Las inteligencias artificiales: ¿son ahora artistas?

Foto: Axios.com

¿Deberíamos dejar que la tecnología exprese a través del ‘arte’ nuestro mundo?.

‘¿Qué es el arte?’ y ‘¿qué se debe considerar arte?’ son preguntas para las que no hay una respuesta fija ni aceptada universalmente, uno podría llamarle una actividad de expresión humana pero últimamente ha surgido la tendencia del arte realizado por inteligencias artificiales. Lo problemático no son sus obras en particular sino el hecho de que estas no tengan nada de expresivo, creativo o nuevo en ellas y además es preocupante que se le relegue una actividad de expresión humana a un algoritmo.

El 21 de agosto, Christie’s, una de las casas de subastas artísticas más reconocidas del mundo anunció que entre las piezas a subastar en octubre estará una pintura creada por una inteligencia artificial y es la primera vez que una pieza creada por un computador se vende en una casa de subastas. La obra, ‘Retrato de Edmond Belamy’, fue creado por un algoritmo ideado por el colectivo de arte francés Obvious quienes crearon una narrativa completa y un árbol genealógico con retratos para esta familia ficticia.

La red generativa adversarial (GAN por sus siglas en inglés) es la que creó el retrato. En este se puede ver la figura de un hombre probablemente francés y de sociedad vestido con hábitos clericales, gran parte del lienzo está en blanco y Edmond Belamy casi puede parecer un espanto de la cultura pop. Obvious le dijo a Christie’s que su GAN se compone de una parte creadora y una de discernimiento, la idea es que la parte creadora engañe a la de discernimiento para que crea que su obra fue hecha por un humano.

Replicar la técnica humana resulta interesante en el sentido científico, pero es imposible saber si este tipo de ‘expresiones artísticas’ van a ser lo que se convierta en la norma del mundo del arte a partir de esto. Y es precisamente ese término, ‘expresión’, lo que genera problemas. El diccionario de la Real Academia Española define al arte como “una actividad humana que tiene como fin la creación de obras culturales”. Históricamente ha sido la forma de expresión e interpretación de nuestro mundo. Darle a una máquina un soporte de 15000 retratos para crear algo ‘nuevo’ significa que esa obra está simplemente basada en lo que otros ya hicieron y no en una visión particular o con un objetivo claro de lo que se quiere expresar.

Esto es precisamente lo que pasó con los retratos de la familia Belamy, el GAN de Obvious recibió datos de miles de retratos en la historia del arte y creó sus propios retratos. Pero la mezcla tanto de técnicas como de simbolismos terminó en una ‘obra’ que realmente a simple vista no parece nada sino el vago recuerdo de una silueta humana. Ahmed Elgammal en la Universidad de Rutgers trabaja en un algoritmo creativo (CAN) que a partir de los datos de pinturas del siglo XIV crea pinturas abstractas totalmente nuevas. Este ejemplo puede ser considerado como algo más cercano al arte ya que no es ninguna replica de técnicas, sino que interpreta los datos que le dieron y con eso crea un concepto diferente. Pero persiste el mismo problema no hay nada que el algoritmo exprese o a lo que se le pueda dar un significado porque no lo va a tener.

El hecho de que esta sea una tendencia en crecimiento nos da indicios de que la tecnología está empezando a moldear la manera en la que se lleva la historia del arte y es preocupante que en algo que es tan humano, tan lleno de sensaciones y experiencias se le de cabida a creaciones no humanas. Es importante celebrar que haya personas que estén haciendo este tipo de avances en la tecnología, pero no debe convertirse en la nueva moda. Entregarle a una máquina nuestra creatividad para que la analice y saque algo de ahí viene con serios problemas en términos de lo que estamos dejando que la tecnología haga por nosotros. ¿Realmente le daremos a una máquina la tarea de interpretar nuestro mundo?

Andrea Jaramillo Caro

Estudiante de Comunicación Social en la Ponticia Universidad Javeriana en Bogotá. Nací en la capital pero toda mi familia es de Medellín. Hago énfasis en periodismo y editorial en mi carrera y me apasiona el periodismo cultural e investigativo. Me encanta el arte en todas sus formas, una pintura, un ballet, una ópera; amo los animales y también me interesan temas como seguridad internacional y derechos humanos.