde exista el erotismo y el deseo pero donde se respete la estética. Rasguños, gemidos, gritos, movimientos rápidos y fuertes, claro que nos gusta, lo que pasa es que la industria prefiere planos abruptos, cortes aberrantes y grotescos donde la narración es nula y no deja nada a la imaginación pues desde el segundo 30 el hombre ya la tiene adentro.
Pedimos a gritos un porno diferente, que tenga historia y no hay herramientas más adecuadas que las audiovisuales. Entonces ¿por qué seguir haciendo lo mismo? El bombero, el policía, la maestra, la secretaria… Sí, son fantasías de muchos pero creo que son forjadas justamente por esa limitación de historias.
Afortunadamente no todo está perdido. Quienes conocemos el trabajo de Erika Lust entendemos que esta mujer realmente se esfuerza por cambiar este paradigma en el que estamos metidos y contar historias excitantes pero agradables de ver. Personalmente me encantaría que existieran más realizadores como ella y que nos puedan ofrecer porno de calidad.
Este género no me parece malo, ni aburrido, ni para perdedores… Tal vez si se mejorara la narrativa y la estética, las cosas serían diferentes, y entonces muchas más personas podrían disfrutarlo porque después de todo… ¿A quién no le gusta que le cuenten historias?
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