Las elecciones del poder judicial en México

México inició una nueva etapa de democracia electoral, que se aleja del único modelo que conocíamos que era el de elegir un candidato, un partido o una alianza electoral, pero todo desde una perspectiva política”.


Por fin se completó la “gran reforma al poder judicial” de AMLO, que fue uno de los últimos temas que mantuvieron al tope la polémica, generó mucha tensión y hasta paros de laborales por parte de trabajadores de los tribunales.

El pasado 1 de junio se llevaron a cabo las elecciones para elegir a “juzgadores e impartidores de justicia en México”. Algo histórico, nunca antes visto y que en el grueso de la sociedad, generó mucha confusión.

Según el discurso del gobierno y del partido oficial (Morena), con este paso se “transparenta” a todo el poder judicial, se “acaba la corrupción” y se “garantiza que la impartición de la justicia sea igual para todos”, independientemente del poder económico de las personas.

Nueva etapa

Pero estas elecciones hay que analizarlas desde muchos puntos. El primero es que con esto México inició una nueva etapa de democracia electoral, que se aleja del único modelo que conocíamos que era el de elegir un candidato, un partido o una alianza electoral, pero todo desde una perspectiva política.

Para este primer ejercicio, quedó claro que no es fácil para las personas alejarse de eso y elegir entre candidatos “independientes” y que son ciudadanos de a pie (al menos eso nos dijeron), que buscan ser elegidos para ejercer una función alejada del gobierno y del poder de los partidos políticos.

El resultado fue un desconocimiento total de estos candidatos, manipulación por parte del partido oficial para inducir los votos en los ciudadanos, un proceso donde se tenía que llenar al menos diez boletas electorales y en muchos casos, ni siquiera se entendían para que cargos eran.

Esto se vio reflejado en una baja participación en las urnas, algo que los grupos de oposición califican como un fracaso de estas elecciones. Sin embargo, los casi 13 millones que votaron eligieron a sus candidatos y el poder judicial se va a conformar con los ganadores en las urnas.

La elección como tal no falló, lo que no funcionó en estas primeras elecciones fue el modelo de votación.

Modelo confuso

Porque incluso abogados o especialistas en temas judiciales que en un primer momento criticaron a muerte este proyecto, terminaron compitiendo por un puesto en las urnas y aceptando que en sí misma, las elecciones son la manera idónea para reformar al poder judicial, desde una participación ciudadana.

Entonces lo que falló fue el modelo, ya que no basta con convocar a elecciones y decir a la sociedad “tienes que elegir a las personas que van a impartir justicia”.

Hay que crear un modelo de “educación electoral” que permita a los votantes dimensionar realmente sus decisiones en las urnas, al menos en este caso que tenía que ver con el sistema de justicia.

No se trataba de un tema de ideologías o discursos de odio; no hubo campañas masivas en medios de comunicación transmitiendo propuestas vacías y mensajes repetitivos, no había colores ni banderas; solo eran nombres y cargos, por lo que de manera natural las personas se vieron perdidas sin saber qué hacer.

Ahora la gran tarea es educar a las personas a que puedan tener una visión más completa de cómo se conforma el poder judicial, la manera en que elegir a candidatos ciudadanos puede impactar en su necesidades o exigencias legales y humanizar esos puestos, que de alguna manera están totalmente alejados de las personas.

Todo mundo habla de jueces, magistrados y tribunales, pero muy pocos entienden en realidad sus funciones, responsabilidades y sobre todo, obligaciones con la sociedad.

Alejados de la sociedad

Y en algo tenían razón AMLO cuando se empeñó en realizar estas elecciones que por momentos, parecían más un capricho personal y esto era que el poder judicial, era un ente intocable y hasta parecía que de manera natural, menospreciaba a la sociedad.

Ahora todos esos funcionarios tienen que ir a las urnas cada determinado tiempo, para competir por un puesto y para eso, tienen que convencer a las personas de que son la mejor opción, los más preparados y los más adecuados para realizar sus funciones.

Habrá que esperar todavía mucho tiempo para ver la manera en que va cambiando el poder judicial a partir de estas elecciones, pero ya comenzó una nueva etapa en donde por lo menos, la gente puede elegir quien va a ocupar esos puestos.

Lo malo de estas primeras elecciones, es que parece que Morena las aprovechó para que gente cercana a sus filas, llegará sin problemas a cargos importantes, en un claro mensaje que el poder político contamina todo para aumentar su control.

Daniel Higa Alquicira

Nací en México y estudié periodismo en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM); me encanta el fútbol, la música, el cine, la literatura y los viajes. Además de un buen café, la cerveza, tequila y mezcal (puro sabor mexicano). También me encanta platicar con las personas y descubrir lo que piensan y lo que sienten. Soy un enamorado (y lo digo con todo el romanticismo posible) del poder que tienen los individuos para cambiar su entorno a través de acciones simples y que la mayoría de las veces, pasan desapercibidas. La tarea que me he propuesto es encontrarlas y hacerlas visibles.

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