El periódico El Colombiano en el día 19 de noviembre del 2023 hace un análisis de la problemática por la que atraviesa la Universidad de Medellín.
La Universidad de Medellín, como la Universidad Pontificia Bolivariana, nacieron de las coyunturas políticas que permearon la Universidad de Antioquia.
La Bolivariana nace en la época en que Alfonso López Pumarejo, Liberal (1934-1938) instauró La Revolución en Marcha, interpretada como una punta de lanza del socialismo (El concepto de que la Propiedad es una Función Social y la Ley 200 de 1936 de Reforma Agraria, el Código Penal, etc…). Ante la toma de la Universidad de Antioquia, su Consejo Directivo y su Rectoría, los Profesores de Derecho y de Medicina renuncian. Los líderes fueron el Dr. Alfredo Cock Arango y Monseñor Félix Henao Botero.
La Medellín nace en la época en que Laureano Gómez (1950-1953) logró la Presidencia de Colombia. Laureano, jefe del Partido Conservador.
Ambas universidades tienen entonces claros contornos políticos: La Bolivariana, conservadora; La Medellín, liberal.
La Bolivariana logró desligarse de los asuntos políticos por cuanto fue entregada a la Iglesia Católica. Aunque fueron los profesores y los estudiantes de la Universidad de Antioquia, los que le dieron vida real, al punto de que las clases comenzaron el 8 de septiembre de 1936 con la clase de Derecho Romano que dictó el Dr. Alfredo Cock Arango, fue el Decreto de la Curia del 15 de septiembre la que le dio vida jurídica.
La Medellín no se ha podido desligar del tema político, al punto de que un clan, el de Néstor Hincapié y Aura Marleny Arcila, se hicieron a su control desde el año 2000. Para todos los que hemos vivido la política es claro el llamado sector liberal de la Universidad de Medellín que permitió que Aura Marleny Arcila fuese concejal de Medellín durante 5 períodos y Presidenta de la Consiliatura de la Universidad de Medellín, que es quien nombra al Rector, su compañero Néstor Hincapié.
El Consejo de Estado en segunda instancia se pronunció y le quitó la curul que ostentaba Aura Marleny Arcila, pero ella se negaba a dejar el Concejo de Medellín porque se estaban discutiendo trasferencias por trescientos mil millones de pesos de EPM al Municipio de Medellín, es decir, para la cuestionada administración de Daniel Quintero Calle. Hice un cuestionamiento a la citada, en el Concejo, por aferrarse a una curul cuando la sentencia estaba ejecutoriada y era del máximo órgano de la jurisdicción contenciosa administrativo. Ese cuestionamiento hizo que un Concejal de Medellín del Centro Democrático me calificara ante unos periodistas de “Atarván”.
Curiosamente ese Concejal del Centro Democrático había advertido por redes sociales que consideraba que había que autorizar esas transferencias de EPM al Municipio de Medellín. Estaba entonces sintonizado con la concejala Arcila. Esas transferencias no fueron aprobadas y salió la mencionada Concejala.
Esta semana pasada se volvió a proponer ante la plenaria del Concejo de Medellín unas transferencias por cerca de ochenta mil millones de pesos de EPM al Municipio de Medellín, aún en manos de la orientación de Quintero Calle como públicamente lo confiesa el alcalde encargado. El mismo Concejal mencionado de las anteriores transferencias, vota positivo para que las transferencias de EPM se entreguen a esta cuestionada administración.
La Universidad de Medellín es una gran Universidad pero dadas las circunstancias: el título falso entregado a Julián Bedoya, los intereses politiqueros, el interés en volver a controlar la Universidad en la Asamblea de los Cien que se realizará esta semana, la obligación que tenían los profesores y estudiantes durante la administración Hincapié-Arcila de entregar listados de gentes, etc… obligan a pensar en que, a pesar de los orígenes políticos de las universidades, éstas deben hacer prevalecer por encima de cualquier cosa la Academia.
El doctor Julio es toda una eminencia en el tema. Todo mi aprecio. Gracias por defender la cuidad de las ladrones de cuello blanco.