“No creo que sea conveniente cambiar ahora de técnico, este mismo grupo de jugadores que ha consolidado Lorenzo tuvo un invicto de 28 partidos y fue el que llegó a la final de la Copa América contra Argentina”.
La selección Colombia empató en casa frente a Perú. Lleva 5 partidos sin ganar y aún no ha podido asegurar su participación a la próxima Copa del Mundo que se realizará el próximo año en Estados Unidos, México y Canadá. Brasil tampoco pudo con Ecuador a pesar de la ilusión que generó en los brasileños la contratación del exitoso técnico italiano Carlo Ancelotti, que, a propósito, es uno de los técnicos mejor pagos a nivel de selecciones con un salario que ronda los 12 millones de euros anuales.
De los 6 cupos directos que tiene Sudamérica para ir al Mundial, sólo Argentina tiene garantizada su clasificación, a falta de 3 fechas, los 9 países restantes tienen posibilidades de ir o quedarse por fuera, lo que muestra lo difícil que es esta competencia a pesar de las grandes individualidades con las que cuentan los diversos países.
Dificultades a las que se suman la presión de los hinchas que, si no ven a sus equipos ganar, de inmediato llueven las críticas. Es lo que pasa en Colombia con el técnico Néstor Lorenzo que desde hace varios meses distintos sectores y periodistas vienen pidiendo su relevo, a pesar de que en este momento la selección está clasificada al Mundial, pero es cierto que no gana y en el último partido contra Perú no jugó bien.
No creo que sea conveniente cambiar ahora de técnico, este mismo grupo de jugadores que ha consolidado Lorenzo tuvo un invicto de 28 partidos y fue el que llegó a la final de la Copa América contra Argentina -la hoy mejor selección del mundo-, peleando de tú a tú.
El fútbol es cruel porque cuando los resultados son positivos, los hinchas están eufóricos y todos sentimos que contribuimos a la victoria, cuando realmente son los jugadores quienes la logran, mientras que cuando los resultados son negativos, cambiamos drásticamente de opinión, pedimos que saquen al técnico y a los jugadores que creemos que no aportan. En el estadio -que es el aporte directo que podemos hacer-, dejamos de alentar a los nuestros y los empezamos a chiflar para sumar la presión.
Pasa como cuando una persona está en la cima de su vida: le llueven los amigos, las invitaciones, los elogios. Si esa persona cae y necesita ayuda, son pocos los que aparecen a dar la mano.
No quiere decir que no se pueda criticar a un equipo que moviliza a un país, pero sería mejor si esas críticas son constructivas con ánimo de aportar y de generar un ambiente positivo y de buena energía para que la selección de nuestro país y principalmente los jugadores y cuerpo técnico se sientan arropados y liberados para dar lo mejor de ellos.
No le aporta a esto los rumores y chismes que generan periodistas con el ánimo de ganar popularidad y “likes” en redes sociales que buscan destruir el buen ambiente entre los jugadores, como el que crearon a finales del partido entre Colombia y Perú donde dijeron que el delantero Durán había peleado con el técnico e insultado a sus compañeros, sin ninguna prueba, además, hecho desmentido por toda la plantilla del combinado nacional.
Si se quiere apoyar a la selección y verla en el Mundial, esa actitud y comentarios en nada aportan; lo peor, quienes los hacen, no han jugado fútbol profesional y menos un mundial en sus vidas.
*Empleado de Minera de Cobre Quebradona, mis opiniones no representan a mi empleador.
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