Las reiteradas declaraciones del presidente de Fenalco Jaime Alberto Cabal Sanclemente de realizar en nuestro país un sistema de contratación por horas y flexibilización laboral, es un llamado de quien ha sido entre otros, ex diplomático de Colombia, ex ministro de desarrollo económico y aliado político del actual gobierno, a implementar un modelo de remuneración propio de sistemas anglosajones que responden a realidades macroeconómicas y productivas que difieren la realidad del país.
Quizás el sistema anglosajón en el que se formó académicamente Cabal en Estados Unidos sea la ruta adecuada en países que lo tienen como su unidad de medida, pero desproporcionado en Colombia puesto que abre todas las ventanas para acabar con el principio protector del trabajador, fortalecer el sistema capitalista y ser el inicio para quitar gradualmente los derechos laborales que han adquirido a lo largo de la historia la clase obrera.
De pie y aplaudiendo deben estar los comerciantes propietarios del país por la propuesta más no sus empleados, aquellos que en su mayoría con un mínimo o quizás un poco más por una posible bonificación en sus ventas, verán vulnerados sus limitados ingresos por la propuesta del presidente de Fenalco.
Las cuentas alegres del ex burócrata Jaime Alberto Cabal apuntan en adoptar una reforma laboral urgente para según él reducir el desempleo en Colombia. Lo que no precisa es que con este sistema se presenta una ruptura entre el pago de pensiones, salud y riesgos profesionales que perjudicaría considerablemente al trabajador.
Imagínese un trabajador esperanzado en un trabajo para percibir los suficientes ingresos para llevar su sustento a su hogar y escuchar que su empleador le diga, no te necesito más por hoy toma tu pago, esto es lo que ganaste. Un vendedor de un almacén será contratado quizás por la hora denominada pico o alta y pare de contar.
La flexibilidad que tanto habla Cabal Sanclemente no es otro asunto que ajustar los salarios de acuerdo a la situación económica de una empresa lo que quiere decir que si la misma se encuentra en baja producción, el salario disminuye porque está sujeto a un trabajo por horas sin derechos, sin protección social y sin libertad sindical.
Un alto número de docentes del país que trabajan bajo la modalidad de contrato por prestación de servicios como es el caso de entidades públicas del Estado, se verán con la implementación de este sistema, perjudicados. A usted se le paga por hora dictada y pare de contar como quien dice el tiempo que requiere para preparar una formación, evaluar después de una clase y demás, no será tenida en cuenta.
Este tipo de recomendaciones son posiciones neoclásicas que van en contravía al propósito con el cual se quiere presentar al país y es acabar con el desempleo lo cual es un sofisma que muy hábilmente nos lo quiere hacer ver Jaime Alberto Cabal Sanclemente y que desde ya he denominado como las horas de Fenalco.
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