La sociedad de la suscripción: comodidad y consecuencias en la era digital

En la vorágine de la vida contemporánea, nos encontramos inmersos en un mar de suscripciones. Desde el café que bebemos hasta el entretenimiento que consumimos, todo parece estar a solo un clic de distancia. ¿Pero qué significa realmente vivir en una sociedad de la suscripción? Explorando las perspectivas de teóricos como Byung-Chul Han y Manuel Castells.

Esta columna inagural, explora las complejidades y contradicciones de esta tendencia creciente.

La vida moderna nos ha llevado a un punto donde la conveniencia y la eficiencia son primordiales. Las suscripciones, ofreciendo todo desde acceso a vehículos hasta entretenimiento a la carta, se han convertido en un estándar. Pero, ¿a qué costo? Tomemos, por ejemplo, los planes de suscripción de Bancolombia que durante la tercer semana de enero de 2024 ha retumbado en redes sociales. Estos reflejan esta tendencia, pero cabe preguntarse cómo afectan a nuestra vida diaria y nuestras finanzas.

Byung-Chul Han [1] nos habla de una sociedad agotada por la autoexplotación y la hiperactividad. Este contexto nos muestra cómo, en la búsqueda de eficiencia y comodidad, las suscripciones pueden parecer una solución ideal. Nos prometen simplificar nuestras vidas, pero aquí surge una pregunta crucial: ¿Estamos verdaderamente simplificando nuestras existencias o estamos añadiendo una capa adicional de complejidad? Este mecanismo, pensado para aliviar, puede terminar por conducirnos a la fatiga y al agotamiento.

En contraste, Manuel Castells [2] nos presenta una visión de una sociedad interconectada, una red en constante flujo de información. En este entramado, las suscripciones se integran perfectamente, facilitando el acceso ininterrumpido a bienes y servicios. Sin embargo, no debemos pasar por alto una realidad importante: ¿qué sucede con aquellos que se encuentran marginados de esta red a causa de limitaciones económicas o tecnológicas?

Para entender mejor, imaginemos un día típico en esta vida de suscripciones. Despiertas gracias a la alarma de una app de mindfulness a la que estás suscrito. Te preparas un café con granos que recibes mensualmente por una suscripción a un servicio de café especial. Mientras te diriges al trabajo en un carro obtenido a través de una suscripción de transporte compartido, escuchas un audiolibro o música desde otra aplicación a la que estás suscrito. Incluso realizar una transacción bancaria o acceder a noticias de último momento puede requerir una suscripción.

Cada uno de estos servicios demanda tu tiempo y atención para ser verdaderamente aprovechados. A primera vista, parecen facilitar la vida, pero también requieren una inversión constante de tiempo y dinero. A medida que la sociedad de la suscripción se vuelve más omnipresente, surge la necesidad de cuestionar y reflexionar sobre las implicaciones de esta tendencia. Si bien las suscripciones ofrecen comodidad y acceso, nos enfrentamos al riesgo de caer en un ciclo interminable de pagos recurrentes y una constante sensación de agotamiento y sobrecarga.

Les pregunto estimados lectores: ¿Es realmente sostenible este modelo de suscripción? El verdadero desafío reside en encontrar un equilibrio entre las ventajas de este modelo y sus posibles repercusiones negativas.

Debemos esforzarnos por crear y mantener una sociedad digital que sea inclusiva y saludable para todos.


[1] Byung-Chul Han. Filósofo surcoreano y profesor de la Universidad de las Artes de Berlín. Es conocido por su trabajo en filosofía, cultura, política y medios de comunicación. Ha escrito varios libros, incluyendo “The Transparency Society” y “The Burnout Society”, en los que explora los efectos de la sociedad moderna en el individuo y sus interacciones con el mundo.

[2] Manuel Castells. Sociólogo y profesor universitario español. Es académico de la Real Academia de Ciencias Económicas y Financieras, de la Academia Británica, de la Academia de Ciencias Políticas y Sociales de Estados Unidos, de la Academia Mexicana de Ciencias y de la Academia Europea. Según el Social Sciences Citation Index 2000-2017, es el erudito en comunicación más citado del mundo.

Luis Felipe Ortiz-Clavijo

Ingeniero Industrial de la Universidad Autónoma Latinoamericana (UNAULA). Magíster en Estudios de Ciencia Tecnología, Sociedad e Innovación del Instituto Tecnológico Metropolitano de Medellín (ITM). Actualmente es coordinador de investigaciones de la Facultad de Ingenierías y la Escuela de Posgrados de UNAULA.

Comentar

Clic aquí para comentar

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.